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Tras la nueva ley, sube el precio de los alquileres y cae la oferta de inmuebles

Se habla de un aumento promedio del 20% desde el primero de julio hasta la actualidad. Aseguran que es por la incertidumbre que trajo la nueva fórmula de actualización y la extensión de los contratos a un plazo mínimo de tres años.

Tras la entrada en vigencia de la nueva Ley de Alquileres, el mercado pareció reacomodarse y produjo al menos dos grandes novedades: por un lado, subieron los valores mensuales y, por el otro, una retracción de la oferta de inmuebles. En términos generales, los corredores inmobiliarios indican que las subas rondan el 20 por ciento.

Uno de los principales cambios que llegaron con la Ley 27.551, que entró en vigencia el 1° de julio de este año, tiene que ver con la actualización de los valores locativos. En este sentido, establece que el ajuste se basará “en igual medida por el Índice de Precios al Consumidor y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables, elaborado por el Banco Central”.

Otra de las claves es que se extendió la duración mínima de los contratos, que pasó de 2 a 3 años.

Para el delegado del Centro de Corredores Inmobiliarios (Cecin), Eduardo Aliendo, estas nuevas variables generaron incertidumbre en el mediano plazo.

“Ante esto, la protección es el aumento inicial del precio de los alquileres. No olvidemos que todavía hay gente que está cobrando alquileres a valores de marzo, en virtud del decreto 320, que vence el 30 de septiembre y que no se sabe si se va a prorrogar”, asegura el dirigente sectorial.

En el mismo sentido, Aliendo argumentó que, a la hora de fijar los valores locativos, resulta muy difícil hacerlo con una proyección de “tres años, en la Argentina de hoy”.

Retracción

Por otro lado, aseguró que, frente al impedimento de modificar los precios y dar por terminados los contratos -lo prohíbe el decreto 320/20-, muchos propietarios optaron por retirar los inmuebles de alquiler.

“No hay muchos propietarios que estuvieran de acuerdo con la vigencia de tres años para los contratos. Entonces, ¿qué hicieron? Retrajeron las propiedades, porque tampoco pueden actualizar los valores de alquiler, sino que los tienen que ajustar de acuerdo a lo que indica la norma”, indicó.

-¿Fue el comportamiento mayoritario?

-Salieron muchas propiedades de alquiler. Es lo que vemos nosotros los corredores inmobiliarios, que nos consultamos permanentemente: no hay muchos inmuebles en alquiler. Ni departamentos, ni casas. Lo que yo noto, y también mis colegas, es que en Río Cuarto hoy no hay disponibilidad de inmuebles suficiente para abastecer la demanda. A esto, yo no lo había visto en otro momento. Sinceramente, no recuerdo algo así.

-¿Qué hizo el resto de los propietarios?

-Los que decidieron seguir alquilando aplican un precio mayor para el arranque del contrato. Por eso, hoy una casa de 2 dormitorios no se alquila por menos de 15 mil pesos y hasta 20 mil pesos. Una casa de 3 dormitorios, entre 25 y 30 mil pesos. Ni hablar de los alquileres en barrios cerrados, que están entre 40 y 50 mil pesos.

-¿Qué hay de los departamentos más chicos?

-Un departamento de un dormitorio se alquila –libre de expensas y Emos- entre 9 y 10 mil pesos. Uno de 2 dormitorios, entre 12 a 14 mil pesos. Departamentos de tres dormitorios no se consiguen. En términos generales, esos valores van generando una retracción, porque también es cierto que el ingreso promedio de Río Cuarto no da en los perfiles para pagar esos alquileres. Aparte, no hay mercado para eso en la ciudad.

-En el país, los alquileres subieron en promedio un 20 por ciento desde que entró en vigencia la nueva ley, ¿Río Cuarto está dentro de ese parámetro?

-Es correcto. Esa es una regla general, por más o por menos, también vale. Nosotros, en la ciudad, hablábamos de un aumento del 30 por ciento anual como máximo. Pero este año, la inflación va a estar por encima del 30 por ciento, al ritmo que vamos. Con la nueva ley, lo que se perdió es la certidumbre. Antes, se alquilaba por dos años, y se ajustaba semestral o anualmente, con precio definido y porcentajes determinados que debía pagar el locatario hasta el último día de contrato. Hoy eso no se sabe de antemano: cuánto va a pagar el segundo y menos el tercer año.