La recuperación de los bosques quemados en las Sierras del Sur enfrentará algunos obstáculos en el corto plazo. Para los especialistas, una de las contras es la presencia de especies exóticas (como acacias, zarzamoras y otras), que no tienen un control natural y que avanzan a un ritmo mucho más rápido que las nativas. El costado positivo es que detectaron bancos de semillas de árboles autóctonos, pero ahora el desafío es hacerlos crecer fuera de su entorno natural, muy deteriorado por los incendios.

“Detectamos semilleros de árboles nativos, lo cual es bueno. Y ahora hay que hacerlas germinar, que es un trabajo adicional, con más riesgo de perderlas que cuando esto sucede en su entorno natural”, explicó Evangelina Natale, de la Fundación Conydes.

Natale indicó por otro lado que otro aspecto positivo fue que, a partir de octubre, las lluvias fueron graduales y lavaron la cuenca de a poco. “Eso ayudó a que no hubiera problemas mayores por el arrastre” de sedimento.

Finalmente, detalló que la vegetación de altura (romerillos, espinillos y pastizales), no sufrieron tanto. “El fuego pasó rápido y sólo quemó lo superficial”, dijo.