Ante ese panorama, el Colegio de Abogados de Río Cuarto reclamó que haya diálogo entre el gremio y el Tribunal Superior de Justicia porque la situación está generando caos y retrasando seriamente el desarrollo de las causas.
“Cada medida de fuerza es un empleado judicial que no está en la computadora resolviéndonos temas que necesitamos que se resuelvan. Entonces, nos modifica de manera fundamental el trabajo. Hoy la atención presencial es lo que menos nos afecta porque trabajamos con un sistema remoto desde nuestras computadoras. Ya no tenemos que ir a barandilla a ver las novedades sino que las novedades nos llegan a nuestros teléfonos. Pero ahora es un caos porque las solicitudes que hacemos entran a despacho y siguen así, eso significa que no se resuelven. Y pasa lo mismo en todos los fueros”, manifestó Esteban Marrero, presidente del Colegio de Abogados.
“Estas medidas de fuerza hacen que los empleados que tienen que resolver no están. Se demora todo. Ya de por sí había demoras estructurales y con esto recrudecieron, sin duda”, agregó Marrero.
El presidente del Colegio de Abogados manifestó además que el panorama hacia adelante no es alentador porque el conflicto ha ido escalando y no parece haber una resolución en el corto plazo sino, más bien, lo contrario. “Es preocupante porque esto ha escalado. Somos el Colegio de Abogados que hizo el primer comunicado el 16 de abril. Ese día hicimos un planteo público en el que planteamos nuestra preocupación y exhortamos al Tribunal Superior de Justicia y a los dirigentes gremiales a que puedan tener un diálogo adulto, sincero, que puedan hacer concesiones recíprocas y que se pongan de acuerdo”, indicó Marrero.
Un conflicto que recrudeció
Después de ese primer pronunciamiento hubo algunas decisiones del Tribunal Superior que hicieron que el enfrentamiento y las protestas recrudecieran. “El TSJ avanzó en una reestructuración de las categorías, que era un pedido de los empleados judiciales para equiprarse a la Justicia Federal. Pero no hubo avances en el reclamo de un aumento salarial. Además, las protestas que se hacían dentro del Palacio de Tribunales dieron lugar a sumarios o a amenazas de sumarios porque el TSJ las prohibió y, además, descontó los días de paro. Creo que no fue feliz la resolución del Tribunal Superior porque envalentonó al gremio”, señaló el presidente del Colegio.
El Colegio de Abogados de Río Cuarto hizo público un comunicado el 16 de abril. Allí mostró su preocupación por el alcance del conflicto salarial.
Marrero agregó que se ha sumado un nuevo elemento que complica aún más el panorama:los autoconvocados, que no se sienten representados por el gremio y que han ido sumando poder hacia adentro de Tribunales. “ElTSJ no puede sentarse a la mesa con quienes no tienen personería ni representatividad. Eso hace que sea doblemente compleja la situación porque se sienta a negociar con el gremio de los judiciales pero, por ahí, acuerda algo que después los autoconvocados desconocen. Es realmente un panorama complicado”, manifestó.
Marrero agregó que en el Colegio están preocupados porque la situación está afectando a los matriculados pero, sobre todo, a los clientes, que ven como sus reclamos y sus planteos judiciales se demoran más de lo que ya se demoraban. “En el trabajo diario nos afecta a nosotros en particular y a todos en general. Los clientes nos encomiendan temas jurídicos que no se resuelven. Ya era lento el circuito y ahora es más lento todavía”; declaró el titular del Colegio de Abogados.