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Boca le ganó por penales a Banfield y una vez más se consagró campeón

Fue 5 a 3 en un partido que terminó igualado 1 a 1 y se jugó anoche en el estadio Bicentenario de San Juan. El equipo de Miguel Russo terminó con 9 jugadores por la expulsión de Mas y la lesión sobre el cierre de González

Boca Juniors se consagró en las primeras horas de hoy campeón de la Copa Diego Armando Maradona al vencer a Banfield por 5 a 3 en definición por tiros penales, luego de empatar 1 a 1 en los 90’ regulares, alcanzando así un tibio consuelo en el fútbol autóctono luego del fracaso en las semifinales de Copa Libertadores del pasado miércoles.

El desarrollo del encuentro se enmarcó en la cautela por ambos lados durante los 46’ en los que se extendió el primer tiempo, porque si bien Boca fue el que manejó la pelota por mayor cantidad de tiempo, careció de profundidad, ya que cuando centralizó el juego perdió peligrosamente la pelota en tres cuartos de cancha, y cuando procuró perforar por los costados, Sebastián Villa se consumió más en intenciones que en hechos.

Y Banfield, que es el equipo con menor porcentaje de posesión del balón de los 24 que disputaron esta Copa Diego Armando Maradona, obviamente no se salió de ese molde de juego directo, que justamente consiste en recuperar apenas su rival supera la mitad de la cancha y lanzarse en pos del arco rival con el buen pie y la velocidad de sus volantes y delanteros.

Pero como el Taladro no encontró demasiados espacios para penetrar en la última línea boquense, esos 45 minutos iniciales se fueron consumiendo lejos de los arcos, a veces con el balón por los costados, otras por el medio del campo, pero casi nunca cayendo dentro de las áreas.

La mayor experiencia y jerarquía de los futbolistas boquenses, varios de cuyos titulares en la semifinal perdida en Brasil frente a Santos no estuvieron desde el arranque en San Juan, fue algo que tuvieron muy en cuenta sus colegas banfileños, que paradójicamente y por circunstancias opuestas, parecieron compartir ese temor a perder.

Es que si bien Boca iba por su septuagésimo título y Banfield recién por el tercero, y eso considerando que el primero lo había conseguido hace más de un siglo, en 1920, cuando al profesionalismo le faltaban todavía 11 años para llegar al fútbol argentino, ese referido encuentro con Santos para el Xeneize y el premio de ir a la Libertadores para el Taladro conjugaban dos elementos de presión para ambos.

Dentro de esos cambios que propició el técnico Miguel Ángel Russo estuvo uno obligado de Carlos Tevez (entró Mauro Zárate) porque recién llegó pasado el mediodía de ayer a San Juan porque su padre adoptivo está atravesando un delicado estado de salud, pero por contrapartida la inclusión del colombiano Edwin Cardona, cuya presencia había sido reclamada en Brasil, le dio, pese a su ritmo cansino, el fútbol que le faltó entonces.

Y si bien todas esas y otras variantes (también salió Franco Soldano para que entrara otro muy pedido en Vila Belmiro como Ramón Ábila) como la de Nicolás Capaldo por Diego González no le aportaron demasiado al equipo en el primer tiempo y tampoco lo estaban haciendo en el segundo, un gesto individual de Cardona rompió el molde de un partido uniforme en cuanto a las chances de desnivelar para uno y otro. Iban 18’ del segundo período cuando el colombiano recibió de izquierda a derecha de Zárate, enganchó al medio para sacarse de encima una marca cercana y con un furibundo derechazo quebró la resistencia de su compatriota Mauricio Arboleda.

Pero en los últimos instantes del partido Boca se quedó con nueve hombres por la expulsión de Emmanuel Mas y la lesión del ingresado Diego González cuando ya se habían producido los cinco cambios, y en la última jugada del encuentro, en el sexto minuto de descuento, un ex-River como Luciano Lollo logró el empate con un cabezazo.

Después llegaron los penales y un remate desviado del siempre cumplidor Jorge Rodríguez y el acierto de los cinco pateadores boquenses, el último Julio Buffarini, que se irá de Boca por no haber llegado a un acuerdo contractual, les permitieron a los xeneizes ofrecerle también este título a quien fuera su hincha más célebre, Diego Armando Maradona.