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Urú Curé dijo que no participó de la instalación del caño ilegal

En la primera comunicación oficial del club, tras el escándalo por la falta de pago al Emos y la conexión clandestina, se aseguró que se acordó la cancelación total de la deuda.

Después de un largo silencio, tras quedar debajo de la lupa por una abultada deuda en el servicio de agua y posteriormente por el descubrimiento de un caño clandestino que provee agua potable para riego de una plantación de álamos, la cancha de hockey y el llenado de la pileta, la comisión directiva del club Urú Curé finalmente emitió un comunicado de prensa en el que ratificó el acuerdo con las autoridades del Emos por el pago de la deuda y aseguró que la conexión ilegal fue anterior a que la entidad comenzara a funcionar en el predio de Soles del Oeste.

Hay allí un aporte temporal que deja en claro que el caño en cuestión está desde el minuto cero en que la institución deportiva decidió radicarse en su nuevo predio y abandonó las instalaciones de Banda Norte.

Concretamente, el escrito de cinco párrafos asegura: “Urú Curé no ha tenido participación alguna en la instalación de la conexión aludida, existente con anterioridad al comienzo de las actividades en nuestra sede social y deportiva de Soles del Oeste, desconociendo a todo evento que la misma constituyera irregularidad de ninguna naturaleza”.

Y a renglón seguido, y en base a lo señalado por las autoridades del Ente Municipal de Obras Sanitarias, desde Urú Curé se puntualizó que “se encuentra a plena disposición de la Justicia para contribuir a la investigación y elucidación de los hechos”.

Como se recordará, el escándalo por el servicio de agua en el club se desató cuando las autoridades del Emos pusieron la lupa sobre esa cuenta que adeudaba nada menos que 692 mil pesos. Esa suma llevó a dos directivos del club a las oficinas del Ente para buscar “una salida política”. Allí se generó una discusión con el director obrero que derivó en una inspección en el predio del club y el hallazgo sorpresivo de la conexión clandestina. Eso generó un vuelco en la historia.

Este diario informó en exclusiva lo ocurrido en su edición del sábado 3 de febrero. Desde ese momento hubo una posición vacilante de parte del Ejecutivo local sobre los pasos a seguir. Lo cierto es que desde el Emos, mientras tanto, se avanzó con la restricción del servicio para reclamar el cobro de la deuda, la aplicación de una multa por el descubrimiento del canal ilegal (por un millón de pesos), y la posibilidad de una denuncia penal que podría acompañar a la realizada por el director obrero en sede policial, Gastón Álvarez, inmediatamente después de descubrir el tubo de dos pulgadas, una dimensión similar a la utilizada para abastecer de agua a algunos barrios de la ciudad.

Ese mismo directivo fue el encargado de poner en duda que la conexión clandestina haya sido construida por personal del Ente. Para eso se basó en dos argumentos: primero, que el tipo de trabajo es precario; y en segundo lugar, que las características del caño no son las que habitualmente tienen los materiales que utiliza el Emos. Ese será uno de los puntos a aclarar también a partir de ahora para definir las responsabilidades de esa obra ilegal que estuvo en funcionamiento durante estos años alimentando con agua potable el riego de plantaciones, una cancha de hockey y posiblemente el llenado de la pileta del club.

¿Cuánto tiempo, cuántos litros?

Dos de las preguntas que deberá responder la investigación en torno a la conexión ilegal detectada en el club Urú Curé son desde cuándo estaba en funcionamiento y cuánta agua se usó. Ayer, el comunicado de la institución deportiva hizo una sugerencia: está desde antes de que se concretara la mudanza de la entidad que anteriormente hacía de local en el predio de Banda Norte. Eso daría un plazo de al menos 8 años que se utilizó el agua potable sin controles para riego y posiblemente llenado de la pileta.