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Aborto: si las clínicas no atienden los casos, irán todos al sector público

Los sanatorios definirán esta semana y, en caso de que todos tomen la decisión que tuvo el Instituto Médico, la atención para la IVE se debería dar en el Hospital o en los dispensarios. En el Instituto explicaron que no fue una política de la institución, sino que fue resuelto por la totalidad de los profesionales de los servicios competentes

El Instituto Médico de Río Cuarto fue el primero de los sanatorios y clínicas locales que se expresó en torno a la conducta que tendrán sus profesionales frente a la vigencia de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En un comunicado, adelantó que el personal no atenderá a mujeres que quieran realizar esa práctica, amparándose en la objeción de conciencia que la misma normativa establece. El resto de las instituciones sanitarias del sector privado se expresará en estos días y, según trascendió, lo realizarían esta misma semana. En el caso de que todas adopten la posición del Instituto, deberá ser el sector público el que garantice la práctica en nuestra ciudad. En total, son 6 las clínicas y sanatorios. Del otro lado, el sector público dispone del Hospital San Antonio de Padua, la Maternidad y los 15 dispensarios, aunque desde la Municipalidad ya se adelantó que al menos habrá uno habilitado por sector de la ciudad para garantizar la IVE.

El gerente del Instituto Médico, Mario Piastrellini, explicó a este diario los motivos por los cuales dieron a conocer de manera institucional la resolución. El médico indicó que “cada profesional decidió y, finalmente, la totalidad recurrió a la objeción de conciencia para anticipar su rechazo”, detalló.

¿No fue entonces una política fijada por la institución, sino la decisión individual de los médicos que integran los servicios vinculados con la temática?

Exactamente. Nosotros como institución no podemos imponer, más allá de que tenemos metas, objetivos y principios como entidad de salud. En este caso en particular, escuchamos lo que los servicios expresaron y lo que resultó es que el 100% de los profesionales opinaron en el mismo sentido.

¿La decisión no fue entonces de la institución hacia los médicos, sino al revés?

Sí. Nosotros respaldamos lo que resolvieron los profesionales y decidimos en ese momento hacer un comunicado para informar a la población para que tenga conocimiento. Y como ocurre en otras áreas de la salud, que sepa a dónde recurrir en cada caso.

La ley establece que en un caso de estas características la institución deberá derivar a otra similar...

Sí, eso es lo que establece la normativa. Y nosotros vamos a cumplir claramente con eso. Pero primero tenemos que saber qué van a resolver las otras instituciones con sus profesionales, para luego articular esas derivaciones.

¿Qué pasa si las instituciones privadas de Río Cuarto coinciden en este punto? ¿No habría instituciones similares a las cuales derivar?

Bueno, entendemos que en los próximos días las instituciones van a ir resolviendo el tema. Cada una con sus profesionales deberá comunicar. Pero en el hipotético caso planteado, las derivaciones deberían hacerse al sector público. Entendemos que allí se debería garantizar de alguna manera, más allá de que también puede haber objeción de conciencia de algún profesional. Pero nos deberíamos sentar inmediatamente a resolver este tema, en caso de que todas las instituciones privadas tomen esa decisión. Pero insisto en que para eso hay que esperar la valoración individual de los profesionales y luego de la institución.

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Mario Piastrelini, gerente del Instituto Médico Río Cuarto.

Mario Piastrelini, gerente del Instituto Médico Río Cuarto.

¿Y si de pronto se presenta en el Instituto un caso de una paciente con complicaciones por un aborto mal realizado?

Eso es otra cosa diferente. Nosotros vamos a seguir respondiendo en esos casos, como siempre lo hicimos. Ahí no hay ningún margen. Sí, en cambio, con la posibilidad de realizar un aborto, porque cada profesional tiene su libertad de conciencia garantizada.

¿Se mezcla en esto la política, la religión, la ética?

En nuestro caso, como institución, creemos que debemos respetar lo que cada profesional resuelva por sí. Y a partir de eso, tomamos la decisión que publicamos este fin de semana, con el sólo objetivo de que la población conozca. No tenemos que ver con colores de pañuelos, sino que debemos respetar la decisión íntima de cada profesional que integra nuestros equipos. Siempre en salud hablamos de equipo y los equipos son todo.

¿Cómo cree que se resolverá el choque de derechos que establece la IVE y la objeción de conciencia?

Eso es algo que primero se debería haber anticipado. El legislador tendría que haber contemplado esto para adelantarse y haber establecido junto con la ley una solución. Sin eso, es necesario que avancemos los actores de la salud para garantizar ambos derechos. Insisto en que se debe cumplir lo que establece la normativa recientemente aprobada de derivar a la paciente en caso de que los profesionales de la salud decidan no realizar esas prácticas. Y, en el caso de que todo el sistema privado adopte esta posición, deberá ser el sector público el que lo garantice.

¿Es cierto que esto generó un malestar por el momento en que se avanzó con la ley, en medio de la pandemia?

No sé si malhumor, sí que a los equipos de salud los corrió de tener la cabeza exclusivamente en la pandemia a tener que atender esta otra situación.