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La ciudad y sus clubes: un recorrido por la historia del deporte riocuartense

Marcelo Ducart, docente de la UNRC, lleva a cabo una investigación sobre el origen y el rol que las entidades deportivas han tenido para la realidad local. En diálogo con Puntal, explica los alcances de su trabajo

Las puertas cerradas de los clubes son una de las imágenes más tristes que trajo la pandemia. Hay una coincidencia general en que lo que estas organizaciones significan para la vida cotidiana de los distintos conglomerados urbanos. Río Cuarto no es una excepción. La historia de estas instituciones y el impacto que han tenido en la ciudad son el tema de la tesis de doctorado que viene desarrollando el profesor de la Universidad Nacional de Río Cuarto Marcelo Ducart. “Quienes estamos vinculados al deporte cotidianamente, sabemos que hay un fuerte impacto de las asociaciones deportivas en la vida de la ciudad, pero en la investigación fui dando cuenta de que es aún mayor de lo que nosotros creemos”, explica el docente.

“El objetivo es pensar cómo desde las dimensiones políticas y sociales históricas fueron apareciendo y gestándose estas asociaciones. Cómo muchas de estas iniciativas aparecen, en diferentes momentos, asociadas a ciertos sectores sociales y ciertos sectores políticos”, indica quién también tiene a su cargo el Observatorio de Deporte y Sociedad de la UNRC. Dirigido por el doctor Crisorio, de la Universidad de La Plata, y con la doctora María Rosa Carbonari como vicedirectora, más el valioso aporte de Omar Isaguirre, Ducart traza la manera en la que se fue dando la relación entre los clubes y la sociedad riocuartense. La tesis se llamará “El deporte cuenta”. “La creación de cada organización deportiva en la ciudad conlleva todo un proceso hibridación y deliberación social, de búsqueda de consensos colectivos, pasiones lúdicas encontradas, tensiones por la hegemonía de las representaciones e idearios sobre los espacios barriales y tiempos históricos plasmados en las denominaciones sociofundacionales”, explica el docente.

La primera aclaración que hace Ducart es sobre el término “club”. Dice que bajo esa denominación, en Argentina, se ubica a la gran mayoría de entidades, sin que estas sean necesariamente clubes. Precisa que para su estudio tomó como base dos tipos de organizaciones. “Las primeras y más numerosas son las organizaciones de oferta deportiva, que son aquellas que entre sus funciones principales tienen la tarea de ofrecer al menos una disciplina en sus instalaciones. El segundo tipo son las organizaciones de gobierno deportivo, que están conformadas por asociaciones, federaciones y ligas. Algunas están institucionalizadas con personalidad jurídica, otras son ad hoc. Se están institucionalizando. En general, pertenecen a iniciativas privadas o a reuniones de atletas”, detalla.

Esas organizaciones, plantea Ducart, estuvieron íntimamente ligadas a la vida política y social de la ciudad. “Entre los fundadores o referentes de los clubes, porque hay algunos que no aparecen como fundadores pero sí como referentes, hay que gente que en momentos ocupaba los lugares de mayor visibilidad en Río Cuarto”, indica. Agrega que también se da un fenómeno inverso. Colectividades, agrupaciones o personas, cobraron notoriedad a partir de su actividad en instituciones de este tipo. La fuerte identificación que generan este tipo de asociaciones brindó puntos de encuentro para amplios sectores de la localidad.

La actividad económica, relacionada sobre todo con la comercial, juega un papel principal en la aparición de muchas de las organizaciones. “La fundación del club El Diario es una muestra de ello. Son trabajadores de prensa que deciden fundar una entidad en la que se ven representados. Muchos de esos colectivos de trabajadores fueron impactados por la presencia de los obreros ingleses que realizaban sus tareas en el ferrocarril”, cuenta Ducart. Añade que los colectivos de trabajadores, asociados a actividades de servicios o comerciales, se vieron representados en muchos de los clubes que aparecieron en las primeras décadas del siglo XX.

