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Centro Cultural Alberdi y una derrota que no encandila una campaña fenomenal

Más allá de haber caído en la final, el Mercedario hizo un torneo Apertura excelente. Carlos Oyola volvió a armar un equipo audaz, que se animó a jugar siempre y le regaló a su gente un semestre difícil de olvidar

Cuando Belem Bevilacqua decretó la derrota de Alberdi en la final disputada ayer en el Candini, los jugadores del Mercedario se desplomaron desconsolados. Su entrenador, Carlos Oyola, se encargó de levantarlos y les indicó que fueran sobre la cabecera que da al piletón municipal para saludar a su hinchada. Esa que abarrotó su sector y terminó el partido cantando a garganta pelada, reconociendo lo que hizo este grupo de jugadores.

Es que Alberdi hizo un Apertura fenomenal. Se armó con el objetivo de engrosar el promedio y terminó jugando un mano a mano por el título. Se quedó en las puertas. No le faltó mucho. Pero, como el fútbol no solo se trata de resultados, el subcampeonato pasa a un segundo plano si se valora lo que entregó el equipo adentro de la cancha, a lo largo de esta veintena de partidos.

Como cuando le tocó dirigir Banda Norte -también le faltó muy poco para coronarse-, Carlos Oyola armó un equipo audaz. Alberdi salió siempre a la cancha a jugar. Buscó siempre ser el protagonista y eso le dio los resultados.

Julián Navalón y Mauricio Flores fueron los abanderados de ese estilo adentro de la cancha. El ex-Atenas fue el enganche que se ocupaba de alimentar a los de arriba. Además, se anotó varias veces en el marcador. Por su parte, el ex Banda Norte se encargó de sincronizar todo lo que pasaba en la mitad de la cancha. A ellos se les sumó Agustín Figueroa, de gran rendimiento a lo largo de todo el torneo.

Mayco Centeno y Agustín Picco fueron los encargados de anotarse en las redes y hacer delirar a los simpatizantes mercedarios.

Luciano Barrasa llevó la batuta en una defensa que no solo se destacó por su tarea principal, sino que también se sumó al ataque siempre que pudo.

El capitán y líder espiritual del movimiento fue Pablo Cometto. El arquero, sobreviviente de aquel plantel que fue campeón en 2017, contribuyó con grandes intervenciones a este buen andar del equipo. Quizás la más importante fue en la última fecha del torneo, cuando le contuvo un penal a Diego Albornoz en la victoria ante Lutgardis Riveros en Alcira Gigena.

Alberdi sumó más del 80% de los puntos. Fue el equipo que más partidos ganó, con 15 de 19. Fue el segundo más goleador y el tercero menos vencido.

Agustín Hurtado. Redacción Puntal