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Más de cien convulsionados días al frente del BCRA

Luis Caputo, considerado un experto en el mundo financiero, tuvo un paso efímero pero complejo por la presidencia del Banco Central, desde el 14 de junio último hasta ayer, cuando hizo pública su renuncia "por motivos personales".

Cuando asumió su cargo al frente de la autoridad monetaria, le tocó la tarea de reemplazar al desgastado y cuestionado Federico Sturzenegger y desactivar la "bomba de tiempo" que éste había dejado con las Lebacs.

De secretario al BCRA



De 53 años, Caputo se había desempeñado previamente como secretario de Finanzas, desde diciembre de 2015 al mismo mes de 2016, y luego fue nombrado ministro de Finanzas, hasta su asunción como presidente del Banco Central.

Una de sus primeras tareas en el Gobierno fue la renegociación que encabezó junto al entonces ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, con los fondos buitre.

Caputo es licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires y, en el ámbito académico, fue profesor de Economía y Finanzas en la Universidad Católica Argentina.

Es primo hermano de Nicolás Caputo, empresario de la construcción muy amigo del presidente Mauricio Macri, quien tenía un particular respeto por la trayectoria profesional del extitular del Central.

En la actividad privada, trabajó como jefe de Trading (Negociación Bursátil) para América Latina del JP Morgan entre 1994 y 1998, y el mismo cargo para Europa del Este y América Latina en el Deutsche Bank entre 1998 y 2003.

Desde ese año hasta 2008 fue presidente de la filial argentina del banco alemán.

También ha sido director de una empresa distribuidora eléctrica y de una administradora de fondos comunes de inversión creada por él.

Con un patrimonio que supera los $ 126 millones, según las declaraciones juradas de la Oficina Anticorrupción correspondientes al año pasado, era uno de los funcionarios más ricos del Gobierno.

Al frente de la autoridad monetaria, Caputo debió lidiar con una crisis cambiaria que aún continúa y que ha dejado como una de sus fotos más emblemáticas una feroz devaluación: cuando asumió, el dólar se vendía a un promedio de 28,30 pesos; ahora cotiza a casi diez pesos más.

En esos 103 días de gestión, además de la escalada del dólar, subió fuerte el riesgo país, se perdieron reservas, cayeron las acciones de las empresas argentinas que cotizan en el exterior y se derrumbaron los bonos locales.

La gestión de Caputo en la función pública no sólo será recordada por la crisis cambiaria con la que le tocó convivir desde el Banco Central, sino también por causas judiciales que lo involucraron junto a su esposa, como la del "dólar futuro".

Por si fuera poco, en noviembre de 2017 apareció mencionado en los llamados "Paradise Papers", una investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en la cual se lo relacionó con dos financieras "off shore".

Por esos "papers", diputados de la oposición lo denunciaron por "omisión maliciosa, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, tráfico de influencias, uso de información privilegiada, incumplimiento de los deberes de funcionario público y lavado de activos".