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Desafíos laborales para la pospandemia: "Un plan integral y consensuado"

La presidenta del Foro del Derecho del Trabajo, Cristina Azócar, remarcó que todos los niveles de gobierno tendrán responsabilidad en la etapa que se avecina para revertir el profundo deterioro en el mercado de empleo

Los meses de pandemia trazaron una fuerte dificultad adicional a la compleja realidad laboral que atravesaba la Argentina, fruto de la crisis económica desatada en 2018 y al acumular además 10 años sin crecimiento de su PBI.

Los enormes desafíos que enfrentarán los gobiernos de los tres niveles estatales no serán menores y por eso necesitarán agudizar sus políticas para revertir el deteriorado cuadro de situación. Generar empleo en la pospandemia es una de las premisas que más se escucha en la actualidad.

Por eso, la abogada laboralista y presidenta del Foro del Derecho del Trabajo, Cristina Azócar, analizó la coyuntura y trazó una serie de ejes a futuro. “La pandemia ha dejado secuelas devastadoras, una economía fragmentada y con una parte no menor de la población en estado de vulnerabilidad social, un agravamiento de la pobreza y de las desigualdades. Y en el mundo del trabajo el efecto es enorme. Cerraron y cayeron muchas empresas chicas, medianas y grandes, se perdieron miles de puestos laborales dependientes y autónomos, formales e informales. El desafío no es sólo la recuperación, sino una reconstrucción estratégica porque no estábamos nada bien, pero debemos resurgir mejores”, planteó la especialista.

-¿Qué roles deberían cumplir en la pospandemia los trabajadores, las empresas y el Estado?

-Esta situación obliga a encontrar el equilibrio entre los intereses de ambos sectores –empleadores y trabajadores– siendo el Estado el principal gestor a tal fin. Es el Estado el que debe proteger y pregonar la producción y la generación de trabajo genuino implementando políticas a corto y largo plazo en las que se contemple, por ejemplo, la reducción sincera de las cargas laborales, capacitaciones en oficios conforme una estadística implementada al efecto, con el objetivo de ir cerrando el asistencialismo generado mediante planes sociales, de manera gradual, logrando fuentes de trabajo para todos. Todo ello sin desconocer los derechos adquiridos y logrados por la clase trabajadora a lo largo de la historia.

-Entonces, ¿en materia normativa también será necesario aplicar cambios?

-Se deben reformular algunos aspectos de la normativa laboral, lo que no implica de ninguna manera el desconocimiento del principio protectorio del derecho del trabajo sino por el contrario, proteger al trabajador frente a los cambios que se presentan y que parecían lejanos pero ya son parte de nuestra realidad y han venido para quedarse, esta reformulación debe necesariamente respetar los pilares en los que se sustenta el derecho del trabajo.

-¿Y qué pasa con los gobiernos ante esto?

-Los gobiernos deberían plantearse políticas de Estado que vayan más allá del corto plazo y que cuenten en su formulación con la amplia participación de todos los sectores en base al diálogo, incluyendo a las organizaciones gremiales, de los empresarios, de los científicos, de todos los partidos políticos, de las organizaciones populares, vecinales, culturales, educativas, artísticas, deportivas, lúdicas.

-¿Por dónde debería empezarse?

-La realidad nos impone urgentemente un plan estratégico. Nada funciona sin un plan integral, consensuado, real que contemple todas las situaciones presentes y futuras. No hacerlo es atrofiar y limitar la necesaria democracia social que nos hace falta.

-¿Cuál es el rol de los municipios en ese sentido?

-Los municipios cumplen un rol fundamental porque gestionan y pujan por un modelo no sólo urbano, que debe reformularse, sino social y económico. El desafío de los municipios en el contexto actual es muy grande. El impacto de la pandemia y sus consecuencias en el mundo laboral es una fuente de desafíos durante la emergencia sanitaria y para el después.

-¿Y entonces?

-Los municipios deben replantearse en este contexto cómo preservar las relaciones laborales y cómo mantener ingresos en forma sostenida y suficiente para las familias. Deben buscar las herramientas para avanzar en lo inmediato en la mejora del empleo en general, en proyectos de formación profesional e incentivos para el entrenamiento laboral y la inserción en el empleo público de manera cualitativa y no cuantitativa. El aporte local en ese sentido es fundamental.

-¿Alguna particularidad dentro de ese marco para la ciudad de Río Cuarto?

-Río Cuarto tiene una posición privilegiada respecto a otros municipios. No podemos ser Capital Alterna Nacional y Provincial mirando para un costado. Debemos realizar el sueño de una ciudad industrial, productiva, bella, habitable, culta, segura, sin necesidades básicas insatisfechas y con plena ocupación. Y debemos empezar con los últimos, los olvidados o postergados, para arribar a la plena realización de todos. Debemos estar a la altura del rango institucional logrado. Y eso sólo se logra desde una cultura de diálogo sincero, de encuentro y de trabajo común de todos los riocuartenses.