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"Siempre jugué para ganar, eso no se negocia"

Recordó Antonio Mazzini: “Alem trajo a Pancho Rivadero como DT para un torneo superior. Me acuerdo que quedamos 4 jugadores del club y eran todos los demás de afuera. Fue muy bravo”.

Estimó: “Llegaron todos jugadores con nombre, como Ángel Bocanelli, que había jugado en Talleres y la selección argentina, pero había una división permanente en el plantel. Ellos vivían en una casa y habían arreglado por mucha plata, el triple de lo que ganábamos nosotros. Los chicos del club no querían jugar”.

Subrayó: “Cuando llegó Pancho Rivadero me dijo que me daba la cinta de capitán y que éramos todos iguales. Pero concentrábamos en el Palace Hotel. Los de Alem íbamos juntos a una pieza y los otros se repartían en otras. Nunca nos mezclaban”.

Señaló: “La situación era insostenible, los resultados no fueron los esperados y en la Plaza le grité a Bocanelli que tenía que poner un poco más”.

Agregó: “Fue contra Deportivo Colón y me dijo que me iba a cagar a trompadas. Lo fui a buscar en el vestuario y lo llevé contra el rincón. Me agarraron el doctor Acosta y los compañeros. Estaba loco”.

Apuntó: “Pancho Rivadero se la agarró conmigo, pero no me quedé callado. Entrenábamos todos como locos durante la semana, pero jugaban ellos, que muchas veces venían a jugar y ni concentraban. Trajeron jugadores de afuera y les pagaron fortuna, pero acá había buenos jugadores y les pagaban chaucha y palitos”.

Para ese torneo “vinieron Bocanelli, Sosa, Haseney, Jacinto Barrionuevo, de Quilmes, y varios más”.

Reconoció: “Estaba acostumbrado a jugar con buenos compañeros, pero estos eran todos estrellas. Cada grupo por su lado y cuando las cosas no salen se acaba la plata y esta gente se va”.

Recalcó: “Cuando se fueron, los dirigentes me pidieron que fuera a buscar a mis compañeros de Alem para terminar el torneo”.

“Puse la cara y la cabeza. Todos me decían lo mismo: ‘Ahora nos mandan a llamar, cuando se llevaron la plata los otros. Volvemos por vos, Mono’, me dijeron y volvieron. Íbamos casa por casa, con el Pibe Vázquez convenciendo a los jugadores. Terminamos así el torneo, con los jugadores del club, y dirigiéndolos”, puntualizó.

Acotó: “Hoy todavía pasa lo mismo. Hay jugadores como Lanita Díaz, Ayrton Páez, Peto Villagra, pero no los juntan para armar el gran equipo de la Liga. Entra una comisión y los otros tiran para atrás. Nunca se unen”.

La “marca del León” con Boca

Precisó: “Con Boca, Ferro y Belgrano jugué amistosos con Alem. Y con Alumni jugué un amistoso contra Instituto de Kempes”.

Destacó: “El Ferro de Griguol trajo a Garré, Cúper, Rocha, Arregui, Saccardi y todo ese gran equipo de los 80. Nos ganó 2-0”.

Remarcó: “Ese 20 de enero de 1981 con Boca perdimos porque le atajaron un penal al tucumano Alé en el último minuto. Había hecho el gol apenas empezó el partido, pero el finado Tesare (luego fue DT de Alem) y Abel Alves lo dieron vuelta cuando faltaban 10’. Santos atajó el penal y terminó”.

Alem formó con Montes; Mazzini, Abate Daga, Carlomagno y Gianandrea; Bella, Rojas y Alé; Schibli, Monges y Aimar.

Era el Boca de Silvio Marzolini, que luego fue campeón con Maradona. Esa noche alistó a Santos; Pernía, Tesare, Mouzo y Córdoba; Benítez, Alves y Zanabria; Randazzo, Outes y Perotti. Luego ingresaron Salinas, Hugo Alves, Suárez y Gareca.

“Los arrimé un poco, porque yo siempre jugué para ganar y eso no se negocia en Alem”, dijo Mono.