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Una laboulayense donará médula ósea para un receptor de Estados Unidos

Martina Mendieta fue contactada por el Incucai tras inscribirse como donante años atrás. Ayer viajó a Buenos Aires y para los estudios previos y el 24 de agosto será la extracción. En 2018, un farmacéutico de esta ciudad hizo su aporte para salvar la vida de un niño italiano.

Martina Mendieta se preparaba ayer para viajar a Buenos Aires y someterse a los estudios médicos, previos a ser donante de médula ósea y células hematopoyéticas, tras resultar compatible con un paciente receptor que espera por este aire de vida en Estados Unidos.

“La nueva heroína”, así anunciaban desde el Grupo Solidaridad y Esperanza de Laboulaye, la novedad sobre esta joven profesional que se convierte en la segunda donante de médula ósea de esta ciudad. Anteriormente fue el farmacéutico Gustavo Ferrarese, quien con su gesto salvó la vida de un niño italiano.

Martina Mendieta tiene 34 años, es mamá de Juan Ignacio (10), y en varias ocasiones donó sangre en distintas campañas organizadas en Laboulaye. Hace aproximadamente 4 años, cuando acudió en ayuda de un familiar, fue consultada si quería inscribirse como donante de médula ósea. No hubo lugar a dudas, y la solidaridad y empatía de esta mujer volvieron a manifestarse.

En febrero de este año, Martina recibió un llamado del Incucai para informarle que había una persona que transita una dura enfermedad, y que ella tenía un alto porcentaje de compatibilidad para ser donante de médula ósea y ayudar a dicho paciente. “Me preguntaron si yo quería comenzar con este procedimiento de donación. les dije que sí”, comienza a contar a Puntal. Posteriormente, se le informó que había quedado seleccionada.

El receptor es un hombre de Estados Unidos, de 51 años.

Ayer, Martina iba a ser trasladada a Buenos Aires para someterse a los estudios previos, que comenzarán el lunes, y prepararse para que el 24 de agosto finalmente sea sometida a la extracción.

“Lo del peso y la edad del receptor no es un dato más, porque eso determina el tipo de extracción que se me hace. En mi caso no será por punción, sino que me van a extraer sangre y de allí retirarán las células que necesitan”, explica.

Apoyo familiar y de la comunidad

El lunes comenzará con estudios que se requieren para este tipo de intervenciones en el Hospital Alemán, de Buenos Aires. “Creo que después me ponen unas inyecciones para estimular la médula y que produzca más de las células óseas que se requieren, y así puedan extraerlas el 24 de agosto”, detalló Martina Mendieta.

El método al que será sometida se denomina “aféresis”, y permite extraer del donante la combinación de los componentes sanguíneos deseada y en mayor cantidad. “Luego la otra sangre me la devuelven”, bromea Martina.

Con el apoyo de su familia y también de los vecinos de su ciudad que destacan su espíritu solidario, la joven encara este procedimiento.

Martina Mendieta es psicomotricista, docente de la Universidad Nacional de San Luis, trabaja en el Instituto Imed de Laboulaye y en el Centro de Apoyo Escolar. Además está cursando la carrera de Terapia Ocupacional en la Universidad de Villa María.

Multifacética y con un alto compromiso social, Martina asume la importancia que tiene el hecho de ser donante, y espera poder contagiar a muchos otros a sumarse.

Sobre su gesto sólo dice que “no se trata de nada extraordinario. Es ayudar. Estoy muy contenta de colaborar y dar una mano a alguien”.

El farmacéutico, el primer caso

En octubre de 2018, Puntal se hacía eco de la historia del farmacéutico de Laboulaye Gustavo Ferrarse, quien también donó su médula ósea y salvó la vida de un niño italiano.

Este fue el primer caso en la ciudad, ahora se suma Martina. Todo ello, resultado de la tarea de concientización que se viene llevando a cabo en la ciudad del sur cordobés, a través del Grupo Solidaridad y Esperanza, que procura resaltar la importancia que tiene el ser donante, y que con este gesto se pueden salvar vidas.

“No lo pensé, sentí que el destino o Dios me habían puesto ahí para ayudar”, dijo en aquella oportunidad a este medio Gustavo Ferrarese, quien resultó ser 100% compatible con un pequeño de 8 años que estaba grave.