Un total de 64 cartas de 32 pares de corresponsales, a las que se sumaron más de 200 imágenes -pinturas y fotos- de estudiantes mayores del taller de Arte y Creatividad de la Universidad de Granada, de autores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y de la ciudad de Río Cuarto que ilustraron esta correspondencia.
Esta propuesta responde a la convocatoria de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Río Cuarto para generar un diálogo académico, educativo, cultural y ético de dimensión internacional e intergeneracional.
Fue compilado y coordinado por un gran equipo profesional de los tres países. También se articuló con el Programa Educativo para Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Susana Rocha, Adriana Moyetta y Ernesto Cerdá, profesores de la universidad junto con la becaria Sofía Dellacasa Reid, integraron el equipo argentino.
Por su parte, en España los profesores Elizaberta López Pérez, Cristina de Pinedo Extremera y Gertudis Román Jiménez fueron los encargados de organización en su territorio.
Mireia Viladevall Guash fue la profesora titular en México.
Además hubo estudiantes colaboradores del proyecto, Rossana Guzmán Vilchis, Daniel Ramos Garduño y Anahí Clemente Mendoza.
Por su lado, y en relación con las ilustraciones, la Dra. Elizaberta López Pérez, compiladora por España, dijo: “Las imágenes participantes que se han ofrecido desde los distintos lugares son como regazos de color, como corazones dispuestos al abrazo, que en esa entrega amorosa ponen a disposición del otro sus sueños, sus sensaciones, sus recuerdos, sus reflexiones”.
Sin fronteras, sin límites
La recopilación se presenta recuperando el concepto de la triple identidad de la que habla Edgar Morin: individuo-sociedad-especie y que se deriva en tres apartados: identidades de aquí y allá; culturas de aquí y allá; y el cuidado de lo viviente. Como bien lo relata la Dra. Mireya Viladevall Guasch, compiladora por México: En el libro “hablamos de cómo los humanos logramos serlo (…) gracias a la conexión que establecemos con otros”.
Cartas que logran traspasar las fronteras y son testimonios de personas que relatan su vida, su educación, sus costumbres a alguien desconocido y de otro país.
Anteriormente al envío de cartas, se realizó un encuentro virtual con los alumnos adultos de los tres países junto con los docentes.
“Hubo más de 300 personas conectadas, muchos de ellos mayores de edad, arriba de 70 años, junto con estudiantes más juveniles”, destacó Susana Rocha.
En un contexto de pandemia, la soledad era parte, por lo que las cartas tuvieron un recordatorio valioso de cómo pequeñas acciones pueden tener grandes significados y consolidar amistades entre adultos y jóvenes.
Fue tan exitoso el trabajo conjunto entre los tres países y el ida y vuelta de las cartas que el proyecto continuó. Uno voluntariado universitario en la Facultad de Ciencias Humanas se encargó de la parte artística del libro con danzas, pinturas, teatro, entre otros.
Como si esto fuera poco, los protagonistas de las cartas le dieron voz al libro para crear como producto final un podcast.
Son diez archivos de audio que fueron grabados en un estudio en Guayaquil, Ecuador, México y en Río Cuarto, en UniRío TV y la edición de Gastón Torres.
Los podcast se encuentran subidos en YouTube en el usuario de UniRío TV.
Con un trabajo exhaustivo pero inclusivo, desde Argentina, la asociación civil “Un minuto para ver” transcribió aquellas cartas y parte del libro a sistema braille.
El libro recorrió diferentes instituciones educativas y sociales en los distintos países.
En la ciudad, los alumnos de 5° año de la Escuela Normal, en la materia de Lengua y Literatura, trabajaron con las cartas para aprender sobre este formato.
Desde España, once láminas llegaron a Río Cuarto con mensajes que les transmitió el libro.
“Teresa, una de las participantes, escribió una carta más allá del océano, por lo que cualquiera que la lea le puede responder. Y esto sigue y nos trasciende, estas cartas que antes eran de personas desconocidas, hoy son cartas de vínculos y quien sabe hasta dónde pueden llegar. Algunos se conocieron de manera virtual”, expresó Rocha y agregó: “Nuestra angustia en pandemia es que había muchos jóvenes y adultos solos. Esto logró conectar a través de una carta, derribando la edad y las fronteras”.
Cada ida y vuelta, fue una reflexión acerca de la concepción de la edad, revisando realidades diferentes según la época y la cultura, aparecen situaciones y relaciones en las que cada uno a través de sus palabras logró ayudar y conectarse con quien lo necesitaba.
Tal como lo expresa un fragmento del libro: “El proyecto de conectarnos a través de cartas ha sido una posibilidad para reencontrarnos también con un otro que quizás no sea tan distinto a mí”.
El pasado sábado se realizó la presentación del libro “Cartas de ida y vuelta” en la Sociedad Española, donde adultos y jóvenes partícipes de este proyecto leyeron algunas de las cartas en una mañana muy emotiva.
“No hubiéramos podido realizar nada, sino fuera por el trabajo en red, el trabajo que cada uno hizo y el producto final que es maravilloso. Fue un trabajo interdiscliplinario por parte de los profesores con sus especialidades y por parte de los alumnos jóvenes y adultos”, manifestó agradecida Rocha.