Deportes | fútbol |

Estudiantes cosechó buenos puntos en Carlos Casares

El Celeste derrotó 2 a 1 a Agropecuario como visitante y es el único escolta de Atlanta en la Zona A. Arismendi y Cainelli fueron los autores de los goles del equipo de Vázquez

Estudiantes hizo una de Roberto Mouras en Carlos Casares y derrotó  2 a 1 a Agropecuario para ser el único escolta de Atlanta en la Zona A de la Primera Nacional. 

En la tierra del recordado piloto de TC, el Celeste corrió toda la carrera desde atrás y la ganó en las últimas vueltas. Los dirigidos por Marcelo Vázquez arrancaron perdiendo con el gol de Mariano Miño a los 21 minutos del primer tiempo y lo dieron vuelta con tantos de Yair Arismendi y Nahuel Cainelli en el complemento. Los dos terminaron con diez por las expulsiones de Emanuel Martínez Schmidt en el visitante y de Fernando Rosso en el local.



El partido



Las cosas del fútbol hicieron que, en un primer tiempo en el que no hubo aciertos para destacar, fuera un error -o varios- el que permitiera el único momento emocionante de esos 45 minutos. Estudiante se tiró sólo encima el café con leche. Beraldi la perdió en la salida, con todo el equipo desacomodado, Albertengo recibió solo en el área y para deslucir más la jugada pateó cayéndose, Olivera no la pudo retener y le dejó el gol servido a Miño.

¿Qué pasó antes y después de eso? Nada, absolutamente nada. Ninguno de los dos equipos expuso una idea para generar fútbol. El local no mostró mucho para ponerse arriba en el marcador, se encontró con el gol y después le tiró la presión a Estudiantes.

El visitante fue a jugar a Carlos Casares de la misma manera en que lo hizo ante Estudiantes de Caseros (aunque no con los mismos nombres): cortar los caminos futbolísticos del rival, manejar el ritmo del partido y aprovechar algún ataque rápido con Ferreira de pívot y los volantes llegando. Ese estilo pragmático requiere reducir al máximo los errores y aprovechar de manera eficiente las oportunidades. El problema para el León fue que no cumplió con esas premisas.

A diferencia de lo ocurrido en Caseros, Ceresole no rindió lo que  rindió Arismendi allí, el triángulo de mediocampistas centrales (con nombres distintos) no tuvo el mismo desempeño y Olivera no respondió de la misma manera en que lo había hecho Peralta. Estudiantes no ganó claramente ninguno de los duelos individuales a los que tanto hace referencia Marcelo Vázquez a la hora de plantear los partidos.

Al atarse a ese estilo pragmático, ofensivamente el Celeste no produjo nada. La cantidad de pases que se dieron entre Olivera y los centrales fue la muestra de un equipo sin ideas y sin movilidad.   

El ingreso de Sepúlveda en el segundo tiempo le dio a Estudiantes otra impronta. El Celeste se paró más arriba y cambió el ritmo del partido. De todas maneras, generar riesgo le costaba muchísimo. Hasta que llegó el minuto 19. En ese instante, otra vez un cambio le permitió sonreír a Marcelo Vázquez. Arismendi vino desde el banco para ser la figura del encuentro. Antes de cumplirse 60 segundos desde que estaba en la cancha, metió un frentazo para empatar el partido. Cuando la tormenta se venía brava por la expulsión de Martínez Schmidt, armó una gran jugada y asistió a Cainelli, que sólo tuvo que empujar la pelota para poner el 2 a 1.

Los 15 minutos finales fueron los del aguante. Sin Martínez Schmidt, expulsado por una reacción ante un rival (en una decisión exagerada de Lobo Medina), los de Vázquez cerraron el partido ante un equipo que sólo inquieto con centros desde todos los frentes.

Más allá del resultado, Estudiantes no jugó un buen partido. Desde lo táctico, el planteo salió mal. El equipo de Vázquez dejó pasar los primeros 45 minutos con un esquema demasiado cauteloso ante un rival que no pareció ameritarlo. Esto quedó claro cuando en el complemento, con sólo ser un poco más ofensivo, terminó consiguiendo dar vuelta el encuentro. Desde lo futbolístico, el Celeste volvió a demostrar que le está costando encontrar juego cuando le toca ser el protagonista principal del cotejo.

Párrafo aparte para el tema de los nombres. Las modificaciones que realizó Vázquez en la previa del encuentro tuvieron un resultado negativo. El caso de Arismendi es paradigmático, el Toto había tenido buenas actuaciones como titular y ayer fue al banco. Su ingreso en el segundo tiempo terminó siendo determinante. Si bien el DT anticipó que todos iban a tener alguna oportunidad, ayer hubo algunos rendimientos que no estuvieron a la altura. Estudiantes cosechó tres puntos en Carlos Casares y eso es lo positivo. Después, desde el rendimiento, el Celeste volvió a defeccionar, como lo había hecho ante San Martín de San Juan. Ahora tendrá una semana larga antes del último partido como local este año.