Tras los gritos de una joven que había sido víctima de un arrebato, un grupo de vecinos salió en persecución de un delincuente en el macrocentro de la ciudad, pero no pudieron atraparlo ya que logró escapar con la colaboración de un cómplice que estaba en una moto.
Alrededor de las 13 de ayer, en la esquina de Deán Funes y Santiago del Estero, una joven de 21 años sufrió el arrebato de un teléfono Samsung J2 por un sujeto robusto, que tras el hecho se dio a la fuga hacia calle San Martín.
Al escuchar los gritos desesperados de la damnificada, los vecinos salieron a correr al delincuente unas tres cuadras, hasta que lo perdieron de vista en San Martín y Mendoza, explicaron los testigos.
"Iba corriendo en zig zag y doblando en distintas calles, eso hizo que lo dejáramos de ver", relató uno de los jóvenes que lo persiguió.
Un remisero que se sumó a la tarea comentó que el delincuente se subió a una moto, que sería del cómplice, para cometer el arrebato.
La joven no sufrió ningún tipo de agresión, al margen del forcejeo para evitar la sustracción del móvil.
Al escuchar los gritos desesperados de la damnificada, los vecinos salieron a correr al delincuente unas tres cuadras, hasta que lo perdieron de vista en San Martín y Mendoza, explicaron los testigos.
"Iba corriendo en zig zag y doblando en distintas calles, eso hizo que lo dejáramos de ver", relató uno de los jóvenes que lo persiguió.
Un remisero que se sumó a la tarea comentó que el delincuente se subió a una moto, que sería del cómplice, para cometer el arrebato.
La joven no sufrió ningún tipo de agresión, al margen del forcejeo para evitar la sustracción del móvil.
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