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"Perder permite aprender, que es la esencia de esta disciplina"

El sensei Jorge Garzón, director de la Escuela Shidokan Argentina, aseguró que "muchas veces perder significa ganar, porque uno observa dónde se equivocó. Cuando se gana con facilidad, hay capacidades que no se desarrollan"

“Perder permite aprender, esa es la base y esencia de esta disciplina, el aprendizaje”, manifiesta el sensei Jorge Garzón.

La frase invita a reflexionar acerca del aprendizaje para la vida que ofrenda el karate do, pero también el resto de las disciplinas deportivas que, movidas por el exitismo, suelen dejar de lado la esencia y el aprendizaje.

Su visita se produjo el fin de semana en la sede de la Asociación Shidokan, donde realizó seminarios de actualización técnica y toma de exámenes de graduación a los alumnos.

El sensei Jorge Garzón, 8° Dan, es la máxima autoridad de la Escuela Shidokan Argentina.

Luego de recibir de manos del sensei Sergio Lynch y sus alumnos un recordatorio (una gigantografía que lo muestra junto al maestro de la escuela Shidokan, el sensei Katsuya Miyahira), el director sensei Jorge Garzón dialogó con Puntal Villa María.

Recordó que “hacía tres años que no venía, por la pandemia y por otras cosas que sucedieron y postergaron esta visita. Me voy muy orgulloso de haber compartido nuevamente con toda esta gente, ver lo bien que han trabajado, no solo pudieron mantenerse, sino que siguieron progresando”.

Más allá de banderas o ideologías

Durante el fin de semana, se llevó a cabo el seminario de menores, se efectuaron los exámenes de graduación y también la capacitación de cinturones negros, de la que intervinieron los instructores y el director de la Escuela de la Pampa, Raúl Diezer, 7°Dan, quien se hizo presente con 5 cinturones negros.

También, se desarrolló el seminario de mayores con el examen de graduación. Sostiene que “luego de tantos años de seguir sembrando y cultivando, el esfuerzo de los alumnos nos permite sacar buenas conclusiones. Uno ha aplicado lo que conoce para que se multiplique ese aprendizaje y se empiecen a dar resultados positivos, ya que la gente que tiene una esencia realmente sensible y humanizada obtiene resultados a nivel social al formar gente”.

Agrega que “esa gente que se va formando, desde niños, hoy son hombres de bien como Alexander Tessio y Sergio Lynch, que han desarrollado un equilibrio interior que no es común ver en la actualidad y es muy importante que se pueda contagiar, ya que va más allá de las banderas, estilos o de ideologías”.

Acota que “lo humano empieza a ser una sola cosa, que todos nos respetemos como debe ser, más allá de diferencia de banderas o de pensamientos. Respetar el pensamiento del otro y lograr crecer uno mismo, en su pensamiento”.

Resalta que “de esta manera, mi escuela será más solvente desde lo interior y las otras muy respetadas escuelas sabrán valorarnos y respetarnos. Sabemos cultivar nuestro nombre Shidokan, que es camino del espíritu”.

Camino del espíritu

Afirma que “aquí lo mantienen Lynch y Tessio, siguen la performance desde el interior. Villa María tiene que estar muy orgullosa de tener a estos excelentes seres humanos”.

A nivel nacional, “hemos padecido situaciones extremas. Lamentablemente hay instructores que fallecieron por el Covid y lo importante ha sido mantener esos dojos. Esos lugares hoy siguen vigentes en la provincia de Buenos Aires, La Pampa, en el sur, en Córdoba. La estructura se mantuvo intacta, tenemos que seguir adelante y estamos muy seguros de poder volver a retomar con toda esa fuerza y equilibrio que a todos los caracterizó siempre”.

Celebra sus 50 años de trayectoria

Garzón cumplirá en octubre 50 años de trayectoria. “Para mí es todo un logro y cuando lo pienso me parece que fue ayer cuando me inicié. Son 50 años que han marcado mi vida y hay que estar dispuesto a renunciar y lograr objetivos, tener ese equilibrio, debido a que uno renuncia y deja cosas de lado, que por ahí le gustan hacer, pero tiene que dejarlas para lograr un beneficio para otros. Los demás merecen tener una oportunidad, si no para qué me sirve ser lo que fui y soy, si luego nada queda como enseñanza para nadie”.

Perder para ganar, aprender, crecer

Resalta que “a estos 50 años los festejaré en octubre en La Pampa, donde hacemos el Torneo Nacional de Shidokan en la localidad pampeana de Intendente Alvear”.

Profundiza la frase con la que se inicia esta nota al indicar que “muchas veces perder significa ganar. Así es, perder es la base para que uno pueda reflexionar y darse cuenta dónde se ha equivocado”.

Añade que “cuando se gana y se sostienen logros con facilidad, hay ciertas capacidades que uno no desarrolla. A veces se tiene suerte, pero no solo en este deporte, sino en la vida misma y en el trato diario con otros seres humanos”.

Manifiesta sin dudar que “uno piensa que es mejor que otro, pero muchas veces uno está equivocado ya que uno es solo un eslabón de un sistema. Pero si uno es un eslabón fuerte, viene a realizar y mejorar a los otros eslabones para que se fortalezcan. Hay que perder una posición o bajar para volver a subir y, si tengo posibilidades, me quedo y no trasciendo, para otorgarle a otro la posibilidad de que aprenda a crecer”.

Aferrarse a la disciplina

La máxima autoridad de la Escuela Shidokan en Villa María, sensei Sergio Lynch, 7° Dan, no pudo disimular su felicidad: “Se me mezclaron muchas emociones por la presencia del sensei Garzón”.

Insistió en que “en particular estoy muy feliz. Lo que hago es seguir una línea, una base que el mismo Garzón supo aprender de sus maestros y nos lo transmite a nosotros diariamente. Seguimos esa conducta, que es respetar lo que uno hace, respetar a la familia, y respetarnos entre nosotros. Solo con eso, sumado al aprendizaje, se van logrando los frutos y se puede perdurar en el tiempo”.

Lynch consideró que “lo más difícil en la práctica del karate es perdurar, ya que muchos pasan por el dojo, pero no todos perduran y transmiten sus conocimientos. Solo lo logran los que continúan en la práctica del deporte y es muy difícil ya que no son artes marciales que la realicen multitudes”.

Estimó que “es la disciplina la que es difícil de sostener y, sobre todo, en las sociedades que vivimos actualmente. Nosotros nos aferramos a la disciplina, es la misma escuela la que nos inculca que el karate es un estilo de vida, es poder sostener una conducta en el tiempo y encontrar así los frutos”.

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