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Entrevista a Gabriel Di Meglio: "Más allá de sus victorias y sus derrotas, Belgrano fue coherente en su intento de transformación"

El director del Museo Histórico Nacional analizó la figura del prócer a 200 años de su fallecimiento, la importancia de humanizarlo y la necesidad de estudiar su accionar en el tiempo que vivió. Además, el rol de la historia para entender el presente argentino.

“De acuerdo a las épocas se valoran distintas cosas de un mismo personaje, gente con distintas perspectivas políticas, en el presente, valorarán distintos aspectos de su figura, como pasa con todos los personajes de la historia. Más que estar en contra del personaje, son disputados, lo que se discute es lo que esa persona significa para la historia y es algo que no sucede con otros como Juan Manuel de Rosas, Bartolomé Mitre, Julio Roca, que generan oposiciones más concretas. Los personajes asociados a la Revolución de Mayo, sobre todo al período de independencia, que nadie discute en Argentina, tienen un halo particular de respeto colectivo, que en el caso de Belgrano es mayor que en los otros, salvo San Martín”, asegura Gabriel Di Meglio.

A 200 años del fallecimiento de Manuel Belgrano, el reconocido historiador e investigador, actualmente a cargo del Museo Histórico Nacional, analizó la figura del prócer y la construcción que se hace tanto en espacios educativos como en las disputas políticas. Di Meglio, investigador de Conicet y exdirector del Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo, recupera aspectos particulares de quien fue el creador de la bandera argentina, pensándolo, no como un superhéroe, sino como una persona que dedicó su vida a un proyecto, con coherencia, con aciertos y errores, y con un justo homenaje a dos siglos de su muerte, más allá de que en vida no hubiera tenido el reconocimiento merecido.

“Belgrano tiene un raro privilegio en Argentina, que es el de ser uno de los pocos personajes que nunca han sido discutido. En vida la pasó bastante mal, como su generación que alzó la revolución y, en el caso de él, siendo un hombre de clase alta porteña, con la vida resuelta en la burocracia colonial, de repente abandonó todo para lanzarse a la nueva vida revolucionaria que empezó en 1810, en la que cumplió todos los papeles posibles: gobernante, militar, diplomático, y tuvo sus éxitos y fracasos”, sostiene el historiador, y asevera: “Sin embargo, después de muerto tuvo un reconocimiento enorme, al punto que es uno de los primeros en tener un monumento en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, y de ser elegido por Mitre como el héroe para explicar la Revolución de Mayo”.

En este sentido, Di Meglio explica que para Mitre hubo dos grandes héroes de la historia argentina: “San Martín y Belgrano, y eso no fue discutido por otros, sólo Dalmacio Vélez Sarsfield le cuestionó un poco diciéndole que la clave estaba en el norte, con Güemes. Sin embargo, se dio el hecho de que Belgrano haya tenido una trayectoria tan destacada en lo que terminó siendo Argentina, siendo porteño estuvo en Corrientes y Misiones, creó la bandera en Rosario, tuvo un peso muy fuerte en Tucumán, Salta y Jujuy, atravesó varias veces el país y fue muy respetado en todos lados”. En esta línea, bromea un poco sobre la cantidad de calles, avenidas y hasta equipos de fútbol que llevan su nombre en todos lados, “en un país donde todo se discute, pocas figuras tienen esa unanimidad en cuanto a su respeto”, considera.

- ¿Existe un replanteo sobre lo que era la figura de Belgrano en cuanto a conocer más su lucha y pensamiento?

- Hay algo que pasó siempre y me parece que está muy bueno, que es que desde el presente se pregunten cosas nuevas sobre el pasado, algo que hace que tiene sentido hablar de ese pasado, porque se piensa ¿qué nuevo se puede aportar de Belgrano? A veces se exagera un poco, no estoy de acuerdo cuando se piensa a estos personajes clave como superhéroes, para eso están las películas de Marvel o DC, como que hizo todo y todo lo tenía claro. Belgrano es un personaje que tuvo grandes aciertos y grandes problemas, pero hay que enmarcar su pensamiento en una época. En los últimos días escuché que Belgrano era feminista, algo que es absurdo, estaba a favor de las mujeres que ya para la época era importante, pero porque quería una educación femenina, distinta de la de los varones y en servicio de los varones, que era mejor a que no tuvieran educación, pero no se puede interpretar eso como feminismo. Del mismo modo, han dicho que era ecologista, que se preocupaba por el medioambiente, son cosas que llamamos anacrónicas, esas preocupaciones no estaban en su cabeza. Hay que entenderlo en su época y sin dudas para ese momento fue una figura por todo lo que pensó y todo lo que hizo.

Di Meglio aclara, que más allá de lo que suceda en el debate de la ciudadanía, en general, “el mundo académico de los historiadores e investigadores en universidades hoy en día hace pocos estudios sobre personajes así. Se trabajan otro tipo de problemas, al punto que para poder combatir a la vieja historia patriótica, que a partir de los años 80 se asociaba con la dictadura, de los superhéroes con el pecho inflado y la estatua de bronce, se intentó sacar a los personajes del espacio central”. Considera que esto generó en los más chicos el problema de la historia tiene que tener cara, personajes concretos. “Hay una buena intención, de intentar entender al pasado de una forma más compleja, pero el efecto no fue muy exitoso”, destacó.

