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¿Cisne negro? El impacto de la guerra comercial en los granos argentinos

Cuatro economistas vinculados al agro analizan lo que puede generar el inesperado giro de los mercados mundiales de commodities para la producción local. ¿Llegará la sangre al río? ¿Frena Trump? Opinan Jorge Ingaramo, David Miazzo, Mariela Brandolín y Gonzalo Agusto

No fue una sorpresa, por dos motivos: primero porque lo anunció con anticipación; y luego porque no es la primera vez que lo lleva adelante. Sin embargo, las consecuencias están todavía por sopesarse, especialmente en economías en vías de desarrollo, como la Argentina.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su amenaza de golpear a Canadá y México con fuertes aranceles de importación y duplicó un gravamen existente sobre China, lo que provocó rápidas represalias que sumieron a la economía mundial en una guerra comercial cada vez mayor. Sin embargo, al estilo ya conocido del republicano, a las pocas horas abrió ventanas de negociación con sus adversarios comerciales. Golpea la mesa primero y luego abre la puerta. Ya lo hizo antes; lo vuelve a practicar ahora. Pero en el mientras tanto, los mercados mundiales intentan decodificar el rumbo del comercio y hay ganadores y perdedores.

Cuatro economistas especialistas en mercados agropecuarios analizan para Tranquera Abierta los alcances de esta nueva guerra comercial que desató otra vez Donald Trump, y que se parece en principio a la iniciada en enero de 2018.

Para Jorge Ingaramo, “las guerras comerciales son siempre malas por definición. Poner aranceles, trabar al comercio, poner restricciones cuantitativas, siempre eso perjudica. Porque perjudica la toma de decisiones, dificulta el planeamiento, genera incertidumbre, algo que todo el mundo sabe”, indicó el experto cordobés.

Por eso, remarcó, “no hay duda de que para los granos corre lo mismo que para los autos. Después está el tema de la guerra con China de parte de Estados Unidos y el arancel del 10% que puso China para la soja y el maíz estadounidense. Eso claramente va a desviar el comercio hacia Brasil y Argentina”, anticipó Ingaramo, algo que en principio sería positivo. Pero no tanto.

Por su parte, David Miazzo, destacóo que “hay dos impactos claros que, si los balanceamos, probablemente terminan siendo negativos. El que es negativo es la volatilidad y la baja en general que genera en los precios internacionales, que es lo que hemos visto estas semanas. Hay bajas muy pronunciadas de los precios en Chicago, que es el mercado de referencia. Queda claro que todas estas noticias de esta guerra comercial generan incertidumbre, problemas, mayor dificultad de crecimiento de los países que justamente son importadores de estos productos”, indicó el economista de DATA Miazzo.

Y agregó: “Lo positivo, pero que de nuevo, neteándolo con lo primero me parece que sigue siendo negativo, que tracciona en dirección contraria, es que ante la guerra comercial hay menos compras hacia Estados Unidos y más compras hacia otros proveedores. ¿Quiénes son los otros proveedores? Brasil y Argentina”, remarcó Miazzo, en línea con Ingaramo.

Miazzo destacó allí que “se da un redireccionamiento del mercado internacional, donde parte del consumo que iba a atender Estados Unidos lo va a tener Argentina y Brasil y eso le genera algún premio en los precios en puertos argentinos y puertos brasileros, que es también lo mismo que se vio en la guerra comercial anterior”.

Para Gonzalo Agusto, Economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, “China respondió con un arancel del 10% sobre la soja. Y Estados Unidos a ese poroto lo tiene que colocar en algún lado, entonces tendrá que soportar esa carga del 10% y pagarlo para poder ingresar. Por otra parte, China le está comprando en estos momentos soja a Brasil que está en plena cosecha, que a su vez es el principal exportador de poroto de soja del mundo; mientras que en el caso argentino los principales productos son la harina y el aceite de soja que van a la Unión Europea, el sudeste asiático y la India. Lo que Argentina exporta de porotos de soja también va a China”, explicó.

En línea con Ingaramo y Miazzo, Agusto remarcó que “sin dudas esta guerra alterará los flujos de comercio, aunque no creo que tenga un impacto significativo. Creo que el mercado va a estar más influenciado por otros factores como la gran cosecha de Brasil o la buena cosecha de Argentina que terminará configurando una oferta abundante de Sudamérica. Y eso hace que probablemente los precios se mantengan relativamente bajos por lo menos en el corto plazo”, vaticinó Agusto.

Y agregó: “Pero claramente lo que puede ocurrir es el redireccionamiento de la demanda China que puede reemplazar la compra en EEUU por Brasil y Argentina”.

La consultora de mercados de granos y Magíster en Finanzas, Mariela Brandolín, respondió a la pregunta de cómo puede impactar en la Argentina la guerra comercial: “La respuesta es que puede fortalecernos en ‘primas’, es decir, el precio de Argentina (y/o Brasil) se fortalece contra el de EEUU, pero no necesariamente nuestro precio deja de caer, si Chicago cae. Así ocurrió en la pizarra de soja desde marzo de 2018, cuando se inició la guerra comercial anterior”, recordó la especialista.

Para Brandolín, en definitiva, “sí podemos ‘fortalecernos’ contra EEUU, pero nuestro valor de referencia sigue siendo Chicago, por lo que una baja en los precios de dicha plaza, no nos dejará exentos”, adelantó.

Ingaramo, en tanto, recordó que en el caso de la soja, se comercializan 170 millones de toneladas en el mundo. “Normalmente, si no hay guerra comercial, China compra la cosecha norteamericana entre octubre y diciembre. Después compra la cosecha brasileña hasta marzo y finalmente la cosecha argentina de abril en adelante”, dijo el economista cordobés.

Pero advirtió: “Ahora, cuando los americanos se vean dificultados de venderle a China, van a empezar a vender a otros mercados. Y para entrar en esos mercados van a bajar los precios, claramente. Eso es inevitable. Y entonces eso claramente puede ser negativo, pero yo creo que la sangre no va a llegar al río. De hecho, Trump suele tirar y volver para negociar”, concluyó.

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