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El FMI y el Banco Mundial empiezan a ver algunas buenas señales sobre la Argentina

Tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial no avizoran un buen pronóstico para la economía argentina en materia de crecimiento. Sin embargo, comienzan a ver buenas señales.

Alejandro Werner, director para América Latina del FMI, en declaraciones televisivas a CNN, señaló: “En Argentina nuestro pronóstico es de una contracción (del crecimiento) para 2018 de 2,8% y para este año, de 1,7%. No obstante, estamos viendo que la contracción del tercer trimestre de 2018 fue menor a la que habíamos anticipado. Así que todos los datos vienen un poco mejor a lo esperado”.

En otro momento destacó la marcha del nuevo plan económico acordado con el FMI al indicar que “se han visto buenas noticias en el ámbito de estabilidad cambiaria, de reducción de las expectativas de inflación y sobre todo de la corrección de las cuentas externas, mostrando un dinamismo muy importante de las exportaciones en los últimos meses”, concluyó.

Anteayer se conoció el informe del Banco Mundial que en la misma sintonía que el Fondo anticipa una caída del PBI para 2019. 

De acuerdo a sus perspectivas, este año Latinoamérica crecería 1,7%. El BM dio cuenta de un "decepcionantemente débil" 2018, explicándose en gran parte por la situación en Venezuela, con una contracción de la economía de 18%, y la de Argentina, con una retracción de 2,8%.

Jorge Familiar, economista jefe del Banco Mundial, quien participó en la misma entrevista periodística que Werner, reconoció que Argentina enfrentará una contienda electoral con una economía en recesión, pero igualmente se mostró optimista al comentar que “en el marco de la reunión del Grupo de los 20 (G20), fue interesante observar conversaciones con actores políticos de diferentes partidos. De estas conversaciones, a mí me pareció que existe un consenso de que hay que seguir adelante con la aplicación de un marco macroeconómico razonable y con la adopción de medidas que son necesarias para que el país salga adelante. Creo que hay buenas señales de convergencia entre lo económico y lo político”.

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