“Ahora hay un regreso a los héroes, que es bueno para los chicos, pero no tanto para los más grandes. El exceso de prócer no ayuda a entender el pasado, porque termina personalizando como si Belgrano, San Martín, Artigas, Güemes, Saavedra, General Paz, todas eran figuras que parece que actuaban solas, pero si querés entender el pasado, hay que entender que estos personajes conducían a otros, y esos otros tienen que estar en el relato, sino no se entiende nada. Belgrano creó la bandera pero no era para él, San Martín cruzó los Andes pero no lo hizo solo, parece una obviedad, pero esa forma superheroica anula la acción de los demás”, precisa el investigador, que ha tenido un papel importante de la divulgación de la historia desde su trabajo.

- Su reconocimiento y hasta consideración como “superhéroe” ¿está ligado al hecho de haberse destacado en tantos ámbitos?

- Belgrano es una figura excepcional, merece este reconocimiento, es indiscutible, no sólo porque creó la bandera, sino porque todo el tiempo intentó mejorar su realidad y fue consecuente con eso. A veces se pierde de vista que estos personajes cambian de opinión. Belgrano no nació héroe, primero quería hacer transformaciones reformistas dentro de la monarquía española, después se volvió revolucionario y republicano, luego volvió a ser monárquico porque consideraba que era mejor, con un descendiente de los incas como rey. Era una discusión de la época y Belgrano era una persona que estaba preocupada de la realidad que lo rodeaba y creo que tenía una enorme sensibilidad para tratar con mucha gente, eso lo hacía una persona muy hábil. A la vez, cualquier artículo de federalismo le parecía horroroso y luchó contra eso, siempre fue partidario del poder centralista. Por eso, lo interesante de estos personajes es poder recuperarlos completos, para poder ver todas sus dimensiones, algo que no los minimiza, sino que, al entenderlos en sus épocas, se los valora más. No tomarlos como ejemplo, como hacía la historia de la vieja escuela.

- En los últimos años, incluso desde espacios artísticos como el cine, se ha intentado humanizar a figuras como la de Belgrano o San Martín.

- Si bien son entretenidas como películas, la diferencia de estas películas es que la de San Martín (Revolución) intenta entender al personaje en su época, en cambio la de Belgrano tiene discusiones políticas que parecen que fueran de ahora. Es como cuando dicen que Belgrano estaba en contra de la deuda externa, siendo que todavía no había país, es como hacerlo precedente de algo que no existía. De todas formas, es cierto que estas películas humanizan.

- Algo distinto es esta posición que plantea un cierre al pasado, visto en su máxima expresión con la eliminación de los próceres nacionales de los billetes.

- Sí, efectivamente hay una mirada que es muy de la derecha política, o el llamado neoliberalismo, que tiene que ver con la idea de que mirar al pasado hace mal porque te deja en problemas antiguos y hay que mirar al futuro. En la época de Menem también hubo algo así, planteado de un modo distinto: resolvamos los conflictos del pasado para poder mirar al futuro, y por eso se abrazó con (Isaac) Rojas o puso a Rosas en un billete, y después vino el indulto. Eso en los últimos cuatro años se modificó por otra opción que era que el pasado no importaba, sino que había que mirar hacia adelante, si bien al gobierno anterior le tocó la celebración del bicentenario de 1816, no se mostraba un interés muy grande. Sí se veía un interés en los últimos 70 años, pero no en el pasado que tradicionalmente se ve en la escuela.

Di Meglio asegura que para entender al país es necesario estudiar la época de la Revolución, e incluso algunos hechos anteriores, del tiempo de la colonia, “hay marcas que aún son muy fuertes en Argentina, no se puede entender el racismo si no se comprende el sistema de castas colonial, que desapareció con la Revolución pero dejó su estela, no es lo mismo el color de piel, y se nota hasta en insultos”, señala el historiador y cuestiona que desde hace algunos años los análisis históricos sólo se remontan al inicio del peronismo y hacia adelante, “o en todo caso a la Argentina agroexportadora de principio del siglo XX, pero se tardó mucho para llegar a eso, por lo que la historia no es solamente una cuestión escolar, sino que es fundamental para entender al país”, completa.

Un Belgrano distinto

- ¿Qué faceta de Belgrano le genera más simpatía y que quizás no es tan conocida?

- Lo que me gusta es esa coherencia que tuvo, más allá de las victorias y derrotas, para intentar siempre una transformación. Si le iba mal se levantaba y seguía. Hay algo que tiene de esa convicción de que a través de la acción se puede modificar la realidad, que me parece que es muy elogiable. Creo que vale la pena como figura histórica, tiene merecido su lugar.

- ¿Era una persona adelantada a su época en cuanto a su pensamiento?

- Había mucha gente como él, fue parte de la ilustración española con mucha gente en distintos países. En el Río de la Plata, junto a Hipólito Vieytes, que fueron los que publicaron los primeros periódicos en Buenos Aires con estas ideas ilustradas, con la idea de cómo la educación puede transformar a la sociedad o la agricultura ser más beneficiosa que la ganadería para el progreso, cómo hay que liberar el comercio para evitar el monopolio de la corona, todo sin romper con España. Sumado al convencimiento de que si uno tiene la voluntad y actúa en función de eso, puede cambiar las cosas. Es algo muy de esa generación, y Belgrano comparte con otros esas ideas, con figuras como Mariano Moreno o Juan José Castelli, personajes que también piensan en transformaciones.