Regionales |

A los 70 años, y con 44 de trayectoria, un ucachense correrá su último Rally Mundial

Con su nieto Gonzalo (19) como copiloto, el reconocido deportista conducirá un Subaru en la próxima competencia que se disputará desde el jueves en Córdoba. Así, se despedirá del automovilismo.

Ucacha.- El piloto ucachense     Heriberto Ortiz cumple 70 años el próximo jueves y lo celebrará disfrutando de su gran pasión, el automovilismo. Es que ese día también se larga el Rally Argentina 2018, que lo tendrá como competidor junto a su nieto Gonzalo (19).

Este será su vigésimo rally, conducirá en la oportunidad un automóvil Subaru y lo acompañará como copiloto su nieto Gonzalo, en la carrera que tendrá por escenario los caminos de Córdoba, desde el 26 al 29 de abril. El experimantado corredor afirma que, con este desafío, se despedirá de las competencias.

Ortiz nació en Ucacha (hoy reside en Córdoba), pueblo al que regresa permanentemente y donde atesora familiares y muchos amigos. Tiene tres hijos: Gerardo, Juan Manuel y Patricia. Los varones continúan su pasión por los fierros ya que corren -o han corrido- distintos premios. Ahora, son sus nietos Facundo y Gonzalo quienes también siguen con la adrenalina haciendo sus primeras armas.

El ADN de los automovilistas lo tienen todas las generaciones. Tal es así que hace 15 días su hijo Gerardo ganó en el Rally de La Rioja con otro de sus nietos: Facundo.

Por su trayectoria estima ser el corredor de rally “récord” en el país.  “Hace 44 años que estoy corriendo. Comencé en 1974 con una cupé 125 cuando vivía en Ucacha; me acuerdo que hicimos el triángulo de San Francisco corriendo el Turismo Nacional. Después me pasé a los rallies y ya no lo dejé más. Competí en todos lados y la verdad es que una vez volví a  probar en pista y no me gustó, lo vi muy finito, muy tedioso. El rally en cambio es muy cambiante, con mayor ritmo”, consideró.

Días pasados, Ortiz visitó una vez más su pueblo natal y dio a conocer esta noticia de su nueva participación en el rally que, según asegura, será su despedida del automovilismo.

“Cuando me fui a vivir a Córdoba allá todo es rally y lo adopté de inmediato; en cambio, en el interior prevalece el Turismo Carretera”, dijo. 

Muy conocido en el ambiente, siempre regresa a Ucacha, donde quienes lo conocen hablan de él como de un “eterno adolescente” que se resiste a dejar su locura por los autos de carrera. De hecho, en todos estos años era común ver algún auto de competición y saber que “Heri” andaba por la localidad. 

Su primera carrera en rally fue en 1979 “y ya no pude parar”. 

Si le consultan por los autos con los cuales ha competido nombra varios pero destaca que “los primeros los corrimos con Renault 18 y después pasamos a Suzuki y a otros autos”. “El Suzuki es el que más satisfacciones me ha dado, un auto muy noble, muy fuerte, que no se rompió nunca”. 

Agrega que en los vehículos de competencia hubo muchos avances; “con la tecnología de hoy, con la Toyota Célica, el Mitsubishi Lancer o el actual Subaru que he manejado podemos decir que son autos de alta generación, nada que ver con los autos de antes”. 

Ante el dilema si en las carreras prevalecen los autos o los pilotos, responde que el secreto está en aprender a cada momento y tener presupuesto: “La verdad es que con cada auto y cada carrera siempre se aprende, a cada rato. Mordés una banquina y te das vuelta. Yo siempre digo que el taller significa el 50%, tiene que estar muy bien terminado el auto, sin problemas. Y el resto es mitad y mitad, porque hay que andar rápido y bien pero sólo es posible con un auto que te responda”, detalla.

 Ortiz está en una etapa en la que disfruta de otra manera el automovilismo y con 44 años de trayectoria sabe que tiene una marca muy difícil de empardar, entonces se pregunta si no está para el récord Guinness. 



Emociones, amigos y paisajes

  

 Ha hecho de todo en su vida para poder correr y ya le pesa eso de buscar sponsors para poder competir, pero destaca que ha vivido tanto que eso es su mayor logro. 

“Las anécdotas y las amistades que uno va haciendo son lo principal, tengo amigos en distintos países por el automovilismo y por supuesto de distintas provincias; las carreras me han dado también la posibilidad de conocer mucho. Además nuestro país tiene de todo y lugares espectaculares; soy un agradecido de las carreras”, manifiesta el corredor.

Agrega que los rallies mundiales “son muy emotivos” pero añora los de años atrás.

“Antes corríamos tres o cuatros días seguidos y eran 1.600 kilómetros. Hoy corremos 300 kilómetros; es una carrera más. En aquel tiempo llegábamos a las 10 de la noche y había que arreglar para salir al otro día a las 5 de la mañana, donde hacíamos todo nosotros con un grupo de amigos. Eran rallies muy duros pero muy emotivos, que te dejaban una gran satisfacción si llegabas a la meta”, comenta con pasión.

Respecto de los circuitos, asegura que “el mejor lugar sin dudas son las sierras de Córdoba; también me gusta Tucumán, al menos para los que nos gustan las montañas. En el llano  bonaerense no está mal pero a mí me gusta más la montaña, eso de acelerar, frenar y doblar permanentemente”. 

Ha pasado tantos años corriendo que la familia adoptó naturalmente estar entre autos compartiendo sus competencias. 

Ya en el final deja, no sin emoción, un mensaje sobre lo bueno de no olvidar sus raíces y de haber crecido en un pueblo: “Vivo desde hace mucho en Córdoba, pero Ucacha está siempre presente. Ahí viví la infancia y de joven hice fútbol y comencé con los autos. Tengo muchos amigos y sé que han estado pendientes de mis carreras, es mi pueblo y por eso regreso permanentemente. En muchas oportunidades en el parabrisas ponía grande “Ucacha”. Digo siempre que todo chico debería desarrollar su niñez en un pueblo, eso es algo impagable que se lleva para siempre”, concluye el hombre récord que, a los 70 años, correrá su último rally.



Distinción: el doctor en ingeniería Sergio Preidikman, oriundo de Coronel Moldes, fue premiado recientemente junto a un equipo de docentes de la Universidad Nacional de Córdoba por la Academia Nacional de Ingeniería de Argentina por los aportes científicos de “un trabajo sobre mecánica computacional que se utilizó para calcular las cargas aerodinámicas que actúan sobre un insecto, una criatura con alas batientes”, según el propio Preidikman explicó. Dicha investigación fue desarrollada junto a los profesionales Julio César Massa, Bruno Roccia y Dean Mook.





Gustavo Perusia