Río Cuarto |

Pedofilia en La Carlota: una ONG de Estados Unidos dio la voz de alerta

La condena a prisión del técnico en informática que producía y distribuía imágenes de pornografía infantil se logró gracias al monitoreo del National Center for Missing and Exploited Children que envió un informe al país

Piolatto acaba de ser condenado por los tribunales de Río Cuarto a 7 años de prisión. Esa fue la pena que le aplicó la jueza Virginia Emma el 26 de febrero pasado. Pero para detenerlo y lograr su confesión fue necesaria la providencial colaboración de una ONG de Estados Unidos, que se dedica a denunciar la pornografía infantil que circula por la web.

Se trata del National Center for Missing and Exploited Children (NCMEC), una organización que lucha contra la explotación infantil y que, a través de convenios de colaboración, emite alertas a distintos países, entre los que se cuenta Argentina. 

Lo que llamó la atención del NCMEC fue no sólo el contenido pornopedófilo de las imágenes, sino también el copioso material que iba almacenando Piolatto en el software Dropbox, cuya cuenta de usuario era “Maxipiolatttto”.

Los sensores en Estados Unidos se pusieron en rojo por primera vez el 28 de enero de 2015. Desde esa fecha y hasta el 8 de marzo de ese año detectaron el tráfico de 303 archivos de pornografía infantil que provenía de distintos IP (es el código que identifica a una computadora), ubicados en un domicilio de La Carlota, que luego se determinó era la casa de la madre de Piolatto.

El contenido de lo que el pedófilo subía a la red eran imágenes y videos de varones menores de 18 años, que exhibían sus genitales o tenían sexo explícito e implícito.

El fiscal de instrucción de La Carlota, Daniel Vaudagna, describió paso a paso cómo descubrió la usina de pedofilia virtual que se montó en esa ciudad.



A la caza del pedófilo



En el escrito de requisitoria a juicio al que tuvo acceso Puntal, señaló que la empresa Dropbox, con sede en la ciudad norteamericana de San Francisco, se contactó con el NCMEC para que analizara el contenido del material que provenía de la cuenta sospechosa.

Una vez que detectó el caso, la NCMEC envió una señal de alarma al coordinador General de Fiscalías Especializadas en Delitos Informáticos de Capital Federal. Lo hizo el 4 de abril de 2015 a través del comunicado identificado como “Cyber Tipline Report N° 4481009”.

No fue el único aviso.

El 20 de abril de 2015, pasado el mediodía, el pedófilo volvió a la carga. En esa oportunidad, entre las 13.30 y las 16.33, el NCMEC detectó que estaban subiendo material pedófilo desde la computadora identificada por el IP 190.30.103.112, en el mismo domicilio de La Carlota.

En ese lapso, el usuario “Maxipiolatttto” había subido al menos 20 archivos de pornografía infantil y almacenó otros 2.285 archivos en su cuenta de Dropbox.

Un mes después, el 20 de mayo de 2015, las autoridades argentinas eran puestas sobreaviso nuevamente de la actividad delicitiva, a través de la  “Cyber Tipline Report N° 4911442”.

Las señales de alerta venían acompañadas de 2 CD que contenían el material pornográfico incautado. Esos discos, a su vez, fueron enviados a la Sección Informática Forense de Policía Judicial de Córdoba, y fue puesto a disposición de la Fiscalía de Intrucción de La Carlota.



Sorpresa y media



La mitad de la investigación estaba encaminada, pero todavía había lugar para otra sorpresa: tras la pista del informático sospechoso, Vaudagna descubrió que Piolatto no sólo descargaba y distribuía miles de archivos de pedofilia entre usuarios de distintos lugares del mundo, sino que en su domicilio particular producía material propio que luego subía a Internet.

Tal como se informó en la edición de ayer, la Justicia descubrió que entre enero y agosto de 2017, Piolatto fotografió y filmó desnudo a un niño de 7 años que solía dormir en su casa.

Tantas eran las pruebas en contra del informático y tan contundentes, que en el juicio, Piolatto confesó su delito sin poner una sola objeción. 



Alejandro Fara. Redacción Puntal