En trabajo conjunto entre agentes municipales y efectivos de la Departamental de Policía de la Provincia, se puso fin ayer a la mañana a un bar clandestino que operaba en una vivienda de calle Alem al 217. En el momento del operativo, el lugar se encontraba con clientes, por lo que los policías aprehendieron e identificaron a los parroquianos y al dueño del local.

Por su parte, los agentes municipales, a través del área de Habilitaciones, procedieron a la clausura inmediata de la vivienda.

La drástica medida se adoptó porque viola no sólo el aislamiento social preventivo y obligatorio ordenado por la Presidencia de la Nación, sino también leyes y ordenanzas que regulan esa actividad comercial.