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Para la Iglesia, la ocupación de terrenos es "un delito"

La Conferencia Episcopal reclamó en un comunicado que el Estado esté "presente y se haga responsable de políticas proactivas en materia de vivienda y trabajo digno"

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) rechazó ayer las tomas de tierras que tienen lugar en distintos puntos del país por considerar que son "un delito", y reclamó que el Estado esté "presente y se haga responsable de políticas proactivas en materia de acceso a la vivienda y al trabajo digno".

En un comunicado, la institución subrayó: "En estas últimas décadas, las distintas ocupaciones de tierras evidenciaron la precaria situación de tantas familias, que han debido procurarse un lugar para vivir. En este sentido, como cristianos nos sentimos interpelados ante toda forma de exclusión que deja a hombres y mujeres sin un techo digno".

"Ello no obstante, nada justifica la intrusión y la violencia a costa de la vida y los derechos de los demás. La Iglesia no avala las tomas. Son ocasión de violencia y agitación social, muchas veces incentivadas", aseguró la entidad, que preside Oscar Ojea.

Al respecto, señaló que "mucho menos es aceptable el oportunismo de quienes se aprovechan de la extrema necesidad de los más pobres para usarlos en función de sus propias ganancias y clientelismo político".

"Asimismo, no podemos dejar de expresar también la preocupación por cualquier resolución de estos conflictos que naturalice la violencia y ponga en riesgo la vida de las personas", indicaron y señalaron que "hoy más que nunca se hace necesario un Estado presente que se haga responsable de políticas proactivas en materia de acceso a la vivienda y al trabajo digno".

"En el arte de la política, siempre necesario, los distintos niveles de gobierno, nacional, provincial y municipal, deben velar por la seguridad de todos los habitantes y trabajar con todas sus energías para desarmar las estrategias de aquellos que sacan ventaja de esta dolorosa situación", agregó en el comunicado que lleva la firma de Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la entidad; el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires; Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza; y monseñor Carlos H. Malfa, obispo de Chascomús.