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Un libro devela detalles del universo de Elena Ferrante

"La invención ocasional" reúne una serie de artículos publicados en el diario The Guardian.

Elena Ferrante, autora de la saga sobre la vida de dos amigas en el Nápoles de mitad del siglo pasado que marcó un acontecimiento en la narrativa contemporánea y cuya identidad continúa sin confirmarse, publicó semanalmente durante 2018 una serie de artículos en el diario The Guardian que fueron compilados bajo el título La invención ocasional en un libro que devela por estos días nuevos aspectos de su universo.

La propuesta fue del diario británico y según cuenta Ferrante en las primeras páginas, la halagó y la espantó al mismo tiempo porque nunca había tenido que escribir por obligación y decidió aceptar sabiendo que la tarea no duraría más de un año.

Con las fechas escritas al final, los artículos comienzan en enero de 2018 y finalizan el mismo mes del 2019 plasmando un recorrido por las formas en las que la autora piensa la escritura y la lectura pero también indagando en su dificultad para conciliar el sueño, en su mirada sobre las entrevistas periodísticas o en la relación con su madre.

"Las creencias no son ni buenas ni malas, solo sirven para dar un orden al desorden de nuestras angustias", escribe Ferrante en uno de los primeros artículos en los que el vínculo con la escritura es central, "un ejercicio que dura toda la vida", según define.

La autora de "La amiga estupenda", "Un mal nombre", "Las deudas del cuerpo" y "La niña perdida" confiesa que no le interesa "escribir algo jamás escrito" y asevera que suele hacerlo "para sacar a la luz todo aquello que, por costumbre, por vivir en paz, tendemos a callarnos".

En esa línea plantea que "cuando nos atribuimos de modo más o menos arbitrario la tarea de contar no debemos preocuparnos por la serenidad de quien nos lee, sino solo por construir ficciones que nos ayuden a contemplar la condición humana sin demasiados filtros".

En uno de los artículos llamado "Mujeres que escriben", Ferrante expresa: "En el imaginario, el valor de recorrer el mundo luchando con la palabra y las acciones sigue siendo cosa de intelectuales de sexo masculino. Por una serie de reflejo condicionado de la cultura, a las mujeres se les sigue asignando el balcón desde el que contemplan la vida que pasa para después contarla con palabras indefectiblemente trémulas".

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Si bien se la conoce por la tetralogía "Dos amigas", que protagonizaron Lenú y Lila, la autora también es la creadora de las novelas que en nuestro país se publicaron bajo el título "Crónicas del desamor" y reúnen "El amor molesto", "Los días del abandono" y "La hija oscura", que al igual que toda su obra editó Lumen.

Esta semana se supo que el mismo sello publicará en septiembre su última novela, "La vida mentirosa de los adultos", que fue editada en noviembre del año pasado en Italia, está ambientada en la burguesía de Nápoles de los años 90 y narra la historia de una adolescente que busca averiguar el secreto que esconden sus padres.

Se trata de una escritura que se sitúa al lado de los libros como una ficción no muy distinta de la literaria. Me invento para un periodista, pero también el periodista con sus preguntas se inventa para mí Se trata de una escritura que se sitúa al lado de los libros como una ficción no muy distinta de la literaria. Me invento para un periodista, pero también el periodista con sus preguntas se inventa para mí

Con millones de ejemplares vendidos en el mundo -solo 30 millones vendió la historia en cuatro partes de Lenú y Lila- Ferrante continúa siendo un misterio: nunca se confirmó su identidad aunque algunos se la atribuyen a Anita Raja, traductora de la editorial que publica sus libros y esposa del escritor napolitano Domenico Starnone, cuyo apodo era Nino, el mismo que el de uno de los personajes principales de su saga más famosa ("Nino Sarratore").

Lo cierto es que seguimos sin conocer su rostro ni podemos asegurar quién es pero el universo Ferrante continúa alimentando la literatura contemporánea con publicaciones pero también con contenido audiovisual, ya que "La amiga estupenda" se convirtió en serie, cuya primera parte fue un éxito de público y crítica, y la segunda ya se estrenó en marzo en la Argentina de la mano de HBO.

En las pocas entrevistas que dio a la prensa internacional, la autora habló de su trabajo a la hora de escribir ficción, de sus personajes y del fenómeno internacional que ocasionó la historia de los habitantes de ese barrio de Nápoles en el que múltiples voces van creciendo, a la par de las dos protagonistas, con contradicciones, pasiones y proyectos que intentan desafiar la desigualdad.

Y sobre ese momento, el que implica dar una entrevista, Ferrante se detiene en "La invención ocasional" para definirlo como un instante en el que "el entrevistado confía el cuerpo, las expresiones de la cara, los ojos, los gestos y sobre todo la oralidad a la escritura del entrevistador".

Pero ella ha preferido siempre "una agradable correspondencia escrita" donde explica que hay más tiempo para pensar preguntas y respuestas y señala que ahora le resultan cada vez más útiles: "Se trata de una escritura que se sitúa al lado de los libros como una ficción no muy distinta de la literaria. Me invento para un periodista, pero también el periodista con sus preguntas se inventa para mí".

Y continúa: "Me invento dirigiéndome no solo a quien ha formulado las preguntas y a nuestras posibles lectoras y lectores, sino también a mí misma, o al menos una parte importante de mí que considera por completo insensato desperdiciar tanto tiempo en escribir, en ser autora, y necesita enumerar motivos que justifiquen semejante derroche de vida".

De todas maneras, si bien asegura que solo se siente dueña de sí misma cuando escribe y esa tarea se expande en las páginas que fueron escritas semanalmente durante todo 2018, se preocupa por advertir que "lo que cuenta es de qué manera quien escribe se integra en la tradición literaria no solo con su habilidad para orquestar palabras, sino con sus conceptualizaciones y su personalísimo bagaje de cosas urgentes que contar".

Las columnas que integran "La invención ocasional" fueron escritas en un contexto lejano al que vive el planeta por el aislamiento por la pandemia de coronavirus pero rescatan la posibilidad de la escritura como invención de un mundo, de una identidad que irrumpe para narrar historias y resignificar lo conocido desde la perspectiva de una autora que tomó esa tarea como una apuesta de vida.

La misma que en esta faceta que la desafió a escribir en otro formato señala que "la carcajada ante lo insoportable es una apuesta por la literatura" y esa es la carcajada que más le interesa.