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Crisis climática: si actuamos hoy, hay futuro

"¿Qué querés ser cuando seas grande?", era una de las típicas preguntas que los adultos solían hacer a mis amigos y a mí cuando éramos chicos. Mis respuestas fueron cambiando con el tiempo: empecé queriendo ser maestra, después cantante, escritora, periodista, actriz o hasta soñaba con trabajar en la ONU.

Lo que nunca me imaginé es que "iba a terminar siendo" militante climática y -menos- que mi generación iba a tener que luchar por su futuro. En la actualidad, a muchos de mi generación, imaginarnos qué queremos hacer en unos años nos da miedo, porque ni siquiera sabemos cuál es ese futuro que nos espera.

Sabemos de la existencia de la crisis climática desde hace más de 30 años, cuando a mí todavía me quedaban 10 por nacer. Lo esperable sería que en todo este tiempo se hubieran tomado las medidas necesarias para frenarla. Pero no. El Informe Especial sobre Calentamiento Global que realizó en 2018 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advierte que deberíamos mantenernos muy por debajo del aumento de los 2 grados de la temperatura y tratar de no superar los 1.5 grados para que las consecuencias del cambio climático no sean devastadoras para las futuras generaciones. Sin embargo, a este ritmo, se estima que estamos camino a los 3 grados, lo que implicaría que ciudades e islas enteras se queden bajo el agua.

Campaña

Soy parte de una generación que va a pagar la cuenta por decisiones que no tomamos: la ganancia y el dinero por sobre la salud de la población y el ambiente. Para alertar sobre esta situación y las consecuencias de la crisis climática, junto a Unicef lanzamos recientemente la campaña #UnaSolaGeneración, que busca promover el debate de las y los jóvenes, en el marco del Día Mundial del Niño y la Niña, que este año se centra en el cambio climático.

Es hoy y ahora cuando se necesita tomar acciones para revertir esta realidad; los próximos 10 años son clave. De acá al 2030 es necesario reducir un 45% los gases de efecto invernadero, que son los que causan el cambio climático. La única forma de salir de esta situación es actuando como una sola generación, como colectivo, organizándonos y uniéndonos en todo el mundo por el mismo objetivo.

No estamos hablando de una cuestión de futuro, sino de presente. La crisis climática ya llegó, y en nuestro país lo estamos viviendo con el millón de hectáreas incendiadas en lo que va del año.

Humedales

Lo bueno es que el primer paso que tenemos que hacer parece ser sencillo: preservar los bosques, árboles y ecosistemas. Posiblemente no se escucha hablar mucho de los humedales, pero tienen un rol muy importante. Son ecosistemas que ayudan a mitigar los efectos que provocan las sequías y las lluvias fuertes. Representan casi un 25% del territorio nacional y son reguladores hídricos, de carbono y soportes de biodiversidad.

A pesar de ello, se ven amenazados por los efectos de la ganadería, minería y proyectos inmobiliarios. Por eso, la Ley de Humedales debería ser una prioridad para garantizar su protección y uso racional.

Espero que tengamos el coraje de imaginar y reescribir esta historia. Si les soy sincera, todavía no sé qué quiero hacer cuando sea grande. Pero sí de algo estoy segura: la esperanza se construye y el futuro, también.