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El agro pierde peso en la economía argentina

Un informe de ArgenData mostró que la producción agropecuaria se multiplicó por más de 6 veces en el último siglo, pero su importancia relativa frente a otros sectores fue disminuyendo en ese período

¿Será una mala noticia que el campo pierde peso relativo en el contexto de la economía nacional? Como en muchas otras discusiones en el país, hay al menos dos bibliotecas. Una que remarca la relevancia que tuvieron los escollos creados en las últimas décadas a un sector que hoy podría estar produciendo mucho más de lo que produce y eso le hubiera permitido conservar la amplia preponderancia que supo tener en otras épocas; o al menos conservarla en mayor proporción de lo que hoy muestra. Otra interpretación válida y más optimista es que la matriz productiva nacional se diversificó y eso resulta positivo toda vez que no se depende de un solo sector que a su vez tiene mucho de su resultado atado a factores climáticos.

Lo cierto es que, según un informe de ArgenData que repasa la producción del agro desde fines del Siglo XIX hasta la actualidad y su peso en el concierto nacional, revela que si bien el volumen productivo se multiplicó más de seis veces, su participación en el PBI nacional fue cediendo terreno.

“Si hablamos de exportaciones, los productos de origen agropecuario (primarios y manufactura) siguen siendo más de la mitad de lo que le vendemos al mundo. Pero si miramos para adentro el panorama cambia”, anticipa el trabajo.

En ese sentido, remarca que el agro pasó de explicar más del 20% del PIB argentino en los años 30 a menos del 10% en lo que va del siglo XXI. “Para afuera seguimos siendo un país agroexportador, pero hacia adentro son muchos los sectores que en las últimas décadas crecieron más rápido, como los servicios”, indica ArgenData.

La aclaración necesaria es que esto no significa que la producción del campo haya caído: desde 1935 creció más de tres veces, pero otros sectores crecieron más y más rápido: comercio, software y turismo, entre otros. Y desde pisos muchos más bajos, lógicamente.

Un dato histórico incluido en el informe muestra que en 1875 el PBI agropecuario alcanzaba los 971 millones de pesos de 2004. Ese valor a pesos constantes, llegó a casi $54 mil millones en 2019, para luego descender hasta los $48 mil millones para 2022.

“Desde fines del siglo XIX, la producción agropecuaria, se expandió sostenidamente. Así, en la década de 2010 fue 52% mayor a la de 1990, 178% mayor a la de 1960, 574% mayor a la de 1910 y 2290% mayor a la de 1880”, explica el informe.

Sin embargo, la actividad agropecuaria fue perdiendo participación relativa en el PIB. A pesar de dicha expansión sostenida y a que hoy en día sigue siendo muy relevante en la economía argentina, pasó de significar más del 20% en la década de 1930 a menos del 10% desde la década de 1990. En 2023, que es el último dato publicado en el informe, representó el 5,7%.

Esta tendencia no es excepcional. La reducción en la importancia del agro dentro del PIB argentino se enmarca en un fenómeno global. “A medida que las sociedades se desarrollan y se vuelven más ricas, empiezan a demandar relativamente más bienes y servicios. Puede pensarse por ejemplo en electrodomésticos, turismo, servicios culturales, entre otros. Además, aparecen nuevas tecnologías que habilitan la creación de nuevos sectores. Un ejemplo de eso son las computadoras, los celulares y el software. Su difusión era marginal 40 años atrás y hoy son parte de la vida cotidiana. Estos cambios hicieron que el agro perdiera participación dentro del PIB en las distintas regiones del mundo”, indica ArgenData.

A su vez, dentro del “campo” hay ramas de actividad. En ese marco, la agricultura es el sector económico más relevante en el PIB agropecuario, representando alrededor del 60% del total. A su vez, explica el 4% del PIB total. El resto del PIB agropecuario se compone de la ganadería o actividad pecuaria (cría, ordeñe de animales y obtención de lana). A estas se suman la silvicultura (plantación de bosques) y otras actividades agropecuarias (como caza, construcción agropecuaria o servicios agropecuarios –como los de cosecha–).

Dentro de la agricultura se incluyen distintos tipos de cultivos. Por un lado se encuentran los perennes, cuyo período de vegetación es mayor al año y permiten más de una cosecha. Ejemplos de estos son frutas como la uva y los cítricos. Por otro lado están los no perennes, con un período de vegetación menor al año. Entre estos se destacan los cereales, las semillas oleaginosas, el arroz, la caña de azúcar y el tabaco.

La actividad pecuaria, por su parte, es la segunda actividad más importante representando cerca del 30% del PIB agropecuario y 2% del PIB total.