“Es una responsabilidad gigante y un honor, pero estoy muy bien acompañado, con un gran equipo. Y si bien soy joven, hice todo el recorrido”, recordó.
Es productor y veterinario y está al frente de un tambo familiar junto a su hermano sobre campo alquilado. “Lo empezó mi abuelo pero se inundó en 1987 y después lo terminamos mudando sobre tierra alquilada”, recuerda. También gerencia una empresa agropecuaria de dueños que viven en Italia y que manejaba antes su padre, que decidió retirarse. “Además tengo mi trabajo particular como veterinario en sanidad, reproducción y nutrición”, agregó.
¿Imaginás un tiempo combativo para la dirigencia agropecuaria?
Creo que las dos provincias sobre las que tenemos jurisdicción (Buenos Aires y La Pampa) tuvieron muchas diferencias ideológicas y de política con el campo. Kicillof fue parte de un Gobierno que nos puso siempre en la vereda de enfrente, aunque hoy es un gobierno con poca influencia aunque sí la tiene en algunos impuestos como el Inmobiliario Rural que tuvo fuertes aumentos este año. Pero ojalá tengamos una gestión de construcción para poder dar un salto de calidad.
A Carbap se la ve como combativa en el concierto nacional...
Sí, es cierto. Nos encanta. Somos una entidad que debate mucho y que no cede. Carbap tuvo siempre una historia muy combativa, de marcar el rumbo e ir al frente.
No está en los planes cambiar ese ADN...
No, de ninguna manera. Me siento cómodo cuando me ponen en aprieto, pero ojalá no pase porque la intención es construir. Lo otro es una posición reactiva y la Argentina necesita consensos y construcción. Siempre destacando que Carbap es muy horizontal en la toma de decisiones porque en el consejo directivo participan todas las rurales en reuniones mensuales. Y allí se debate todo. Pero desde luego que no me incomoda liderar momentos de conflictividad. De hecho ya los tuve durante mi presidencia de la Rural en Trenque Lauquen. Pero insisto con la necesidad de apostar al consenso y al desarrollo de políticas a partir de acuerdos de la política, como lo hizo Brasil.
¿Cómo imaginás eso?
Que haya políticas de largo plazo en temas centrales como salud, educación o en lo productivo. Es la forma de crecer. En Argentina cada gobierno pega un volantazo y estamos siempre en el mismo lugar. Hace 15 años que la Argentina no crece. Y los datos de pobreza, educación son un desastre. Por lo tanto, recetas agotadas tenemos un montón. En nuestro caso, el Presidente llamó a un consenso y nuestros dos gobernadores no fueron y hubo 18 que sí. Ya empezamos a ser rehenes de una disputa política e ideológica que no construye ni conduce a nada.
¿Y en lo productivo, por dónde empezar?
Hace falta mucha infraestructura porque las rutas son un desastre y los puertos deben ser mucho más eficientes, porque son lugares de mucho problema burocrático y hasta de corrupción. Hay que empezar a pensar en acopios y trenes, que tuvimos en algún momento y ya no. Eso abarataba el transporte y hacía más seguras las rutas. Y si se acomoda la macro, la baja de impuestos es impostergable y no solo al campo, que puede ser el que primero reaccione.
En ese punto, el Presidente pidió paciencia el domingo, ¿cómo lo tomaste?
Hay que reconocer el cambio de rumbo de la Argentina de lo que venía siendo un modelo que tenía al país aislado del mundo y mirando al campo como enemigo. El Presidente fue hábil en hacer un repaso de eso y el daño ocasionado para luego remarcar lo que hizo en la gestión y lo que propone. En general, cuando te hacen acordar de dónde venimos te da ganas de tener un poco más de paciencia. Pero necesitamos una hoja de ruta para encarar la gruesa, con qué tecnología, cuánto fertilizante, cuántos vientres retener. Y para eso hacen falta señales. Dijo algo sobre Impuesto País que no se renovaría en diciembre, lechería sin retenciones y que el cepo en la medida que no haya inflación lo eliminaría. Pero necesitamos que sea lo más claro posible. Porque hoy con el precio de los granos, las retenciones y demás, la verdad que los números están muy finitos y para muchos lugares en rojo. Podemos dar un salto con más y nueva tecnología y menos impuestos. Porque los otros países lo están haciendo.
¿Cómo ves a la dirigencia del campo?, el domingo Nicolás Pino dijo que hay que dejar de hacer gremialismo por comunicados...
Me parece que son tiroteos normales, rispideces que siempre hay. La Sociedad Rural Argentina no tiene lo que tenemos nosotros. Nosotros tenemos una rural en cada pueblo. Sí tiene el micrófono de Palermo y el contacto con el Gobierno por estar en Capital Federal. Pero nosotros sabemos y conocemos muy bien el territorio y los diferentes problemas. Carbap tiene 115 rurales de base. Pero siempre hay celos entre entidades, pero manejable en una mesa de diálogo. Hay que evitar quiebres y heridos graves. Pero cada entidad tiene su particularidad