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El Municipio tomó deuda por $ 260 millones y ahora ya debe 564

El gobierno lanzó un bono por casi 15  millones de dólares en noviembre de 2017. La cotización era de 17,51 pesos. Hoy, a casi 38, el pasivo creció 304 millones. El primer vencimiento fuerte, el año próximo.

En noviembre de 2017, el gobierno de Juan Manuel Llamosas tomó una decisión riesgosa: fue al mercado a tomar deuda en dólares con el objetivo de conseguir financiamiento a más largo plazo y vencimientos más calmos. El tiempo lo logró -son préstamos a tres años- pero la virulenta devaluación del peso desbarató sus otras previsiones.

Río Cuarto emitió un bono por 14.978.439 dólares. Por esa colocación recibió lo que en esa fecha era el equivalente en pesos: 260 millones.

Hoy, después de que el dólar pegara un salto monumental y se ubicara el viernes en el límite de los 38 pesos, debe muchísimo más. Para ser más exactos: hoy, el pasivo de la ciudad por ese bono en dólares asciende a 563,9 millones de pesos. A eso hay que sumarle, por supuesto, los intereses.

El gobierno de Llamosas recibió 260 millones y actualmente debe 303,9 millones más que aquella cifra que ingresó a sus arcas para aliviar las necesidades financieras de 2018. El incremento, en términos porcentuales, alcanza al 116,8 por ciento.

Hay una comparación que es elocuente: más allá del monto en pesos, la deuda elevó considerablemente su peso en el presupuesto municipal. Mientras los 260 millones representaban el 8,44 por ciento de los gastos totales del año 2018, los 563,9 millones implican el 18,3 por ciento. Si hoy el gobierno tuviera que emitir una deuda de esa magnitud, no podría hacerlo con sus votos en el Concejo Deliberante y necesitaría una mayoría especial, es decir el acompañamiento de la oposición, para tener autorización.

Cuando fue al mercado a tomar deuda en dólares, el gobierno argumentó que sus asesores financieros en Buenos Aires le habían planteado que la moneda norteamericana no registraría fuertes oscilaciones. Sin embargo, la realidad demostró que era un pronóstico absolutamente equivocado: entonces, cuando se licitó el bono riocuartense, el dólar estaba en unos hoy lejanísimos 17,51 pesos; el viernes pasado, la divisa cerró en 37,99 después de registrar un pico de 41,50.

El anuncio de que saldría a tomar deuda en dólares motivó que la oposición cuestionara duramente la decisión. El oficialismo respondió entonces con una chicana: “Parece que no confían en su propio gobierno; nosotros creemos que no va a haber fuertes corrimientos del dólar”.

Más allá de esa chicana, el bloque de Cambiemos, principalmente la exsecretaria de Economía, María Alicia Panza, le reclamó al Ejecutivo que tomara algunos recaudos como, por ejemplo, un seguro de cambio para evitar que una fuerte devaluación tuviera un impacto desmedido en las cuentas públicas.

El gobierno, finalmente, se rehusó a incorporar ese mecanismo de resguardo. 

El hecho de que la deuda sea a tres años de plazo implica que el vencimiento total será recién en noviembre de 2020, es decir, una vez que el actual mandato del intendente Llamosas haya terminado.

Sin embargo, esa situación no exime a la secretaría de Economía que comanda Pablo Antonetti de una complicación en el horizonte.

El primer vencimiento fuerte, del 25 por ciento del capital, será en noviembre de 2019; hasta entonces, el Municipio irá cancelando solamente cuotas correspondientes a los intereses.

Todo dependerá de la marcha de la economía, pero esa primera cancelación es un hito preocupante porque, a valores de hoy, el Estado debería desembolsar casi 141 millones de pesos.