Lejos de ir mejorando, las clínicas y sanatorios de la provincia aseguran que la crisis de financiamiento de la salud privada se agudizó en las últimas semanas a pesar de la decisión de cobrarles un plus a los pacientes. Es más, advirtieron que la determinación de trasladar parte del costo a los afiliados a las obras sociales y prepagas se irá profundizando y que alcanzará a algunas prácticas más complejas como imágenes y cirugías.
Ante esa situación, desde la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados reclamaron que el Estado provincial diseñe una solución para la salud privada.
Ignacio Escuti, presidente de la Asociación, indicó que está en manos del Estado llegar a una ecuación que revierta el difícil momento de clínicas y sanatorios.
“Es una situación compleja la que estamos viviendo y está a cargo de la provincia de Córdoba; el Estado provincial es el responsable de esto porque la Constitución de la provincia garantiza la salud de todos los habitantes”, dijo Escuti.
- ¿Y qué podría hacer el Estado provincial en este contexto?, se le preguntó.
- El Estado debería ver primero qué impuestos le cobra a este sector que está tan castigado, que cuesta tanto y que tiene un impacto social tan grande. Somos el segundo generador de empleos, con 600 mil trabajadores en el país. Entonces, habría que tener una mirada un poco más objetiva del tema y, a través de la obra social provincial, que es Apross, enfocarse en que los fondos que aportan los afiliados lleguen realmente a los prestadores. La ley de creación de Apross dice que es la herramienta para que el Ejecutivo lleve a cabo sus políticas sanitarias. Si los fondos que aporta la gente llegan a las clínicas, entonces no se van a producir cierres de instituciones. En las manos del Estado está casi todo y en la forma que administre los fondos y los traslade al sector.
- ¿Cómo están hoy las clínicas, más de un mes después de comenzar a cobrar los copagos?
- Las clínicas siguen con la misma decisión que se tomó el 14 de agosto de que se iban a aplicar en septiembre los copagos. Es algo que está fluyendo medianamente normal. Hubo al principio inconvenientes y falta de información en un montón de aspectos pero la gente entiende que es la única salida que tiene. En definitiva, se está implementando y todos lo están cobrando.
- ¿Están teniendo negociaciones con las obras sociales y las prepagas para normalizar la situación y volver al estado anterior?
- Antes de implementar el copago nos comunicamos con todas las obras sociales, incluida la más importante para toda la provincia que es Apross, que es la gran financiadora de las prestaciones, pero no hemos tenido respuesta concreta de nada. Incluso tuvimos una reunión en el Ministerio de Salud con la ministra (Gabriela Barbás), en la que planteamos una serie de cuestiones y pedidos de auxilio al sector, pero hasta la fecha no hemos tenido una gran respuesta. Por eso no se ve una salida pronta. Es más, se van sumando más asociaciones, otros sectores al mismo reclamo y el problema se va agudizando en vez de solucionarse. Y esto se relaciona con la falta de atención que le está poniendo el financiador que recauda los fondos para aplicar a esto. Ellos son los que deberían estar dando explicaciones sobre qué pasa con el dinero y por qué no alcanza para pagar todo lo que consumen sus afiliados.
- A los afiliados se les actualizan las cuotas permanentemente, pero ¿no llegan al mismo ritmo?
- Se dilata en dos tiempos. Primero está el tiempo de la negociación y, cuando concretás un acuerdo, tenés 90 días para cobrar. Es decir, ahora estamos negociando lo que se va a cobrar en enero o febrero. ¿Cuánto va a valer un insumo médico en febrero, que encima está dolarizado? Esos tiempos, en un contexto inflacionario como el que estamos viviendo, no habilitan otra salida que la que hemos tomado.
- ¿En definitiva no le están trasladando el problema al eslabón más débil de la cadena, al paciente que necesita ser atendido y al que no le queda otra que pagar?
- En cierto modo sí pero la solución definitiva va a ser que cada usuario de su obra social empiece a elegir. El problema que tienen los afiliados de Apross es que están cautivos. Pero también hemos visto que en algunos otros casos se van solucionando los inconvenientes. La verdad es que el conflicto es entre los financiadores y los prestadores y que el dinero que ellos aportan va hacia el financiador y no hacia el prestador.
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