Boris Johnson, el hombre que lideró la campaña del Brexit en el referéndum de 2016, será el próximo primer ministro británico al ganar las internas del Partido Conservador, insistiendo en que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre.
Johnson, de 55 años, logró 92.000 de los 150.000 votos de los militantes conservadores y se impuso al actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt.
El miércoles por la tarde recibirá el encargo de la reina Isabel II de formar un gobierno cuya tarea más acuciante será culminar la salida de la Unión Europea.
"Vamos a terminar el Brexit el 31 de octubre", dijo Johnson momentos después de ser declarado el ganador de la carrera por el liderazgo del partido Conservador en un gran acto en un centro de convenciones próximo al parlamento.
El negociador de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, expresó este martes su voluntad de trabajar con el nuevo primer ministro.
"Esperamos trabajar constructivamente con el primer ministro Boris Johnson cuando asuma el cargo, para facilitar la ratificación del Acuerdo de Retirada y lograr un Brexit ordenado", aseguró Barnier.
También le felicitó el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Felicitaciones a Boris Johnson por convertirse en el nuevo primer ministro de Reino Unido. ¡Será genial!", tuiteó el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Es un tipo diferente, pero dicen que yo también lo soy. Nos llevamos bien. Creo que tendremos una muy buena relación", dijo Trump hace una semana a la prensa.
Irán felicita pero avisa
La agenda de Johnson se ve complicada por el peligroso contencioso con Irán por la captura de petroleros británicos en el Golfo.
"Irán no busca la confrontación. Pero tenemos 1.500 millas de costa en el golfo Pérsico. Son nuestras aguas y las protegeremos", dijo el ministro de Exteriores iraní Mohammad Javad Zarif tras felicitar a Johnson.
El próximo primer ministro, un admirador de Winston Churchill que gusta y asusta en igual medida, cumple la ambición de toda su vida de dirigir el Reino Unido, en uno de sus momentos más delicados desde la Segunda Guerra Mundial.
Los británicos siguen debatiendo amargamente las consecuencias de su decisión de 2016 de abandonar la Unión Europea .
Johnson lleva tiempo prometiendo sacar al país de la UE antes del plazo establecido, y tras 46 años de estrechos vínculos políticos y económicos, y dijo que iba a hacerlo con o sin acuerdo.
Sin embargo, el texto que está sobre la mesa, negociado entre los 27 socios europeos y Theresa May, y rechazado por el Parlamento británico, no se toca, advirtieron en Bruselas.
El reiterado fracaso de May a la hora de imponer ese acuerdo en el parlamento la obligó a anunciar con lágrimas en los ojos su renuncia como líder del Partido Conservador el 7 de junio.
Una mayoría ajustada
Los próximos pasos de Johnson influirán en el destino de las generaciones británicas venideras y en el rumbo inmediato de la economía europea en conjunto.
Algunos expertos predicen que podría acabar durando unos pocos meses en el cargo.
La libra está cerca de su mínimo en dos años frente al dólar y al euro -aunque se recuperó parcialmente tras la victoria de Johnson-, en gran parte por temor a una ruptura sin acuerdo que dejaría en el limbo muchas transacciones comerciales, entre otras cosas.
El nuevo primer ministro toma el relevo con una precaria mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes del parlamento.
Una mayoría que se redujo a sólo dos diputados el lunes después de la suspensión de Charlie Elphicke de las filas conservadoras tras ser acusado de tres cargos de agresión sexual.
El nombramiento de Johnson provocó que el ministro de Finanzas Philip Hammond y varios ministros más anunciasen que dimitían, principalmente porque no comparten su posición de Johnson de salir de la UE sin acuerdo.
Alan Duncan dimitió como secretario de Estado para Europa y las Américas el lunes, y desafió abiertamente a Johnson antes incluso de que asuma el cargo.
Duncan trató de forzar una prueba del apoyo de Johnson en el parlamento mediante un debate de emergencia el martes, un intento frustrado por el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow.
El ministro de Justicia saliente, David Gauke, dijo que no estaba de acuerdo con la estrategia de Johnson, pero que estaba dispuesto a darle una oportunidad.
