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"Fui un futbolista irresponsable"

Destacó: "Eso me llevó a ser responsable en la vida y como DT para advertir a los jugadores y que no cometan mis errores"

Carlos Romero nació en barrio Rivadavia y formó parte de la escuelita del Club Rivadavia.

Recordó: “Me hizo debutar Mario Requena en un torneo Nocturno en Plaza Ocampo a los 15 años. Rivadavia dejó de hacer fútbol y nos fuimos todos a Arroyo Algodón. Debuté en un clásico para Spila Perachiolo contra Juventud Unida. Ese día jugué en Reserva y en Primera. Jugaban Ramón Conti y Víctor Carlomagno”.

Agradeció a su madre porque lo “bancó siempre”. “Yo fui muy irresponsable como futbolista, no iba a jugar, me quedaba a jugar los campeonatos relámpago en el barrio”.

Sostuvo: “El ‘Zurdo’ López me abrió la puerta de Independiente. Me fui dos años, en el ‘71 y ‘72. Discutí con ‘Pipo’ Ferreiro y me vine. El ‘Zurdo’ me recomendó en Ferro con el ‘Chino’ Ferreyra, que se quedó en la pensión, pero yo me volví. Al tiempo me llevaron a Newell’s y allí quedé”.

Apuntó: “Estaba el ‘Beto’ Schibli, que tenía muchas posibilidades. Griffa me llevó a la vieja pensión de calle Rioja. Si bien jugaba en la Liga Rosarina, me dieron botines, toda la indumentaria del club. Yo estaba de novio. Primero venía una vez por mes, después dos veces, luego tres veces, hasta que un día vine y me casé con mi mujer actual. No fui más. No me daban el pase y estuve 2 años sin jugar al fútbol”.

En la Liga y en Córdoba

Carlos Romero comentó: “En las pensiones no es fácil, menos cuando vas sin un mango. Mi vieja no tenía nada para darme, porque lavaba ropa y juntaba para el día”.

Recordó: “Me iba y me volvía a dedo a Rosario. Me cansé de viajar con los camioneros. Ahora es mucho más fácil”.

Acotó: “En Villa María jugué en Unión Central, que me fichó después de dos años sin jugar. Yo quedé libre de Newell’s. Don Américo me prometió que me dejaría ir a otro lado si surgía una posibilidad”.

Indicó: “Un día jugué en Plaza Ocampo contra Alumni y a la salida me esperaron dos dirigentes de Universitario. No tenía laburo, Christian (su hijo, actual DT de Argentino) tenía 1 año y nos fuimos con mi mujer. El DT era Ceballos y el presidente tenía un comedor en la Terminal. Me quedé a vivir en Córdoba. Jugué ‘trucho’ dos partidos: contra Talleres en cancha de Juniors y contra Racing”.

Precisó: “Salí en la foto de tapa del Diario Córdoba. Unión Central le pidió fortuna por mi pase. Don Américo había fallecido. Me tuve que volver a Villa María y estuve otros dos años sin jugar”.

Detalló: “Vendía ropa y sábanas por los pueblos. Me prendía a jugar en equipos de ligas, como en Atlético Villa Ascasubi, pero no duraba demasiado tiempo. Nunca me rechazaron en una prueba, pero jugaba un tiempo y me iba. En el club que más jugué fue en Colazo, al que también llegué porque vendía ropa. Ahí me retiré a los 28 años”.

Lanzó la frase: “Fui un futbolista irresponsable y eso me llevo a ser responsable en la vida y a darme cuenta de las oportunidades que desperdicié. Cometí mil errores como jugador. Como DT intento que a los chicos no les pase”.

Haz lo que yo digo...

El jugador le dio lugar a un joven entrenador, que nació con una invitación de “Chiche” Echeverría. “Me llevó para que le diera una mano en Barrio Industrial. Luego mi tío, Damiani, que era el presidente de Argentino y me invitó al club. Fui gratis. Le dije: ‘Te dirijo un campeonato sin cargo, pero después de ese torneo o me pagan o me voy’. Y así fue. Yo trabajaba en el ferrocarril y Argentino me contrató”.