“Ese día a las 19.30 comencé con unos calambres fuertes, que se me aflojaban las piernas, me dolían mucho. Me acuesto temprano y al otro día, cuando me quise levantar, no me respondían las piernas, no me podía mover. Era un muñeco de trapo. Caí al lado de la cama y me levantó mi pareja. A las pocas horas empecé a sentir que no podía mover los brazos, que no me respondían bien”, comienza recordando Flavia en diálogo con Puntal.
¿Y cómo siguió todo?
Me llevaron al hospital y me dijeron que era una reacción a la vacuna, como si fuese una alergia, y por eso me aplican un antialérgico y un calmante porque sentía mucho dolor.
¿Y después?
Me mandan a mi casa de vuelta, tengo una leve mejoría de una media hora en la que me podía parar, pero trabada, trabando las rodillas. No podía mantenerme bien de pie. A la media hora me vuelvo a aflojar, las piernas no me sostenían y regreso al hospital. Me ponen de nuevo lo mismo pero por suero y no me hace ya efecto. Ahí me mandan a Río Cuarto, donde me empiezan a hacer estudios; me hicieron resonancias, tomografías. Primero buscaban un tumor o un coágulo, hasta que finalmente me hacen una punción en la médula y me diagnostican síndrome de Guillain Barré. Desde ahí comencé con mucha rehabilitación y hoy, después de dos años, estoy dando pocos pasos con andador y todos los días tengo dolores nuevos. Cuando no me duelen los huesos, me duele la espalda y, cuando no es eso, me duele otra cosa. Siempre tengo algo nuevo.
¿Antes de eso nunca tuviste ningún síntoma?
No, nunca nada. No tenía ningún malestar físico. Es más, yo trabajaba en una panadería y no tenía ningún problema de salud.
Por lo cual coincide con la aplicación de la vacuna...
Sí, sí. Es más, antes tenía dos dosis de Sinopharm con las cuales no tuve ningún efecto colateral. Y con la tercera, que fue de AstraZeneca, a las pocas horas empecé con estas dolencias.
¿Pudiste comprobar médicamente ese vínculo entre la vacunación y lo que te ocurrió a las pocas horas?
Sí, sí. Mi neurólogo, que me atendió desde un principio, me hizo un certificado diciendo que fue efecto posvacuna y después los médicos que me atendieron en la internación también. Es más, ellos hicieron la denuncia por efectos adversos a la vacuna (Esavi) en el lugar correspondiente.
¿Y a partir de lo que te ocurrió encontraste casos o supiste de casos similares?
Por las secuelas de la vacuna un montón de gente se me acercó para contarme. Lo que pasa es que por ahí no tienen un certificado médico, como en mi caso, o no fue tan importante el efecto.
Fue un quiebre en tu vida...
Sí, totalmente. Me cambió de un momento para el otro mi vida. Me tengo que mover en remís, estoy con andador y un montón de cosas no las puedo hacer. Además, todo el tiempo tengo dolores nuevos y voy a rehabilitación tres veces por semana.
“En mi caso fue peor el remedio que la enfermedad. No agarré Covid pero hubiese sido mejor eso y no que me pase esto con la vacuna”.
¿Todo lo hacés en Moldes?
Sí, sí.
¿Y tu familia?
Tengo un hijo de seis años y mi pareja. A él también le afecta un montón porque tiene que hacer cosas que antes hacía yo y que ya no puedo hacer más.
Finalmente llevaste tu caso a la Justicia...
Sí. De eso se está encargando mi abogado, al que desde el principio le expliqué que no podía trabajar ni tenía medios para subsistir. Y fue por causas de la vacuna que a mí me cambió totalmente. Yo vivía de mi trabajo y ya no puedo hacerlo más. Él se encarga de eso, de la parte legal.
Demandaron no sólo a AstraZeneca, sino también al Estado nacional...
Sí, sí.
¿Y qué expectativas tenés de ese camino judicial?
Lo último que se pierde es la esperanza. Espero que al menos pueda solucionarme algo. No me van a arreglar todo porque no me van a curar ahora. A esto ya lo voy a tener para siempre. Pero mínimamente que me pueda cubrir los tratamientos y los gastos que tengo a causa de esto.
Y, en cuanto a tu salud, ¿qué perspectivas te dieron los médicos?
Es todo muy incierto, porque es una enfermedad no muy conocida. En muchos casos la gente se logra recuperar, pero hay un porcentaje que queda con discapacidad y aparentemente yo estoy dentro de ese porcentaje, por lo que me explicó el neurólogo. La recuperación más importante se da en el primer año y luego la enfermedad se estanca.
¿Qué pensás del manejo de la vacunación con lo que te pasó?
Yo siempre defendí la vacunación y de hecho tengo todas las vacunas que recibimos desde chicos. Es más, siempre decía: “No nos van a poner algo que nos haga mal”. Con todo esto, estoy muy enojada, como que siento que el Estado no nos cuidó como debía. Nos pusieron algo de lo que no estaban seguros que realmente nos fuera a hacer bien. Porque además en mi caso fue peor el remedio que la enfermedad. No agarré Covid pero hubiese sido mejor eso y no que me pase esto con la vacuna.
Los datos de la causa judicial de Río Cuarto
Flavia Ochoa radicó la denuncia en el Juzgado Federal de Río Cuarto a mediados del año pasado, pero salió a la luz ahora, una semana después de que AstraZeneca decidiera retirar del mercado todas sus vacunas. La demanda fue “por los daños y perjuicios ocasionados como consecuencia de Síndrome de Guillain Barre post vacuna contra covid 19, inoculada con fecha 04/01/2022”.Demandó a AstraZeneca y al Estado por un total de unos $125 millones.