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La actividad industrial frenó su crecimiento en el cierre de 2022

Las fábricas de Córdoba identifican a las dificultades con las importaciones como un factor central del parate que comenzaron a sentir en el último trimestre. Además, hubo pérdida de rentabilidad en casi todos los casos

La actividad de las fábricas de la provincia comenzó a ralentizarse hacia el último trimestre del año pasado y con ese menor impulso comenzó este 2023. Así lo remarcó el último relevamiento de la Unión Industrial de Córdoba (UIC) que realizó su habitual consulta entre sus asociados de toda la ptovincia para conocer aspectos centrales del desarrollo del sector.

El trabajo, que tomó la opinión de industriales de los 26 departamentos, cerró con algunas ideas fuerza: la actividad se fue desinflando hasta amesetarse en el último tramo de 2022; la rentabilidad se desplomó en la mayor porción de las empresas y buena parte de los encuestados adelantaron que, de todos modos, planean invertir a lo largo de este año. Este último dato en realidad explica dos características centrales: en muchas ramas de la actividad industrial actualizar bienes de capital o procesos no es una opción si se quiere ser competitivo en el mercado; y por otro lado, el espíritu innovador de muchas empresas que buscan la diversificación y la mejora en las plantas para ganar competitividad y productividad. Pero además destacaron que no esperan grandes cambios para este año: la mayor parte de los empresarios imagina un complejo escenario con algo más de dificultades por delante.

“Claramente hay un factor que es determinante y son las restricciones a las importaciones. Hay sectores a los que esto impacta de lleno y están trabajando casi al día”, explicó a Puntal el presidente de la UIC, Luis Macario.

El directivo precisó que al 31 de diciembre los pedidos de importación de las empresas cordobesas habían sido aprobados en un 27% mientras que un 2% fue rechazado; el resto aún aguarda el avance del trámite.

“Eso le pone un freno al nivel de actividad y seguramente la vamos a tener a lo largo de este año. Si a eso sumamos el efecto de la sequía que estamos viendo en el interior productivo, el panorama se puede complicar algo más”, agregó el titular de la entidad fabril.

Por otro lado, y refiriéndose al dato de las inversiones previstas para este año por parte de las empresas, Macario ponderó “el espíritu emprendedor del empresario cordobés que se destaca en el concierto nacional. Y responde también a la necesidad de no quedarse quieto en un mundo tan competitivo. No hay tiempo para esperar porque se pierde el tren de la competitividad. Infiero que será la búsqueda de una ampliación de factutación o de recorte de costos con la incorporación de mejoras en los procesos productivos”, explicó.

En números concretos, la encuesta remarca que “el 72% de los empresarios dijo que su nivel de actividad es igual o menor al que tenía hace exactamente un año. Sólo el 26% experimentó crecimientos en 2022. El 61% indica que ha sufrido un decrecimiento en su nivel de actividad interanual de hasta un 30%. Las industrias que más inconvenientes enfrentan para expandir su actividad son las pequeñas y las empresas de maquinaria agrícola. Curiosamente este último fue un sector que en los últimos años vino expandiéndose de manera significativa, aún durante la pandemia, pero que un combo de dificultades comenzó a ponerle palos en la rueda: falta de crédito, importaciones trabadas y sequía severa.

Por otra parte, el 58% de las empresas vieron decrecer su rentabilidad. Únicamente el 14% ha crecido en términos de márgenes durante el 2022, en tanto, el 25% informó que posee el mismo resultado que obtenía hace un año atrás. “Más de la mitad de las empresas en dificultades han soportado pérdidas en rentabilidad de hasta un 30%. Particularmente las medianas son las que han padecido las caídas más agudas en el último año. A su vez, automotrices y empresas de maquinaria agrícola tuvieron dificultades para incrementar sus beneficios en 2022”, explica el informe.

Por segmentos, el 56% de las microempresas espera un 2023 con iguales dificultades o mayores para la expansión de su actividad. La gran mayoría cree que se desenvolverá en un contexto de mayor presión fiscal y de crisis económica. Las pequeñas empresas, por su parte, ven con poco optimismo la coyuntura económica. El aumento de la inflación y un mercado interno poco favorable son los principales obstáculos para ese segmento. Entre las medianas, el 52% cree que 2023 será igual o más dificultoso ampliar su nivel de actividad este año. Las dificultades para acceder al mercado de divisas es su principal traba. En el caso de las grandes, sólo el 35% piensa que 2023 será más próspero para su actividad. Esperan más restricción de las importaciones y mayores niveles de inflación.