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Para el fiscal, el crimen de Nora fue por desavenencias de pareja y económicas

Luis Pizarro aseguró que Marcelo Macarrón no intervino solo. Afirmó que la Fiscalía trabajó con pruebas objetivas e indicios para elevar la causa a juicio. Agregó que se debe investigar para llegar al autor material

El fiscal Luis Pizarro reiteró que el crimen de Nora Dalmasso fue por “desavenencias matrimoniales y económicas”, al asegurar que cuenta con las pruebas suficientes que se sumaron al extenso expediente para elevar a juicio la causa que tiene como imputado al viudo Marcelo Macarrón, que lo ubica como instigador de la muerte de su esposa.

En diálogo con la prensa, el fiscal -que en los últimos dos años se hizo cargo de la causa- afirmó que “Macarrón no intervino solo” y que durante este período se sumaron nuevas testimoniales, se ampliaron otras y se incorporaron pruebas que permitieron sumar elementos para elevar la causa a juicio.

Pizarro afirmó que entienden que “Macarrón no estuvo en el lugar del crimen de su esposa", por lo que se inclinó a que siga la investigación para encontrar al autor material del homicidio ocurrido el 25 de noviembre de 2006, en su casa de la calle 5 de la Villa Golf Club.

“Macarrón, con distintas personas, acordó la muerte de su esposa, y la motivación para la Fiscalía son las desavenencias matrimoniales y económicas dentro de la pareja”, enfatizó el quinto instructor de la causa.

El lunes, el fiscal elevó a juicio la causa con el viudo imputado de homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por recompensa remunerativa, que prevé una pena de prisión perpetua.

Sin dar mayores precisiones sobre la medida tomada, Pizarro sostuvo: “Hemos trabajado con pruebas objetivas e indicios y consideramos  que hemos llegado al grado de probabilidad exigidos en esta etapa de investigación para elevar la causa a juicio”.

La defensa de Macarrón, a cargo de Marcelo Brito, tiene plazo hasta el jueves de la semana próxima o el viernes, con carga horaria, para oponerse a la medida ante el Juzgado de Control.

Ante la insistencia de los periodistas, el investigador prefirió no explayarse sobre los fundamentos de la medida, al sostener que todavía rigen los plazos para que la defensa pueda oponerse a su resolución.

Pizarro admitió que el paso del tiempo conspiró para avanzar en la incorporación de nuevas pruebas. “Es una causa compleja por el paso del tiempo, es muy complicado investigar cuando han pasado tantos años”, aunque a renglón seguido detalló que se sumaron “testimoniales, documentales y periciales” que ubican a Macarrón como el principal sospechoso del asesinato de Dalmasso.

“No voy a hablar de las pruebas en particular por una cuestión de prudencia”, reiteró en varias ocasiones.

Admitió que en dos años podría prescribir la causa.

Continuidad



Consultado si podría haber más personas implicadas en la muerte de Nora, el fiscal atinó a decir que “la requisitoria de elevación a juicio no agotó la investigación”, por lo que se puede seguir investigando para llegar al autor material.

Macarrón está a un paso del juicio oral con jurados populares, aunque se especula que la defensa utilizará todas la herramientas a su alcance para evitar que el viudo se siente en el banquillo de los acusados de la Cámara Primera del Crimen de nuestra ciudad.

“Hemos analizado el patrimonio de Macarrón”, expresó el fiscal sobre el móvil económico que llevaron al viudo a terminar con la vida de su pareja.

Según Pizarro, la muerte de Nora estuvo planificada y el torneo de golf en Punta del Este fue una coartada perfecta para contratar a un sicario para cometer el homicidio. 

El fiscal negó que la mujer haya tenido relaciones sexuales al momento de su muerte. “No hubo acceso carnal como se dijo en su momento en los medios”. 

Sobre los restos genéticos hallados en su cuerpo, en la bata y las sábanas de la cama donde fue encontrada muerta, Pizarro prefirió no dar detalles, aunque aclaró que estaba detallado en la requisitoria a elevación a juicio.

Remarcó que el expediente cuenta con 30 cuerpos, dos de los cuales se incorporaron durante su intervención.

“La persona que ingresó al lugar del crimen conocía perfectamente el movimiento de la casa”, relató.

Con el envío a juicio, Pizarro dejaría de investigar la causa, aunque reconoce que se tiene que iniciar el proceso para dar con autor material del crimen de la mujer que tenía 51 años cuando fue asesinada en su casa del oeste de la ciudad.