El anuncio formulado hoy por el Gobierno nacional sobre la desregulación total del sistema de servicio de rampas, terminando de esa manera con el monopolio de la empresa estatal Intercargo, no es más que la ratificación de la misma decisión tomada por el Poder Ejecutivo en el mes de septiembre.
Entonces, a través de la resolución 326/2024 publicada en el Boletín Oficial, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), aprobó el nuevo «Reglamento para la obtención del Certificado de Atención en Tierra», para aquellas empresas que quieran brindar servicios de rampa o handling.
Entre los servicios a prestar, se cuentan la provisión de escalerillas para el embarque y desembarque de pasajeros, equipos de carga y descarga de equipajes, mercancías y otros objetos, dirección de maniobras de las aeronaves en tierra, limpieza de cabinas y retiro de residuos, equipos de pushback (retroceso de las aeronaves en su posición) y la operación de las mangas.
No fue más que la reglamentación de la decisión gubernamental de avanzar sobre la desregulación del servicio de rampa en los aeropuertos nacionales, cuya oferta estaba restringida a la estatal Intercargo.
Solamente Aerolíneas Argentinas, American Airlines y Flybondi (ésta última solo en Ezeiza), se podían autoprestar el servicio de rampa. A partir de hoy, tras el anuncio de Federico Sturzenegger, esa posibilidad recae en cualquier empresa, sea aérea o no, que cuente con los elementos necesarios para la prestación.
Pero, ¿quiénes están hoy en condiciones de ofrecer ese servicio de manera inmediata, a los fines de sostener la operatoria que lleva adelante Intercargo?.
La respuesta es que, a nivel de lo que hace Intercargo en todos los aeropuertos del país, solamente Aerohandling, el servicio de rampa de Aerolíneas Argentinas.
De hecho la compañía estatal es la única, después de Intercargo, que cuenta con todo lo necesario para poder prestar el servicio a cualquier compañía, sea cual fuere la envergadura de sus aeronaves y en cualquier aeropuerto del país.
La pregunta es si Aerolíneas Argentinas tomará la decisión política/empresaria de hacerlo. Y en tal caso, si sus trabajadores estarán dispuestos a hacerlo o eso será motivo de un nuevo conflicto, que se sumaría a los que ya tiene.
La otra empresa habilitada para tal fin es Flybondi, que cuenta con la autorización para prestar el servicio de rampa a terceros.
De hecho lo iba a hacer con los vuelos de Jetsmart el día del paro de todo el transporte, pero finalmente Intercargo ese día dio marcha atrás con su decisión de adherirse al cese de actividades y trabajó normalmente.
Sin embargo, Flybondi solamente tiene montada su estructura en el aeropuerto de Ezeiza y en algunos aeropuertos del interior y no tiene capacidad, en estos momentos, para llevarlo a Aeroparque y mucho menos al resto de los aeropuertos del país en los que todavía depende de Intercargo.
Por otra parte, sus equipos están en condiciones de asistir a aviones de un solo pasillo, como los Boeing 737 que tiene en su propia flota y también cuenta con equipamiento para los Airbus 320 que tienen JetSmart.
También pueden acceder a este servicio, compañías aéreas como Sky, Copa, Gol, Latam y Avianca, que poseen en su flota aeronaves a las cuales Flybondi está en condiciones de ofrecerles asistencia.
Pero Flybondi no cuenta hoy, con equipamiento para prestar servicio a las aerolíneas con aviones de mayor tamaño como los que operan las compañías extranjeras que llegan al país, porque no tiene, entre otras cosas, los tractores necesarios para mover equipos tan grandes.
Eso no quiere decir que en un futuro no muy lejano, no lo puedan tener, pero hoy la realidad de Flybondi es esa y para prestar el servicio en todos los aeropuertos del país, por ejemplo, requeriría de una inversión de gran envergadura, así como también de lo necesario para brindarle la asistencia a las aeronaves de gran porte.
Otra compañía que se encuentra en condiciones, es American Airlines, que se autopresta el servicio y está en condiciones operativas de hacerlo a cualquier compañía con aviones de cualquier tamaño.
Lo que no tiene American, es la cantidad de equipo necesario para poder hacerlo simultáneamente con varias compañías, ya que ellos tienen todo estructurado para la asistencia a los tres vuelos diarios que tienen en estos momentos y en horarios diferentes.
Sin dudas que la desregulación será efectiva a largo plazo, cuando surjan empresas que inviertan en equipos y contraten personal calificado para cubrir esta demanda, pero ahora la oferta en ese sentido es limitada.
Es por eso que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que las fuerzas de seguridad serán las encargadas de ocuparse eventualmente del servicio, en caso de nuevos paros por parte de Intercargo.
Claro que cabe la posibilidad de que el Gobierno, en uso de su derecho por ser Intercargo una empresa estatal, resuelva desmantelarla y comercializar su equipamiento.
El proceso no es sencillo ya que debería intervenir el Congreso, aunque Javier Milei ha dado muestras claras de que, cuando no tiene el apoyo parlamentario necesario no tiene problemas en manejarse por Decretos.
Un Decreto sería cuestionable, es cierto pero una decisión así no se la puede considerar improbable y está dentro de las opciones que se manejan a nivel del Ejecutivo. La otra es el armado de una nueva empresa, convocando a los trabajadores de Intercargo que quieran sumarse, como lo anticipó el mismo Adorni.
En suma, lo que queda en claro después del anuncio gubernamental de hoy, es que, tal como dijo el vocero, Intercargo como lo conocemos ahora, ya no existe más.
Habrá que ver ahora la reacción del gremio, aunque su margen de acción puede haber quedado acotado con la dureza de las medidas anunciadas, pero no se debe subestimar la capacidad de reacción de los sindicatos, que han sobrellevado crisis severas anteriormente.
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