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Brandolín va por la domiciliaria tras la suspensión del juicio

La noche del 14 de abril de 2008, los hermanos Sebastián y Maximiliano Eve protagonizaron una tentativa de homicidio: Sebastián le disparó cinco proyectiles con un arma 9 milímetros al dirigente villamariense Alejandro “Caño” Roganti en la puerta de su casa, situada en calle Las Heras 1200, en barrio Rivadavia. La víctima, a pesar de las graves heridas, sobrevivió.

El 11 ju­nio de 2010, Sebastián recibió una pena de 15 años, unificada en 18 por otra condena anterior. El jueves 26 abril de 2018, luego de que su abogado, Alejandro Dragotto, presentara un pedido de reducción de pena, que le fue aceptado, la condena finalmente quedó fijada en  14 años y 4 meses en una audiencia que se desarrolló en la Cámara del Crimen de Villa María.

Maximiliano, por su lado, fue sentenciado a 7 años y 2 meses de prisión (en calidad de partícipe secundario) en un juicio que se realizó en Cá­ma­ra Oc­ta­va del Cri­men de la capital cordobesa.

El exsecretario general del Sindicato de Luz y Fuerza, Eduardo Brandolín (65), está acusado de ser el autor intelectual: la imputación es por homicidio calificado por arma de fuego por promesa remuneratoria en grado de tentativa.

A mediados del mes pasado, este diario habló con el abogado de Brandolín, Ernesto Gavier —quien lo asiste junto con su padre Ernesto José—, y confirmó que el juicio iniciaba ayer. Sin embargo, con motivo del coronavirus y las distintas medidas tomadas al respecto, la Cámara Segunda del Crimen de Córdoba suspendió el comienzo. 

Asimismo, los letrados solicitaron la prisión domiciliaria para su defendido ya que está dentro del grupo de riesgo y sufre problemas cardíacos.

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