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Cómo les afectará la suba de tasas al campo y la agroindustria

Puede haber consecuencias negativas para la maquinaria agrícola, que venía con viento de cola desde hace años, aprovechando el precio de las commodities y las complejidades del mercado cambiario. ¿Se liquidará más soja?

La decisión de incrementar fuerte las tasas de referencia que tomó ayer el Banco Central no será inocuo para el sector agropecuario y agroindustrial.

La autoridad monetaria subió 950 puntos básicos la tasa de política monetaria, que pasó de 60% a 69,5% anual, la suba más alta desde el inicio de la gestión de este gobierno y acumuló un alza de 1.750 puntos básicos en menos de un mes, con el objetivo de lograr un descenso de la inflación y de estimular el ahorro en pesos.

La medida fue adoptada por el directorio de la autoridad monetaria, que dispuso que la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días pase de 60% a 69,5.

También se subió la tasa de interés sobre los plazos fijos de personas, que pasarán de 61% a 69,5% anual para los depósitos a 30 días hasta 10 millones de pesos.

Esto representa un rendimiento de 96,5% en términos efectivos anuales, mientras que el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado (personas o empresas) tendrán una tasa mínima garantizada de 61%, lo que representa una tasa efectiva anual de 81,3%.

David Miazzo, economista jefe de Fundación Fada, destacó que “seguramente la decisión de incrementar las tasas afectará negativamente a la industria de la maquinaria agrícola” que venía con viento de cola aun durante la pandemia.

Y siguió: “Eso tiene varios motivos. Por un lado porque la maquinaria se encareció en dólares oficiales por un cúmulo de razones que tienen que ver con el atraso cambiario, el cepo, el alto nivel de demanda, entre otras. El productor sabe hoy que está comprando caro en dólares. Pero las bajas tasas de interés incentivaban y compensaban el efecto porque se licuaba por esa vía el mayor precio. Ahora, con tasas subiendo fuerte ese incentivo desaparece”, explicó el economista de Fada.

Miazzo contempló además que “la maquinaria puede ser una necesidad de actualización de tecnología o de inversión, pero muchas veces puede postergarse esa compra. En cambio, el resto de los insumos que también van a sufrir el encarecimiento del financiamiento, como las semillas, fertilizantes, fitosanitarios y demás, que muchas veces el productor compraba con las tarjetas rurales, no son optativos y entonces su demanda puede no sufrir tanto el impacto. Naturalmente le eleva el costo de compra al productor si necesita ese financiamiento”, indicó.

Una aclaración que hizo el economista fue que la decisión del Banco Central “puede incentivar algo la venta de granos porque es más caro ahora financiarse en el mercado y entonces deja de ser ventajoso conservar los granos si se necesitan recursos”.

Con respecto a la medida de la entidad monetaria, Miazzo remarcó que “de todos modos es bueno aclarar que es lógico tener tasas de interés reales. Macroeconómicamente es una medida correcta siempre y cuando se hagan bien el resto de los deberes”.