"Creo que necesita que se le dé la oportunidad de salir y negociar con la Comisión Europea", dijo Gauke a BBC radio.
"No votaré en contra de mi partido en una moción de confianza", añadió Gauke.
El miércoles por la tarde recibirá el encargo de la reina Isabel II de formar un gobierno cuya tarea más acuciante será culminar la salida de la Unión Europea.
"Vamos a terminar el Brexit el 31 de octubre", dijo Johnson momentos después de ser declarado el ganador de la carrera por el liderazgo del partido Conservador en un gran acto en un centro de convenciones próximo al parlamento.
El negociador de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, expresó este martes su voluntad de trabajar con el nuevo primer ministro.
"Esperamos trabajar constructivamente con el primer ministro Boris Johnson cuando asuma el cargo, para facilitar la ratificación del Acuerdo de Retirada y lograr un Brexit ordenado", aseguró Barnier.
También le felicitó el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Felicitaciones a Boris Johnson por convertirse en el nuevo primer ministro de Reino Unido. ¡Será genial!", tuiteó el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Es un tipo diferente, pero dicen que yo también lo soy. Nos llevamos bien. Creo que tendremos una muy buena relación", dijo Trump hace una semana a la prensa.
Irán felicita pero avisa
La agenda de Johnson se ve complicada por el peligroso contencioso con Irán por la captura de petroleros británicos en el Golfo.
"Irán no busca la confrontación. Pero tenemos 1.500 millas de costa en el golfo Pérsico. Son nuestras aguas y las protegeremos", dijo el ministro de Exteriores iraní Mohammad Javad Zarif tras felicitar a Johnson.
El próximo primer ministro, un admirador de Winston Churchill que gusta y asusta en igual medida, cumple la ambición de toda su vida de dirigir el Reino Unido, en uno de sus momentos más delicados desde la Segunda Guerra Mundial.
Los británicos siguen debatiendo amargamente las consecuencias de su decisión de 2016 de abandonar la Unión Europea .
Johnson lleva tiempo prometiendo sacar al país de la UE antes del plazo establecido, y tras 46 años de estrechos vínculos políticos y económicos, y dijo que iba a hacerlo con o sin acuerdo.
Sin embargo, el texto que está sobre la mesa, negociado entre los 27 socios europeos y Theresa May, y rechazado por el Parlamento británico, no se toca, advirtieron en Bruselas.
El reiterado fracaso de May a la hora de imponer ese acuerdo en el parlamento la obligó a anunciar con lágrimas en los ojos su renuncia como líder del Partido Conservador el 7 de junio.
Una mayoría ajustada
Los próximos pasos de Johnson influirán en el destino de las generaciones británicas venideras y en el rumbo inmediato de la economía europea en conjunto.
Algunos expertos predicen que podría acabar durando unos pocos meses en el cargo.
La libra está cerca de su mínimo en dos años frente al dólar y al euro -aunque se recuperó parcialmente tras la victoria de Johnson-, en gran parte por temor a una ruptura sin acuerdo que dejaría en el limbo muchas transacciones comerciales, entre otras cosas.
El nuevo primer ministro toma el relevo con una precaria mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes del parlamento.
Una mayoría que se redujo a sólo dos diputados el lunes después de la suspensión de Charlie Elphicke de las filas conservadoras tras ser acusado de tres cargos de agresión sexual.
El nombramiento de Johnson provocó que el ministro de Finanzas Philip Hammond y varios ministros más anunciasen que dimitían, principalmente porque no comparten su posición de Johnson de salir de la UE sin acuerdo.
Alan Duncan dimitió como secretario de Estado para Europa y las Américas el lunes, y desafió abiertamente a Johnson antes incluso de que asuma el cargo.
Duncan trató de forzar una prueba del apoyo de Johnson en el parlamento mediante un debate de emergencia el martes, un intento frustrado por el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow.
El ministro de Justicia saliente, David Gauke, dijo que no estaba de acuerdo con la estrategia de Johnson, pero que estaba dispuesto a darle una oportunidad.
"Creo que necesita que se le dé la oportunidad de salir y negociar con la Comisión Europea", dijo Gauke a BBC radio.
"No votaré en contra de mi partido en una moción de confianza", añadió Gauke.