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El campo se quedó con gusto a poco con el discurso de Milei

Había expectativas para que se mencionen temas centrales como derechos de exportación, reforma tributaria o iniciativas legislativas que apunten a fortalecer la actividad agropecuaria. Pero en el discurso, apenas hubo dos referencias al sector

Buena parte de la dirigencia agropecuaria se reservó el horario de las 21 del sábado a la noche para sentarse delante del televisor a observar el discurso del presidente Javier Milei en la apertura de sesiones del Congreso de la Nación. Había grandes expectativas en escuchar qué tenía para decirles el primer mandatario sobre su sector productivo.

Si bien el mensaje tiene como característica central brindar un estado de situación del país, siempre se acostumbra anticipar lo que el Ejecutivo tiene previsto impulsar en el Congreso a lo largo del año legislativo y también algún bosquejo de las políticas troncales del año calendario. Fue lo que hizo el Presidente, en un hemiciclo con un tercio de bancas ocupadas y algo de público en los balcones. Repasó los principales logros de su gestión, remarcó que este es “el mejor Gobierno de la historia”, pero hizo casi nula mención de los sectores productivos, en particular del campo.

Hubo dos referencias claras: la primera fue cuando planteó viejas dicotomías de la historia económica, como la de “campo o industria”. Más tarde, haría un poco más de foco al repasar la baja de impuestos que aplicó su Gobierno en lo que lleva de gestión e hizo especial hincapié en el Impuesto País y las retenciones. Concretamente remarcó que se eliminaron “las retenciones a las exportaciones, de manera definitiva para las economías regionales y de manera transitoria para los productos tradicionales; que tarde o temprano las vamos a terminar de eliminar”, sugirió. No hubo precisiones. No hubo plazos, ni calendarios. No hubo más menciones, especialmente a algún programa de crecimiento de la producción granaria o cárnica, por ejemplo.

“Ojalá que así como el Presidente vio lo que pasa con las industrias brasileñas y argentinas, vea lo que pasó con el sector agropecuario, y mucho más temprano que tarde, saque los derechos de exportación”, escribió en su cuenta de X la presidenta de Coninagro Córdoba que siguió atentamente las palabras del presidente en el Congreso. La referencia a las industrias brasileñas surgió a partir de lo que Milei consideró una consecuencia negativa del Mercosur, que permitió un crecimiento fuerte de las industrias brasileñas y un perjuicio para Argentina.

Incluso, algunos dirigentes se habían expresado en la previa a favor de que el mandatario pudiera anticipar que la baja temporal de retenciones vigente hasta el 30 de junio pueda ser definitiva y a partir de allí trazar al menos un cronograma que termine por eliminar los porcentajes que aún quedan en soja, maíz o trigo, por ejemplo. También estaba en la agenda el tema infraestructura, incluyendo allí no sólo el pésimo estado de las rutas en amplias regiones del país y que dificultan la movilidad de la producción, sino especialmente el tema de la hidrovía Paraguay-Paraná. Pero sobre eso tampoco hubo mención alguna.

Vale recordar que la hidrovía es clave para la comercialización internacional de los granos argentinos y que viene de un proceso licitatorio que transcurrió entre denuncias y que terminó cayéndose cuando solo una empresa se presentó para brindar los servicios de dragado y mantenimiento durante 30 años, extensible por un plazo igual. Algunas entidades del agro también esperaban escuchar definiciones sobre otras problemáticas como arrendamientos, seguro multirriesgo, economías regionales, riego, reforma tributaria, ley de biocombustibles y ley de semillas. Pero tampoco fueron mencionados por Javier Milei en sus 80 minutos de discurso en el Congreso.