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Qué hay detrás del apriete de la barrabrava a los dirigentes de Estudiantes

El Celeste se convirtió en la vidriera deportiva de la ciudad, transita su mejor temporada en sus más de 100 años de historia y es referenciado por el fútbol argentino como uno de los modelos a seguir. Sin embargo, en el último partido de local apareció un grupo de violentos que amenazan con romper la tranquilidad en la avenida España

La tranquilidad en Estudiantes se vio perturbada en la última presentación de local, luego de una serie de acciones de la barrabrava del club, que tomó notoriedad mediante diferentes aprietes a la dirigencia del León.

Mientras el club es reconocido en la segunda división del fútbol argentino por su presente deportivo, por el crecimiento de infraestructura que ha tenido en los últimos años y sobre todo por apostar a un proceso largo que hoy le está haciendo vivir el momento más importante en sus más de 100 años de historia, el accionar de un grupo de violentos caracterizados como miembros de la barra rompió la tranquilidad en el Celeste.

Las más de 4 mil personas que el pasado viernes llegaron al Candini para alentar a Estudiantes ante San Martín de San Juan no entendían qué pasaba con el grupo de 50 barrabravas que desde la cabecera norte del Ciudad de Río Cuarto realizaron diferentes manifestaciones violentas, en lo que fue un claro mensaje mafioso para la dirigencia de la institución.

Estudiantes siempre fue un club familiar, que se caracterizó por fomentar la presencia en la cancha de todos los integrantes de una institución que tiene uno de los universos deportivos más variados de la ciudad.

El jueves por la noche, antes del partido ante los sanjuaninos, los barras ingresaron al club y cortaron parte del alambrado de la popular norte, situación que fue detectada por la Policía de la Provincia en la inspección previa a la apertura de la cancha y arreglada por los empleados del club.

El segundo síntoma de que algo iba a pasar se dio antes del comienzo del encuentro, cuando los barras no fueron a llevar las banderas (modalidad que acordaron con la Policía para poder acomodar las mismas antes del ingreso de la gente).

Luego, ya dentro del estadio, escudados en una supuesta prohibición para no ingresar las banderas (algo que nunca ocurrió), este grupo de personas comenzó a cantar en contra del presidente avisando que iban a armar “quilombo”, amenaza que cumplieron cuando promediaba el primer tiempo y se treparon a los alambrados, lo que obligó a detener el partido por más de seis minutos.

Ante la silbatina y el abucheo de todo el estadio, los barras siguieron desafiando al resto de los hinchas, a la Policía y a la comisión directiva.

Es difícil entender esta situación que se vivió en el Candini sin pensar que detrás de la misma hay intereses creados. La pregunta es: ¿cuáles son esos intereses que movilizaron a la barra a tener este comportamiento?

Carlos Paglione (al medio) se autoproclama como uno de los líderes de la barrabrava de Estudiantes.



El factor económico siempre está presente en este tipo de manifestaciones y no sería esta la primera vez que este grupo de personas presiona para conseguir beneficios para solventar sus actividades.

Otro de los factores que pueden estar detrás del accionar de los violentos sería la interna dirigencial en el propio club. Estudiantes creció exponencialmente en lo deportivo y en lo económico en los últimos años y hoy son muchos los  que quieren volver a manejar una institución que años atrás, cuando estaba en ruinas, no seducía a nadie más allá de los actuales dirigentes, que lograron ponerla de pie. ¿Habrá comenzado una interna por el poder en el club?

Por último, no hay que descartar el factor político, ya que algunos de los miembros de la barra tendrían vinculaciones directas con diferentes estamentos de la política de nuestra ciudad.

En las próximas entregas de esta investigación contaremos quiénes son los personajes dentro de la barra y desandaremos los factores que llevaron a este presente de violencia que contrasta con el andar deportivo de Estudiantes.