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Martín: "Estamos llamados a seguir el legado de Francisco"

El arzobispo de Rosario y exobispo de Río Cuarto reflexionó sobre la muerte del papa

El arzobispo de Rosario y exobispo de Río Cuarto, Eduardo Martín, dijo a Puntal que hay que seguir el legado del papa Francisco.

'En la mañana del 21 de abril nos levantamos escuchando la dolorosa noticia del fallecimiento del papa Francisco. Con sorpresa, pues el Domingo de Pascua, había saludado a los fieles reunidos en la Plaza San Pedro. En las primeras horas todos quedamos petrificados, consternados por tan gran pérdida. Me viene a la memoria en este momento recordar aquellas primeras horas de la tarde del 13 de marzo de 2013, en que fuimos gratamente sorprendidos y llenados de asombro ante la noticia de: Habemus Papam y lo más asombroso fue que éste era ni más ni menos que el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires", sostuvo Martín.

"Sorprendió también que el nuevo pastor universal de la Iglesia se imponía a sí mismo el nombre de Francisco.

Recuerdo que estando ese día de visita pastoral en la Parroquia de General Cabrera, el sacerdote echó a vuelo las campanas y una feligresa me dijo: ¡Padre, Pentecostés en Cuaresma! Por primera vez en la historia de la Iglesia, se elegía un Papa de América Latina, un Papa argentino. Con la elección de Francisco es como si las Iglesias, fruto de la primera Evangelización de América, hubieran llegado a una madurez tal, que uno de sus hijos fuera cabeza visible de la Iglesia toda y asumiera la solicitud por todas las iglesias", añadió.

"De este modo se llevaba al centro del catolicismo la experiencia, la vivencia y la enseñanza de las Iglesias de Latinoamérica, y en particular de la Iglesia en Argentina; de la periferia al centro, para desde allí, con acento argentino y latinoamericano, el papa Francisco llevara a todo el mundo la riqueza de estas Iglesias", señaló.

"Tan ha sido así que hoy en diversas partes del mundo se leen los Documentos del Celam (Puebla, Aparecida etcétera), que antes sólo estaban limitados a los propios latinoamericanos.

Fue una gran gracia para todos nosotros", indicó.

"En primer lugar, quiero destacar su misión de pastor universal, sobre el que recae la solicitud por todas las Iglesias. Fue el servidor de todos, siervo de los siervos de Dios. Ejerció con gran amor el ser Vicario de Cristo en la tierra, sucesor del Apóstol Pedro", afirmó.

"El Papa Francisco nos ha guiado en estos doce años de su Pontificado, antes que nada, a través de sus gestos. Gestos cargados de significado y que tenían la intención de comunicarnos un mensaje: recordamos su viaje a Lampedusa donde llegan los migrantes del África, muchos de los cuales mueren en el mar. En esa ocasión el Papa dijo: Sentí que tenía que venir hoy aquí a rezar, a realizar un gesto de cercanía, pero también a despertar nuestras conciencias para que lo que ha sucedido no se repita”, aseguró.

"Sus viajes han sido preferentemente a países periféricos, su atención ha estado siempre en subrayar las graves injusticias que atentan contra la dignidad de la persona humana, poniendo su preferencia en los pobres, descartados y excluidos de la tierra. O aquel gesto impresionante estando él solo en la plaza de San Pedro, en medio de la pandemia orando por todo el mundo.

Nos ha enseñado también con sus palabras, con su magisterio a través de las Encíclicas, Exhortaciones Apostólicas y diversos documentos. Por ejemplo, nos alertó y ayudó a tomar conciencia del grito de los pobres y del grito de la tierra con la encíclica Laudato Sí, que se adelantó a las conferencias del medio ambiente haciendo tomar conciencia de la gravedad del problema", dijo.

"Nos recordó, en el año de la misericordia, con la Bula Misericordiae vultus, El rostro de la misericordia, que ésta era la viga maestra de la Iglesia. En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, El Gozo del Evangelio, nos expresó otro de sus sueños: sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto-preservación”, puntualizó.

"Y en este último tiempo nos había indicado que la sinodalidad es el camino de la Iglesia del tercer milenio: una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar es más que oír. Es una escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender", aseveró.

"Y aún en medio de sus grandes labores, siempre se acordó de Rosario", remarcó.

"El Papa con sus gestos ha imitado a Jesús. Nos ha animado siempre a romper prejuicios, a recibir la vida como viene, nos ha invitado permanentemente a acercarnos a los alejados y marginados. Y constantemente a ser una Iglesia en salida misionera.

Estamos llamados a seguir su legado; pidamos la gracia de imitar sus gestos y aprender de su enseñanza, a ser constructores de la paz, de una sociedad más justa y fraterna", declaró.

"Recemos por el eterno descanso de su alma para que el Señor lo reciba en su gloria y le dé la recompensa que Él tiene preparada para los que le han amado y servido con fidelidad en esta tierra. Encomendemos su alma a la intercesión de la Santísima Virgen María", finalizó.