Regionales | Abuelos | asilo | Navidad

La emotiva Navidad de los abuelos del Asilo de Moldes en pandemia

Este año y por la situación epidemiológica, la celebración fue puertas adentro. Junto con el equipo de trabajo que cuida de ellos, tuvieron una cálida fiesta y la visita de Papá Noel. Horas antes familiares pudieron visitarlos.

Los residentes del Asilo de Ancianos “San Juan Evangelista” de Coronel Moldes tuvieron una Navidad distinta, pero muy especial. Así también lo fue para las enfermeras y trabajadoras que cuidan de ellos y que este año postergaron el brindis con su familia y se quedaron a celebrar con ellos en el hogar.

Es que por precaución y siguiendo los estrictos protocolos, se decidió este año que los abuelos permanecieran en este lugar y no exponerlos al riesgo de contagio. Así los familiares pudieron acercarse a saludar respetando las medidas de bioseguridad.

Para muchos de los abuelos, fue la primera Navidad alejada de sus seres queridos. Pero por el esfuerzo puesto, el equipo de trabajo del asilo aplacó nostalgias y calmó llantos. “Nada de lágrimas que hoy hay fiesta para nosotras”, dijo una de las enfermeras mientras Angélica se despedía de su hija que debía partir.

La emoción embargó. Pero también la tranquilidad de que los abuelos se quedaban con esta nueva familia que conforman en el Asilo y tuvieron su Nochebuena y hasta recibieron la visita de Papá Noel.

Griselda Arneodo, la directora administrativa del Asilo, manifestó a Puntal que se dispuso un estricto protocolo para cuidar a los residentes, que, justamente, integran la franja poblacional de riesgo.

A través de un comunicado entregado a las familias de los residentes se les informó que debido a la situación epidemiológica estaba prohibida la salida de los abuelos. En tanto, se habilitó un horario para poder visitarlos y realizar un brindis. El mismo protocolo se aplicará para fin de año.

Recuperados de Covid

En agosto de este año el Covid-19 afectó a todos los residentes del Asilo y la noticia conmovió a la región. El lugar fue evacuado y los abuelos internados en clínicas de otras ciudades. La mayoría de ellos era asintomática. Un puñado de los abuelos superó la enfermedad.

Fueron largos meses de recuperación y no es momento de bajar los brazos en la lucha contra la pandemia.

Son 17 los actuales residentes, que están bajo el cuidado de enfermeras, cocineras y personal de limpieza.

Los abuelos así lo entendieron y también sus familiares, quienes tuvieron la oportunidad de visitarlos y adelantar el brindis.

Así, de a poco comenzaron a llegar algunos visitantes que pudieron tener su momento de reencuentro. El ingreso se hizo bajo estrictas medidas de bioseguridad: sanitización, uso permanente del barbijo y respetando el distanciamiento social.

Asimismo, todo el elemento que ingresaba al hogar era desinfectado.

Que sea como en familia

En medio, enfermeras y cocineras no cesaban en su actividad. Preparaban todo para la fiesta de la noche. Las mesas vestidas de blanco, con decorados realizados por los propios abuelos.

Recrear el ambiente familiar fue la meta para que cada residente disfrutara. “Creo que nadie extrañó no poder irse a su casa,”, agregó Arneodo.

En los días previos al 24 de diciembre, los abuelos en el taller de arte se encargaron de realizar adornos pintando palitos de helados que luego unidos se convirtieron en coloridas estrellas y copos de nieve. Estos elementos luego fueron obsequiados por los ancianos a sus familiares.

El equipo de trabajo

Cerca de las 21 horas, y todos vestidos con sus mejores galas, acudieron a la cita en el gran salón del asilo.

María Esther, Susi, Mirta, Analía y Angi son las integrantes del grupo de trabajo que pasaron la Navidad en Hogar. Con sus familias afuera, eligieron estar junto a los abuelos, y en este gesto quedaron plasmados el amor y la dedicación que tienen para lo que algunas de ellas dicen “es su familia ampliada”.

La directora administrativa destacó la predisposición y dedicación de las trabajadoras. “Los abuelos la pasaron rebien. Tuvieron una cena, hubo música y festejos. Y hasta Papá Noel los visitó”, detalló a Puntal.

Hubo numerosas donaciones de particulares que procuraron en su gesto colaborar para la Navidad, y a su vez, destacar el esfuerzo realizado en este particular 2020 cuidando de los mayores.

Luego de la cena, hubo música y Papá Noel se hizo presente con una bolsa repleta de obsequios que entregó para los residentes. Entre bromas y canciones, todos disfrutaron de la noche. La intendenta Eva Rosso compartió el brindis con el personal y los abuelos.

Así, la Navidad en el Asilo de Moldes se vivió como en una gran familia, honrando a los mayores y celebrándolos. Y esto fue posible gracias al trabajo del equipo de trabajadoras que puso lo mejor de sí para que los residentes no sintieran el dolor de este confinamiento interminable que impone la pandemia.