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Familiares de Lucrecia Ñañez renovaron el pedido de justicia

La Fiscalía de Instrucción de Tercer Turno solicitó a fines de septiembre que la causa por mala praxis sea elevada a juicio. Esperan la respuesta del Juzgado de Control. Por la muerte de la adolescente hay siete médicos imputados

A tres años y cinco meses de la muerte por mala praxis de Lucrecia Ñañez (15), familiares de la adolescente -su madre Carina Gianinetto, su abuela María Rosa Ramos y su tía María Emilia Chialvo- volvieron a pedir una vez más “que se haga justicia”.

La abogada Analía Paula Nicolli es quien acompaña a las allegadas de Lucrecia y es quien explica que, a fines de septiembre, la Fiscalía de Instrucción de Tercer Turno -a cargo de René Bosio- pidió la elevación a juicio de la causa.

Por la muerte de la adolescente en el Hospital Pasteur hay siete médicos imputados: Carla Malvina Beltramo, Eduardo Hugo Buffadossi, Cristian Fabián Ferres, Cecilia Isabel Ligorria, Melisa Andrea Mendez, José Ignacio Nobrega Lascano y Natalia del Valle Godoy.

El Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Córdoba considera que los siete facultativos son los supuestos autores responsables del delito de homicidio culposo, en los términos de los artículos 45 y 84 del Código Penal.

Nicolli indicó ante PUNTAL VILLA MARÍA que, con una pericia aprobada por un comité médico que se dedica exclusivamente a determinar casos de mala praxis, “es imposible que el Juzgado de Control se oponga o se resista a una elevación a juicio en donde hay siete médicos imputados por imprudencia y negligencia”.

La muerte -según consta en el informe forense- se produjo a causa de un shock séptico multiorgánico que sufrió Lucrecia, es decir, una infección generalizada. Ésta última provocó un paro cardiorrespiratorio.

La abogada que representa a la querella sostuvo que los avances en la causa se consiguieron por la proactividad del fiscal que en su momento requirió los expedientes médicos.

Según la asesora letrada, la Fiscalía pudo comprobar que la menor de edad -que cursaba un embarazo de entre dos y tres meses- no estuvo acompañada por su familia.

“Tratándose de una menor, deberían haber permitido el acompañamiento familiar. Lucrecia tenía tan solo 15 años. A la familia prácticamente no la dejaban ingresar”, expuso Nicolli.

La Ley 25.929 sobre Parto Humanizado contempla -en su segundo artículo- que un menor de edad no puede quedar aislado de sus parientes. A su vez, establece que el adulto debe acompañar al paciente y que debe tener injerencia en la toma de decisiones médicas.

Cronología de los hechos

Lucrecia ingresa por primera vez al Pasteur el último día de mayo del 2017. Cinco días después se confirma lo peor: había fallecido.

A las tres y media de la mañana del miércoles 31 de mayo de 2017, una ambulancia traslada a Lucrecia desde el barrio San Nicolás hasta el Hospital. Atraviesa un aborto espontáneo. La atienden en la Guardia y regresa a su casa. Vuelve y no le recetan, ni siquiera, antibióticos. A las cinco de la tarde la familia hace lo que puede: decide llevarla a una clínica de la ciudad. Le realizan una ecografía transvaginal. Tres horas después, a las ocho de la noche, vuelve al hospital. Le diagnostican un aborto incompleto y piden un legrado.

El jueves 1° de junio, a las tres de la tarde —estaba previsto para las primeras horas de la mañana— se lo practican: le extraen restos y, sin más, le dan el alta. A las siete y media de la tarde siguen los vómitos, la fiebre y hay mal olor en la zona vaginal. Vuelve al Pasteur y se solicita un nuevo legrado. Se hacen análisis y se detecta necrofilia en el útero. No cualquier necrofilia: ronda el 80 por ciento.

El viernes 2, la adolescente sigue en observación. El 3 de junio, no deja de ser evidente: el cuadro se agrava. Hay una nueva intervención: se realiza una laparotomía exploradora para constatar el estado de los órganos. Se habla de una histerectomía —extracción total o parcial del útero— pero no se efectúa. El domingo 4 continúa en observación.

El lunes 5 ya es indiscutible: los profesionales vuelven a abrir ese cuerpo que ya no es cuerpo para observar el estado de los órganos. El lunes 5 es inevitable. Según el certificado de defunción, Lucrecia muere a las dos de la tarde.