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Perpetua para cinco: ¿se endurecen los jueces y los jurados populares?

La aplicación de la máxima pena a una banda completa de Las Delicias sienta un peligroso precedente, sostuvo la asesora letrada de Tribunales. “No podemos condenar a alguien por las dudas y por todo”, recalcó.

La decisión de dos jueces técnicos de Río Cuarto y ocho ciudadanos comunes de enviar a prisión perpetua a una banda completa del barrio Las Delicias dejó una sensación de malestar entre los cinco abogados defensores.

Una de ellas, la asesora letrada Luciana Casas, tuvo la misión de representar a Ricardo Rosales Neyra, uno de los tres hermanos que junto a Hugo David Ríos y Sergio David Sosa recibieron la pena máxima. 

En su alegato del miércoles pasado, la asesora letrada -al igual que los otros defensores- había hecho hincapié en que no existía prueba directa ni prueba indiciaria para sostener lo que había dicho el fiscal de Cámara Jorge Medina. 

Medina habló de una organización previa para cometer un homicidio. El fiscal les atribuyó a los 5 imputados, más una sexta persona que murió a consecuencia de este hecho, haberse puesto de acuerdo para cometer el homicidio de Cristian Díaz, pero en la vereda de enfrente sostienen que eso nunca superó el estado de duda.

Casas afirmó que en el juicio que se desarrolló a puertas cerradas hubo testimonios contradictorios. “Todos los testigos dieron una vesión distinta de la que habían dado ante el fiscal de instrucción: fue imposible desentrañar lo que pasó”. 

Cristian Díaz apareció muerto con una bala en el cráneo en el patio de una vivienda del Pasaje Público al 1.200. Sucedió el 1 de mayo de 2017. Horas antes, había recrudecido en el barrio una antigua disputa entre dos pandillas enfrentadas.



“Sostener lo insostenible”



La asesora no negó la existencia de un conflicto previo entre las dos bandas, en el barrio Las Delicias. “No somos necios,  no vamos a negar eso, pero lo que no sabemos es quién participó de esa pelea, y si no podemos determinar qué persona participó no le podemos atribuir de ninguna manera la muerte de Díaz”, remarcó. 

-Lo que usted asegura es que en el juicio no se logró despejar la duda.

-Lo que digo es que hay dudas en relación a quiénes participaron. Y en el caso concreto de la persona que yo defendí, no hay dudas sino que hay certeza de que no estuvo en el lugar del hecho. No hay ninguna prueba directa ni indiciaria que lo coloque en sitio donde Díaz apareció sin vida. Vamos a esperar los fundamentos de la sentencia, porque a mí me sorprende esta resolución.

Explicó que uno de los motivos de su sorpresa fue el cambio de actitud de los ciudadanos que integraron el jurado popular. Dijo que los sintió receptivos cuando alegaron los defensores, y algunos hasta asentían en sintonía con los argumentos de los defensores. Pero eso no impidió que todo el jurado votara en forma unánime enviar a los cinco acusados a prisión perpetua.

-¿Cree que el fallo sienta un precedente peligroso para la Justicia local?

-Sí, este precedente es peligroso. Creo que el fiscal buscó sostener un hecho insostenible. Es peligroso porque nos puede llevar a la creencia de que podemos condenar por las dudas, y eso no es lo que marcan las leyes y las garantías constitucionales. No podemos decir ‘Algo hicieron’  y por eso condenarlos por las dudas...¡y a una prisión perpetua! Las garantías constitucionales son para todas las personas e impiden hacer eso. 

-¿Qué es lo que ustedes pedían como defensores?

-Algo indispensable: que se determine qué hizo cada persona, para saber qué delito cometió y qué sanción le corresponde. Si no tenemos claro eso es inconcebible que se condene a estas personas, por las dudas, y por todo, no sé si me explico.
Alejandro Fara. 

Redacción Puntal