Un adulto necesitó más de 160 mil pesos para comer y una familia alrededor de 495 mil pesos, según el último estudio del área de estadísticas del Cecis en los supermercados. Hubo reacomodamientos de algunos precios
La canasta alimentaria local aumentó un 4,74 por ciento durante el mes pasado, para retomar otra vez un comportamiento alcista después de la baja relativa de junio.
Según el informe del centro comercial, al término de julio último, el valor de la canasta básica alimentaria individual alcanzó un costo individual de 160.165 pesos, calculado para una persona adulta en base a los precios relevados en supermercados de la ciudad.
Este valor marca nuevamente un aumento, esta vez del 4,74 por ciento con respecto al mes de junio de este año. Se rompe de esta manera la tendencia a la estabilización de los precios, incluso a la baja, porque el mes pasado la misma canasta de alimentos se había abaratado un 1,10 por ciento.
Por otra parte, la canasta alimentaria básica familiar medida por el Cecis arrojó en junio pasado para Río Cuarto un valor de 494.911 pesos para un grupo típico (cuatro miembros convivientes; dos adultos y dos niños).
La canasta familiar se basa en las necesidades de alimentación y nutrición de esta familia y toma en consideración las variaciones de precios de los alimentos en el mercado local.
Los que más subieron y los que más bajaron
Durante el mes de julio, se observó un aumento mayor en los precios de productos como:
Esto ejerció presión adicional sobre los presupuestos familiares, especialmente para aquellos con ingresos limitados.
Por su parte, algunos de los alimentos que mostraron mayor caída de precios fueron:
Muchos de los productos que ahora bajaron de precio, como la harina de maíz y el queso, habían registrado aumentos fuertes en los meses previos.
Estas bajas puntuales de precios durante el mes pasado permitieron morigerar al menos en parte la suba de precios.
Ahora bien, otro aspecto importante es la referencia del precio de la canasta básica alimentaria con el salario mínimo, vital y móvil.
En el mes de julio pasado, el salario mínimo vital y móvil, se mantuvo en el mismo valor, que es de 254.232 pesos, según datos oficiales.
El impacto del gasto en comida
Entonces, este indicador cotejado con la canasta básica individual, permite concluir que el gasto en comida abarca un 63 por ciento del total.
La medición de julio y la tendencia general
Consultado sobre estos números, el coordinador del departamento de estadísticas del Cecis, Ignacio Gaitán, explicó que lo que viene mostrando la serie de la canasta alimentaria local es una tendencia general a la desaceleración en los precios.
“Pudimos comparar el último mes, de junio, cuando hubo una caída del 1 por ciento. Lo que nosotros hacemos es marcar una tendencia y, por más que este incremento sea mucho más alto que el anterior, viendo la serie advertimos que los próximos meses nos dispondrían incluso a que los precios sigan bajando”, apuntó Gaitán.
En otro plano, sostuvo que esta proyección se da por el contexto de la recesión económica y la corrección de precios que trae aparejada. “Por lo pronto, tenemos esta tendencia que igual se viene viendo de lo que va del año. Un poco puede ser por el ajuste de precios y otro poco por la caída del consumo”, apuntó.
En otro orden de cosas, el coordinador de las estadísticas del Cecis explicó que la baja en algunos de los productos relevados es un tanto engañosa, sobre todo si se los coteja en una serie temporal más amplia.
“Algunos productos que bajaron de precio, como en el caso de la harina de maíz, el queso y las sardinas, donde se dieron incrementos en el precio rondando el 10 por ciento, en los meses anteriores habían subido mucho. Y ahora ajustan un poco los precios, respondiendo un poco la demanda que generan. Estos son los resultados que vamos viendo por ahora”, indicó en este sentido Ignacio Gaitán.
