Opinión | marcelo-irastorza |

La muerte de DLS: ¿un envión para el 2019?

Por Marcelo Irastorza

El 27 de octubre de 2010 los argentinos quedaron perplejos con la muerte del expresidente Néstor Kirchner.  Sufrió un “paro cardiorrespiratorio no traumático”, informó su médico personal, el doctor Luis Buonomo. Kirchner ya había tenido una serie de alertas previas, como la que derivó en una intervención por una afección en la carótida derecha y luego una obstrucción en una arteria coronaria a raíz de la cual fue sometido a una angioplastia. Sin embargo, el fallecimiento del exmandatario causó sorpresa en el ambiente político y en el país en general. Con los funerales propios de un  jefe de Estado, los restos de Kirchner fueron velados en la Casa Rosada. La despedida fue tan emotiva como multitudinaria. Y en ese momento más de uno se preguntó cómo iba a seguir Cristina Fernández de Kirchner con su presidencia. Pero a partir de la muerte de su esposo la imagen de Cristina comenzó a crecer. Vestida de riguroso luto, la por entonces mandataria siguió conduciendo los destinos del país y fue por su reelección ganando las presidenciales con el 54 por ciento de los votos. La figura de su líder político, desaparecido ya físicamente, le sirvió al kirchnerismo para retener el poder. También la muerte de Eva Duarte, la esposa del general Juan Perón, marcó un hito importante en la historia del peronismo y de la Argentina. Y tampoco hay que olvidar que la inesperada muerte de Carlos Menem Jr. fue un envión insoslayable en la carrera reeleccionaria de Carlos Saúl Menem. 

Hace ya más de una semana que José Manuel de la Sota dejó de existir. Su trágica muerte provocó una fuerte conmoción en los cordobeses y sacudió el tablero político provincial y del país. ¿La figura de De la Sota también operará como un efecto disparador de cara a las elecciones provinciales del 2019? En medio del dolor por el fallecimiento del tres veces gobernador de Córdoba se escuchó hablar por parte de distintos dirigentes peronistas del legado que dejó. “Tenemos que trabajar por la unidad del peronismo cordobés y garantizar el triunfo electoral el año que viene”, coincidieron distintos referentes justicialistas tras la sepultura de los restos de De la Sota en el panteón que la familia tiene en el Cementerio San Jerónimo. La semana pasada, el gobernador Juan Schiaretti participó de una reunión de la mesa chica del PJ de Córdoba, ocasión en la que habló de la unidad del justicialismo cordobés. A partir de ese encuentro se organizó un diagrama de visitas al interior provincial que estarán encabezas por el titular del peronismo, Carlos Caserio. Trascendió que el senador peronista estará acompañado por el delasotista Jorge “Zurdo” Montoya, un operador político nato, clave en este tipo de misiones partidarias. Frente a este cuadro de situación se abren dos grandes desafíos para Schiaretti, quien ha quedado como principal referente del PJ cordobés. Por un lado, contener a todos los sectores y, por el otro, buscar canales de diálogo con el kirchnerismo. Sin un justicialismo unido no se podrá retener el poder en la provincia.

Dicen que las elecciones serán a mediados del próximo año. ¿Cómo impactará la imagen de De la Sota en el citado desafío electoral? En el peronismo hay quienes creen que la personalidad del extinto exgobernador ayudará a conservar la provincia como le pasó a Menem con la muerte de su hijo y a Cristina con el final de Kirchner. Se basan para ello en la multitudinaria despedida de los restos del exmandatario. ¿Será así? El 2019 lo dirá.