No cierra un buen año para los biocombustibles. Más allá del entusiasmo que la industria, fuertemente asentada en Córdoba, Santa Fe, San Luis y las provincias del noroeste, mostró en buena parte del año cuando logró que muchos representantes legislativos de nueve provincias argentinas, incluidas algunas de la Patagonia, empujaran un nuevo marco legal para la actividad, diciembre la encuentra con las manos vacías. Pero además, con escaso acompañamiento manifiesto desde el Gobierno nacional, que no otorgó ni siquiera señales de precio para mantener un sector vigoroso.
Retroceso: el etanol subió la mitad que la nafta y la ley de biocombustibles se frenó en el Congreso
La industria empujó un nuevo marco normativo que reemplace al creado por el Gobierno anterior y que marcó un serio perjuicio para el sector. Cuando todo parecía encaminado, La Libertad Avanza quitó el apoyo y anunció la presentación de su propio proyecto.