“Gran parte de las iniciativas aparecen motorizadas por jóvenes. Cuando uno rastrea el inicio de este tipo de organizaciones está muy presente está impronta. Pero, no sólo los jóvenes como aquellos que van a practicar el deporte, sino como aquellos que fundan la asociación”, remarca Ducart, sobre otra de las características particulares que tiene la historia de las entidades deportivas de la ciudad. Uno de los ejemplos más claros de la participación de jóvenes en el inicio de una institución es el origen de Estudiantes, asociado a alumnos del Colegio Nacional.

Ducart plantea en su investigación que la historia de las organizaciones deportivas de Río Cuarto podría dividirse en cuatro grandes etapas. Las mismas van desde la aparición del Club Social en 1875 hasta la actualidad. En ese lapso, el docente identificó en la ciudad 67 organizaciones de oferta deportiva y 13 organizaciones de gobierno deportivo.

La primera etapa va de 1875 hasta 1900. A esta fase Ducart la denomina como “Prefundacional” y habla de lo que sería una “Protohistoria” de las organizaciones. “La práctica deportiva era considerada de manera elitista. Quienes podían practicar ese deporte eran personas vinculadas a la alta sociedad. Para participar había que pertenecer”, explica el docente. Agrega que hay que entender este momento, desde la concepción moderna del deporte, con un fuerte anclaje en la tradición del “sportman” y el “gentleman” inglés del siglo XIX.

Con la aparición del club El Diario, en 1909, comienza la segunda etapa, que se extiende hasta 1944. Es el momento en el que aparecen, por ejemplo, los dos de los clubes más tradicionales de la ciudad: Estudiantes (1912) y Atenas (1916). “Con estos clubes, el fenómeno deportivo, motorizado por el fútbol, se comienza a masificar. Eso marca el cambio en las organizaciones deportivas. Pasan de ser exclusivas a ser organizaciones de prácticas cada vez más masivas, con una gran participación de la sociedad civil”, especifica Ducart.

En 1945 Juan Domingo Perón es electo presidente y el deporte se constituirá como una de las bases de su plataforma política. Para la investigación de Ducart, este hecho marca el comienzo de la tercera etapa. “A partir del inicio del primer gobierno peronista, también de la mano del fútbol, se da la popularización del deporte. Además, se da una fuerte vinculación política. Muchos de los clubes empiezan a participar de la vida política”, resalta el docente. Agrega que, ya sea que se trate de peronismo o de juntas militares, la centralización política de las competencias deportivas permite el acceso deportivo a la mayoría de la población como la niñez, los estudiantes, las clases obreras, los gremios y la tercera edad. En ese período parecen en la ciudad el Centro 11 y la Universidad, que hoy son las entidades que brindan la mayor oferta deportiva de Río Cuarto.

La cuarta etapa comienza con el regreso de la democracia. Siguiendo al antropólogo Néstor García Canclini, Ducart habla de una hibridación en la vida de las organizaciones deportivas. “Lo estatal se mezcla fuertemente con la sociedad civil e iniciativas privadas. Hay una dependencia también muy fuerte de los subsidios del Estado”, precisa Ducart. Añade que las crisis económicas hicieron que las entidades tuvieran muchos problemas y debieran recurrir a ayudas financieras externas.

Esa hibridación se da también entre las necesidades crecientes de profesionalización y comercialización de las prácticas deportivas, con lo cual también se produce un cambio en la razón de ser de muchas de las entidades.

“Teniendo en cuenta esta periodicidad, podemos hablar de un proceso complejo, en el que las entidades deportivas pasaron de ser entidades con un neto corte elitista a tener características más híbridas, en las que hay una fuerte participación del Estado, en sus tres jurisdicciones, y el aporte de iniciativas privadas”, sintetiza Ducart respecto de lo que implica el recorrido. Así, a través de los que cuentan los clubes, se puede observar desde otro lugar la historia de la ciudad.