Presumen que se trata de una usurpación de terreno, según las declaraciones brindadas a Puntal AM.
Ante la situación, dieron aviso a ojos en alerta y a algunos funcionarios municipales, quienes al entrevistar a una de las personas del campamento, obtuvieron la respuesta de que "el terreno le fue cedido".
La preocupación de los vecinos se basa en que hay muchos sitios sin construir y temen que sean usurpados. Sobre esos terrenos, uno de los vecinos comenta: "Tienen propietarios que en su momento no han podido construir por la demora de las escrituras. El problema es que los que ya estamos acá y tenemos todos los papeles en regla, lo que menos queremos es que vengan grupos de personas con malas intenciones y se asienten en el barrio de manera informal". Según cuentan, temen por la seguridad y la integridad de la gente que está en el barrio.
Si bien la gente fue intimada a desalojar el lugar, hasta ahora no ha sucedido, por lo que de continuar así, la gente del barrio determinará en conjunto el paso a seguir: "Estamos muy organizados", plantea el vecino.
Este reclamo se suma al otros vinculados a la cotidianeidad del barrio. En el descargo se explica que poseen solo los servicios básicos, manteniendo serios problemas con el servicio de recolección de basura, la señalización vial y la inseguridad. Esto se suma a que el barrio está "muy aislado" y tiene vías de acceso muy directas que están restringidas por las obras o por la geografía de acceso al barrio.
Además, desde hace un tiempo y de manera sistemática, durante la noche se presenta un olor desagradable, "como si fuese de afluentes cloacales" expresan. No tienen certeza de la fuente, y hacen la denuncia públicamente ya que este hedor interrumpe el transcurso normal del día y les obliga a aislarse dentro de sus hogares porque "respirarlo provoca una sensación de descompostura".