En el video, que fue publicado por los propios jóvenes en la cuenta de Instagram de la promoción, se observa al adolescente con un vestido desgarrado, el cuerpo manchado con pintura roja simulando sangre y la palabra “violada” escrita en su espalda. Las imágenes se viralizaron en cuestión de horas, generando una reacción inmediata de repudio tanto dentro del ámbito educativo como en redes sociales.
Tras la difusión del material, el grupo del joven involucrado difundió un comunicado de disculpas, en el que aseguraron ser “conscientes de la gravedad de lo sucedido”, aunque intentaron desligar la responsabilidad de la institución. “Somos adolescentes y entendemos que es un tema delicado que no debemos fomentar”, expresaron.
Sin embargo, otro curso del mismo establecimiento se pronunció con mayor firmeza. En un segundo comunicado, los estudiantes repudiaron la actitud de sus compañeros y calificaron el hecho como una muestra de la naturalización de las violencias de género. “Esto no es una cosa de adolescentes. La mayoría somos mayores de edad. Forma parte de una manera de mirar el mundo que legitima la burla sobre los cuerpos y el dolor ajeno”, señalaron.
Además, los jóvenes de la otra división lamentaron estar siendo víctimas de ataques en redes sociales, pese a no haber participado ni viajado a Bariloche. “Nos duele que la imagen de toda la promoción quede manchada por un hecho del que muchos no fuimos parte”, expresaron. También pidieron sanciones institucionales y acompañamiento psicológico para abordar la situación.
El caso encendió las alarmas en el sistema educativo provincial, reavivando el debate sobre la educación sexual integral, el respeto y la perspectiva de género en las escuelas. Las autoridades evalúan medidas para evitar que hechos de este tipo se repitan y reforzar los espacios de reflexión en torno a las violencias simbólicas y culturales.