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Construcción natural y autogestiva, una elección que transforma la vida

Un puñado de familias de la ciudad y alrededores ya se anima a levantar las paredes de su casa con ladrillos de adobe. Aseguran que tienen características beneficiosas. Hay una ordenanza en camino

La casa de la familia Baldelli- Melegatti llama la atención a cualquier visitante que la conoce. Ubicada en la zona rural de Las Higueras, está construida con ladrillos de barro, tiene paredes curvas con botellas de vidrio incrustradas, aberturas y techo de madera y una cubierta exterior verde, con plantas sembradas adrede. Adentro, hay un entrepiso a medio construir, tres habitaciones y dos baños, más un living, comedor y cocina con ventanales al patio. La luz del sol se filtra por todos lados.

En julio de 2008, Edgardo y Paula  compraron un terreno que queda a cinco minutos en auto, por calle de tierra, detrás del Seminario. Alambraron, forestaron y fueron preparando la tierra para lo que se venía. 

Buscando ideas para levantar su casa, encontraron un video de 52 minutos de Jorge Belanko, llamado “La casa, las manos, la tierra”, que los enamoró. Se trata de un instructivo que brinda información de todo el proceso de bioconstrucción: desde el cavado de los cimientos hasta el revoque final con elementos naturales, con la voz de la experiencia del referente más importante a nivel nacional de la bioconstrucción.

Sin ayuda de arquitectos ni constructores, Paula, de profesión docente universitaria, y Eduardo, carpintero, armaron un modelo en escala real, con arcilla que les sirvió de guía para diseñar su futura casa. En la etapa de construcción fueron los capataces de la obra junto a sus hijos, amigos y familiares. “Todo el que pasaba por acá hacía algo”, recuerda Paula. 

Los bloques que utilizaron son de tierra y paja. Se los compraron a un hombre que falleció hace poco, que fabricaba ladrillos con tierra negra.

El proceso no fue corto ni fácil. Recién pudieron habitar la casa al comienzo del verano de 2015. Sin embargo, valió la pena la espera ya que hoy disfrutan de vivir en un “ambiente más amigable y saludable” para su familia. 

Comparten con el vecino una perforación de agua y tienen una estufa a leña para calefaccionarse, y utilizan la luz que les provee la cooperativa eléctrica de Las Higueras. 

-¿Cómo fue el diseño de la casa?

Paula: Lo hicimos todo nosotros. Nos basamos en los consejos que Belanko decía en el vídeo sobre las paredes curvas (sin columnas ni encadenado) las proporciones a utilizar... Indudablemente hay ciertos conocimientos de Edgardo, que se dedica a la carpintería y hace techos, que ayudaron para que las cosas se resolvieron fácilmente. Después el hecho de darse maña y ponerle ganas, porque cuando vos tenés ganas las cosas se aprenden, te equivocás y las podés rever.

Además, al estar en zona rural, no tenemos las mismas exigencias que en la ciudad. No presentamos plano en ningún lado y eso cambia la situación y facilita.

-¿Cómo vivieron la experiencia de construcción?

P:  Yo siempre digo que ésta es una experiencia para transmitir en tanto sea de autogestión, por el hecho de que es tu casa, le vas a poner toda la pila, la pasión, si tenés que tirar una pared abajo lo vas a hacer y la levantás de nuevo. Lo que sí notamos es que no hay mucha gente idónea en este tipo de construcciones en esta zona. Si vos te vas a Traslasierras ves emprendimientos que están buenos, bien terminados, hay gente que se ha capacitado. Si te vas al Norte, todas las casas son de adobe. Nosotros hicimos cursos de construcción natural durante el proceso.

-En términos de costos comparativos, ¿es más barato que emplear el método tradicional?

E: Nosotros hicimos todo. Conseguimos aberturas recicladas, yo hice los marcos, conseguí las maderas. fui juntando. En esos 8 años cambié trabajo por puertas. Si bien al ser un proceso largo no tenemos sacados los costos finales, es más barato construir de esta manera porque en estas paredes no hay ni hierro, ni cemento, ni cal. Nos tocó comprar arcilla y nos juntamos con un chango de Las Higueras   que también estaba construyendo  de esta manera, para traer un camión. Es mucho más económico.

Por lógica, utilizar materiales provistos por el entorno natural, como tierra o paja, disminuye el costo total de una obra, porque además, no hay flete. 

-¿Cómo se siente durante el verano y el invierno?

-P: Son frescas en verano y conservan el calor en invierno. Vos calentás con la estufa, y si afuera está helado acá está templado.

Arquitectura sustentable

Emilia Battaglino es arquitecta, está levantando su casa con método natural y es una de las profesionales que tiene experiencia en la materia.

Este año tiene dos proyectos de bioconstrucción en los barrios Castelli 1 y 2. “Son dos madres solteras queriendo hacer autoconstrucción y a la vez, ambas muy complicadas con el tema de acceder a créditos porque son incalzables”, cuenta a PUNTAL.

-¿Cuáles son las características de las paredes de barro?

-A diferencia de las casas de ladrillo y cemento, donde tratamos de aislarlas del clima exterior, en las paredes de barro la humedad actúa diferente porque la absorben y la liberan al interior en una baja proporción, lo que genera que sea parecido al nivel del exterior. Esto es más beneficioso para la salud de las personas, ya que el cambio impactante entre el adentro y el afuera genera que el cuerpo tenga que estar respondiendo permanentemente a esta diferencia.

“Las paredes de barro son muy térmicas, tienen la característica de inercia térmica: pueden absorber calor, almacenarlo, y liberarlo de a poco. Entonces en climas con grandes amplitudes térmicas, en verano e invierno, tenemos ambientes térmicamente muy buenos en los interiores”, explica. Además, de acuerdo a las distintas técnicas de construcción, los espesores de los muros y la orientación de la vivienda, se van a ir identificando las características de las paredes de barro. 

-¿Por qué es importante contar con una ordenanza para fomentar este tipo de construcción?

-Venimos trabajando para incorporar técnicas que se puedan aplicar en bioconstrucción, como techos vivos y todos los sistemas disponibles. Lo más importante que creemos es poder  difundir y poner en agenda este tipo de construcción para que vuelva a tomar rol la formación de arquitectos y constructores en estas técnicas. 

Además, lo que muchos venimos experimentando es la autoconstruccion, y la idea de que uno no necesita ser profesional para levantar su casa. Para nosotros, las familias deberían construir sus casas porque cambia el concepto de la vivienda y del hogar a partir de la autoconstrucción. Incluso se forman vínculos de cooperación muy favorables para la gente que participa del proceso. Pensar en combinaciones de familias que se organizan para buscar tierras o estabilizar materiales es muy bueno. 
Magdalena Bagliardelli