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Abunda el escarabajo 7 de oro y pone en riesgo el ganado bovino

Dos informes del Inta brindan detalles a tener en cuenta ante la aparición del insecto. Está en el norte y sur de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sur de Córdoba

“Ante la aparición del insecto llamado ‘7 de oro’ tenemos que decir que es un problema sanitario que surgió en las últimas semanas, es la primera vez que ocurre algo similar. Ya a mediados de enero fuimos consultados por un gran número de animales muertos, sobre todo al norte de la provincia de Buenos Aires, asistimos a uno de estos establecimientos y se pudo corroborar en bovinos, un cuadro clínico de tipo gastrointestinal con episodios de diarrea sanguinolenta y muerte de animales. Cuando realizamos la necropsia constatamos lesiones severas en el tracto gastrointestinal de los animales y la presencia del insecto 7 de oro”, explicó Germán Cantón, especialista en sanidad animal del INTA Balcarce.

Astylus atromaculatus es una especie de escarabajo de la familia Melyridae. A este escarabajo se lo conoce también como manchado del maíz o el escarabajo del polen.

El profesional agregó que se trata de un insecto habitual, nativo de la zona, pero este año por condiciones climáticas, creen que se presentó de manera abundante en los recursos forrajeros que se consumían. “Realmente no hay mucha información, ni bibliografía disponible, hay trabajos de intoxicación de hace varias décadas donde se había mencionado la ocurrencia de intoxicación por el consumo involuntario de forrajes contaminados con la presencia de este insecto”, señaló.

Ante la consulta de qué medidas tomar, el especialista dijo que inicialmente hay que tenerlo identificado, “para algunos establecimientos es la primera vez que aparece, hay que prestarle atención, se lo conoce porque es nativo de la zona, si bien ha estado siempre presente en algunas regiones, este año también se lo ha encontrado no solo en el sur de la provincia de Buenos Aires donde ha estado siempre, sino al norte del mismo distrito, sur de Santa Fe, y sur de Córdoba donde hubo intoxicaciones muy importantes”.

Resumió que hay que tenerlo identificado, luego no generar una paranoia con respecto a esto sino saber que existe y que puede haber una población que cuando es grande merece tomar recaudos. “Evaluar los recursos forrajeros que tenemos disponibles para que nuestros animales consuman. Particularmente este año las poblaciones importantes se dieron en alfalfa florecidas porque es un insecto que se alimenta de polen, hay que tener en cuenta eso. Incluso en las medidas de manejos hay que evitar que la alfalfa tenga una floración importante. También recomiendo evaluar los maíces en floración, porque es una consulta frecuente, evaluar los maíces que estén destinados a silaje”, remarcó.

Un reciente informe dirigido por Federico Peralba de Inta Pergamino señala que “en relación con posibles daños a cultivos, ocasionalmente el insecto adulto ha generado pérdidas en el rendimiento del sorgo cuando se alimenta de polen inmaduro, situación que no se verifica en la presente temporada. En su estado larvario puede alimentarse de semillas de girasol o atacar primeros estadios de maíz, soja y girasoles. En algunas ocasiones de mucha presión actuando como cortadora”.

“Como medida de precaución, hasta que se cuente con mayor información sobre el tema, se puede evitar el consumo de lotes de pasturas con una importante presencia del siete de oro a través de estrategias de manejo”, continua.

Como alternativa posible recomiendan el corte de la alfalfa y realización de rollos, algo que ya está siendo realizado por productores. “Debe tenerse en cuenta que el polen permanece varios días aún en el rollo y por ende, la presencia del insecto. Es recomendable aguardar al menos tres días realizado el corte para la realización del rollo. En relación con los controles químicos, no hay en el mercado productos destinados al Astylus, además el empleo de los mismos puede afectar la fauna benéfica presente en las pasturas”, concluye el informe.